Hoy he podido asistir a uno de esos eventos que pocas veces puede uno disfrutar en la vida: el estreno absoluto de una ópera. En este caso, un encargo para conmemorar el quinto centenario del movimiento comunero.

Desgraciadamente la obra no estuvo a la altura de las expectativas. ¿Por dónde empezar? Al fin y al cabo es una ópera totalmente nueva, que nadie ha escuchado antes y que nunca nadie ha conseguido interpretar. Comencemos por la música, por comenzar por alguna parte. La música está a medio camino entre una serie de detectives y Braveheart. En los momentos intimistas recuerda a un telefilme de espías de los que pone Antena 3 a las 2 de la madrugada. Cuando la revuelta comunera se recrudece surgen ciertos colores, tonos, no sabría cómo expresarlo, que parecen plagiados de una feria medieval (sí, de esas que se instalan en los descampados hibernales de las ciudades del norte de España). En todos los casos resulta monótona, aburrida y muuy previsible. Hay tres o cuatro melodías, asociadas muy ramplonamente a los personajes, que el autor estira como un chicle y repite una y otra vez, una y otra vez. Aunque hay que reconocer algo a este compositor: la difícil tarea de hacernos creer que la Orquesta Sinfónica de Castilla y León era en realidad una banda municipal.

A los cantantes apenas se les escuchaba, y eso que estábamos en el patio de butacas. Poco podrá decirse entonces del libreto. Las pocas veces que detectamos algo fue por la evidente desconexión o desajuste entre la duración del canto y la cantidad de texto, al más puro estilo Alejandro Sánz. Muchas palabras agudas se convertían en llanas o en esdrújulas para poder entrar en la línea de canto. Entre los cantantes destacó Alejandro Roy, en medio de un elenco de conservatorio regional. A él sí se le escuchaba. La mayor parte del tiempo declama y, cuando canta, lo hace en forte. Fueron de agradecer un par de pepinazos que levantaron a las señoras mayores del letargo. Cuando la función terminó, los pocos que asistieron se levantaron fervorosamente a aplaudir. Quiero creer que eran familiares y amigos. Los "bravos" postrimeros sonaron a gala de fin de curso de instituto. En fin.

Rebusco en internet y encuentro que el compositor dice haber estudiado música por su cuenta. Bueno, creo que no hay que echarle la culpa de haber encontrado a algún mecenas en la Junta de Castilla y León que le esté financiando los numerosos estrenos por toda la comunidad que desde hace unos años se vienen anunciando. Desde luego, la culpa es del mecenas. Ya se sabe, el regional-paletismo al que nos tienen acostumbrados las autoridades.

No veo la televisión desde hace cinco años y Antena 3 ni me acuerdo. Así que, ¿era música de afinar la orquesta o normal?
Aun así, momento histórico el que ha vivido: esa música no la había oído nunca nadie antes y probablemente no la escuche nadie después.

Un servidor también asistió en su día al estreno mundial de Kiu de Luis de Pablo en el teatro de la calle de Jovellanos. Y me parece que la obra no se ha representado más en ningún otro sitio, pero puedo estar equivocado. La crónica del amigo Rolando no puede ser más desoladora. De todas formas, honor y gloria para Padilla, Bravo y Maldonado...

Pues parece que sí se va a escuchar más veces porque la van a representar este mes por toda Castilla y León: en Zamora hoy, en Ávila el 8, en Segovia el 9, en Soria el 10, en Ponferrada el 13, en Valladolid el 14, en Palencia el 15 y, atención Chino, en Burgos el 16. A las 20:30.

Kiu se repuso 10 años después, en 1993, y en el mismo teatro...

¿Saben cuantas óperas estrenadas en 1821 no se han vuelto a representar?. Cientos.

El tiempo, y el azar, configuran la repercusión de una obra con el paso de los años.

En el caso de Kiu, pues tampoco es que fuera un antes y un después del género.

Que tiempos aquellos del Castilla entera se siente comunera....

Kiu se volvió a representar, interpretada por Carlos Álvarez.

Yo la oí por radio y la quité pero por un detalle de la letra que me produjo asco.Y en la voz de Carlos, perfectamente audible.

Después de Kiu, se han visto bastantes estrenos en Madrid, alguno del propio Luis de Pablo como La señorita Cristina (2001) y el año que viene habrá otro en el Real del compositor vasco.

Je suis narcissiste, Tránsito, The perfect american, Brokeback mountain, El público..., con músicas de muy variados estilos y tendencias como es la música contemporánea. Eso sí, las nuevas óperas, con excepción de las de Benjamin y alguno más, tienen complicadas las reposiciones.

"Tiene usted un moco pegado en la mejilla derecha"

O algo así, ¿no?

Es muy fácil echar por tierra un estreno absoluto y la música contemporánea (todo suena chiu chiu pom pom pom, si nos ponemos). No dudo de que estos comuneros hayan podido resultar un tostón insufrible pero ¿sabías Rolando o al menos intuías a lo que ibas a asistir?

No es una afrenta contra la música contemporánea en general ni muchísimo menos. Yo respeto muchísimo el minimalismo, por poner lo más cercano a esta ópera, y recuerdo siempre el emocionantísimo concierto de Philip Glass en el Auditorio Nacional hace unos años. La cosa de esta música de Igor Escudero es que, siendo repetitiva como la de Glass, resulta también aburrida, en momentos ramplona, más cercana a la música de fondo de una serie de televisión que a otra cosa. Me hubiera gustado algún aporte personal, estilo...

Ciertamente no esperaba ni mucho ni poco de la ópera. Fui sin referencias. Y tampoco me pareció un tostón, ya que solo duró una hora y veinte. Lo que al menos sí tenía en mente era escuchar y entender mínimamente a los cantantes, que para eso estaba en el patio de butacas.

Pues sí. Ya dije que era algo que a mí no me gustaba de la letra.
He mirado los cantantes y o tienen malas tomas o la vocalización regulera.

La casa de Bernarda Alba, de Miquel Ortega está teniendo un recorrido realmente infrecuente para una ópera del siglo XXI. Ahora mismo están en marcha al mismo dos producciones, una en Jerez de la Frontera y otra en Tenerife.

Ciertamente: la veré el 23 de este mes en el Auditorio de Tenerife. Creo que es con el mismo elenco de su estreno.