Tenga cuidado con el maestro Alonso, que es droga dura de la que uno se puede enganchar muy fácilmente .

Un Otello desde Nápoles de hace unos días. Creo que es el debut de Marco Berti en el papel del moro y el resultado no puede ser más decepcionante. La voz suena completamente sofocada, incapaz en muchos momentos de mantener el aliento en la zona de paso; los ascensos al agudo son a lo que salga, y lo que sale suenen ser sonidos calantes o fibrosos, y eso cuando no directamente suprime el agudo, como le ocurre con el Sí bemol de Ora e per sempre. De matices, fraseos y creación de un personaje ni hablamos; bastante tiene con dar las notas (las que puede) y salir del paso. Y la afinación también parece ser "opcional", como le ocurre en el dúo del final del primer acto, que tiene una afinación complicada, cierto, pero donde con más razón hay que estar alerta. Berti, en cambio, desvaría.

Frontali es Iago, y ha tenido funciones mejores. Opta más bien por los acentos veristas y las frases altisonantes, es decir todo lo contrario de lo que pide Verdi. Y Desdemona es Harotuunian, la más aceptable del trío protagonista, aunque con tendencia al sopor en un personaje que ya de por sí es monocorde. Gritón el Cassio de Alessandro Liberatore, una de las promesas (dicen) del tenorismo italiano.

El director es Nicola Luisotti, un director interesante y con personalidad, aunque con tendencia al exceso y a caer en ciertos vicios. El comienzo de la obra es fantástico, por atmósfera, vigor, atención a los detalles y cuidado en las texturas. Luego, en cambio, hay de todo, aunque queda claro que su mayor interés está en las escenas grandes y ampulosas, no tanto en los momentos íntimos. En su haber, la capacidad para que la orquesta asuma protagonismo, comentando las situaciones y creando atmósferas. Y en su debe, el exceso de sonido que a veces se hace pesante y acaba por apabullar a los cantantes, como ocurre en el Credo, donde a Frontali apenas se le escucha, y eso que es una retransmisión de radio con los micrófonos delante de los cantantes, así que es de suponer que en el teatro literalemnte el barítono habrá desaparecido en el fragor orquestal. Como curiosidad, comentar que en su afán por resaltar detalles, Luisotti cae en algún exceso como destacar las cornamusas en la escena de la ofrenda del coro a Desdemona en el segundo acto, donde el intervalo de cuarta descendente (Mi - Si) que repiten machaconamente dichos instrumentos acaban por parecer la sirena de una ambulancia . En cualquier caso, lo mejor de Luisotti es que con él uno nunca se aburre, aunque a veces se le vaya la pinza. Por desgracia, el nivel de aquel Trovatore del Real de hace unos años no lo ha vuelto a alcanzar en lo que yo le he podido escuchar .

Oí un fragmento de ese Otello (lo poco que me dejó la maldita conexión de Internet pues lo escuché en directo) y, en efecto, coincido con sus apreciaciones (sobre todo las relativas a Berti, un paupérrimo y forzado moro). Tan aburrida me parecía la función que --sumado a los problemas de la línea-- opté por abandonar. Ahora me alegra leer su crítica, pues veo que no me perdí gran cosa.

Muy interesante la mención anterior. ¿Esta el DVD localizable en lugares terrenales?

Yo, esta mañana estoy con

Pues... en lugares terrenales, como secciones de música de grandes almacenes, me figuro que sí. De donde ya lo han quitado, por lo que acabo de comprobar, es del lugar virtual en que lo encontré yo.

Alessandro nell’Indie (Alejandro en la India) es un Dramma per Musica en dos actos, compuesto por el prolífico Giovanni Pacini (1796 - 1867) con libreto de Giovanni Schmidt (1775 - 1839), basado en el drama del mismo título del inmortal Pietro Metastasio (1698 – 1782) (progetto Metastasio), musicado por vez primera por Leonardo Vinci en 1729, y del que se citan nada menos que 65 versiones diferentes, entre ellas las de Georg Friedrich Händel, Johann Adolf Hasse, Nicola Porpora, Carl Heinrich Graun, Giovanni Paisiello, Christoph Willibald Gluck, Domenico Cimarosa y Luigi Cherubini, casi nada al aparato.
La verdad es que Metastasio merece figurar en el Libro Guinness de los Récords: se cuentan un total de 880 Óperas con libreto del poeta romano. La palma se la lleva Artaserse, con 91.



