Segunda parte del concierto.
Jules Massenet - Ouvre tes yeux bleus
Iniciamos con la hermosa canción de Massenet, con la que nos han deleitado nombres famosos como Thill, Vanzo, Kraus, Gedda, etc., y donde Flórez no se queda para nada a la saga con ellos.
Un disfrute para el oído.
En fermant les yeux/ Manon
Otro papel en preparación.
Deberá ir puliendo los claroscuros y colores que entraña esta difícil aria, pero en su exploración los resultados van in crescendo.
Ah, fuyez douce image/ Manon
Un aria peliaguada, por los estados de ánimo que recorre y que el intérprete debe reflejar.
Primera parte muy bien lograda y la última de una gran carga dramática, que le exigió dosificarse y dá la sensación que falta un algo aún, que confiemos encontrará, ya que por el momento le supone un esfuerzo extra.
Meditación de Thais
Momento de descanso y lucimiento para el pianista, de esta célebre página de la ópera de Massenet.
Por supuesto, el original orquestal es el que pone los pelos de punta.
Charles Gounod
Salut ! demeure chaste et pure/ Faust
En entrevistas nos anuncia que también hará el Fausto en un futuro cercano.
El aria la tiene ya más rodada y el francés de esta página reposada con momentos de vuelo estilizados, hacen que alcanzara un interpretación genial.
Hermoso el legato para asumir la repetición del verso y el do4 fue una detonación mucho más segura que la del O mio rimorso.
Pausa para bromear con el público, respecto a que las arias sucesivas, son como ponerse y quitarse máscaras, lo que no es nada fácil.
Muy cierto.
Jules Massenet
Pourquoi me réveiller/Werther
Esta aria ya la ha hecho suya y hay poco que agregar en cuanto a intensidad y canto, que no se haya ya dicho o escrito.
Giacomo Puccini
Che gelida manina/ La bohème
También ha anunciado que hará algún día la ópera completa.
Por lo pronto, el aria le queda como un guante a la medida y la canta con total alegría y desenfado.
Otro do4 segurísimo y percutiente.
Hasta aquí el programa oficial y fueron las propinas.
Momentos igual de diversión ante las peticiones del público de todos los rincones del teatro, y simulando Flórez que las anotaba.
La primera Pour mon ame, que canta como tomar agua y con resultados seguros.
Enseguida él solo, la canción Cucurrucucú paloma y en medio de una prolongada afinación previa de la guitarra, se le escapó que aquello era como un coitus interruptus, lo que luego pretendió disimular.
Geniales los filados/falsetes.
Enseguida afinó de nuevo la guitarra con el piano, para cantar una sentida José Antonio.
Luego, recordándonos la lesión que sufrió en Pesaro entre funciones del Ricciardo e Zoraide, no sé si espontáneo o no, llamó a alguien del público para que lo acompañara al piano o guitarra, pues le molestaba el dedo.
Subió un caballero y lo asistió en una interpretación sublime de la canción Volver
Finalmente cantó un fragmento a plena voz de La Flor de la Canela. No podía faltar.
Pero restaban dos propinas.
Primero Granada, con el habitual número de la rosa y en segundo término, su versión de Nessun dorma, con el momento mágico del público bonaerense acompañándolo en un coro a boca chiusa.
En resumen disfrutaron justificadamente los del Colón y un servidor por acá a no tantos kilómetros de distancia.
Buenas noches.
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