La obra que nos ocupa fue estrenada con gran éxito en el Teatro San Carlo de Nápoles el 30 de septiembre de 1824. Cuenta Pacini en sus memorias (Le mie memorie artistiche) que "Il successo infine fu tale che per ben 70 sere di seguito il mio Alessandro nelle Indie venne rappresentato su quelle difficilissime scene". Al parecer, en realidad fueron 38 funciones (superando éxitos algo más conocidos como Lucia di Lammermoor, que alcanzó las veintidós funciones o Roberto Devereux, diecinueve). El éxito fue clamoroso, y mucho tuvo que ver la magnífica dirección de Giuseppe Festa ("l'imperatore dei direttori") y los excelentes solistas: Andrea Nozzari ("il Papà dei tenori"), Caterina Liparini, Carlo Moncada y, sobre todos, Adelaide Tosi. Nos lo cuenta Pacini: "S.M. Ferdinando IV col suo cappello a due punte (che per uso teneva sempre in mano per riparare la vista dai lumi della ribalta, e per marcare la battuta, amando sommamente la musica) si pose ad ascoltare. Ad un piccolo preludio seguiva un coro d’introduzione, e poscia la cavatina della Tosi. Al Re piace molto la voce, ed il modo col quale la precitata cantante declama il recitativo, per la qual cosa S.M. esclama un sonoro brava! Tutta la sala ripete egualmente brava! – S’impone più che mai silenzio. Al largo della cavatina vengono più volte ripetuti i brava! bene! dal Re e dal pubblico. Segue la proposta della cabaletta, eseguita in modo inarrivabile dall’orchestra; il di cui motivo piuttosto vago ed elegante(che divenne poi popolarissimo) piace per cui si raddoppia l’attenzione dell’auditorio. [...] L’opera in fine progredì di bene in meglio, poiché la precitata Tosi, la Liparini e Nozzari fecero prodigi di valore".



La historia se desarrolla durante la conquista de la India por Alejandro Magno. Alejandro (tenor) ya ha vencido a Poro (mezzo), uno de los reyes de la región, pero le ha permitido conservar su reino, aunque Poro no se muestra excesivamente agradecido, ya que ha vuelto a sublevarse; la esposa de Poro, Cleofide (soprano), intenta manejar la situación diplomáticamente, haciendo valer sus armas de mujer ante el Magno.



Entre malentendidos , disfraces (como el de Gandarte (tenor), general de la armada de Poro, que en un arranque de generosidad intenta hacerse pasar por su Rey para morir en su lugar) y escenas de celos se llega al final, cuando Cleofide, creyendo que Poro ha muerto ahogado en el río Idaspe , dice a Alejandro que quiere morir en la pira funeraria de su marido, como es costumbre en la India, en lugar de casarse con el Rey de Macedonia. Poro, que no estaba muerto (estaba de parranda, ) y observaba en secreto la escena por temor a una traición de su amada, queda impresionado por esta demostración de lealtad y Alejandro, conmovido a su vez, restituye a Poro esposa y reino, concluyendo la obra con un coro de alegría, dicha y alabanza ante la clemencia del Magno.



La Ópera dura 2 horas y 41 minutos, y es un pelotazo belcantista del uno, con melodías de extrema belleza, ese arpa del "Giorno terribile", ese solo de cello del "Bell’ombra adorata", (a partir de 2:17) cabalette por doquier, agilidades a troche y moche. La repanocha. Laura Claycomb (Cleofide), Jennifer Larmore (Poro) y el gran Bruce Ford (Alessandro) están de sobresaliente, si bien el tenor tejano raspa un poquillo arriba. Dean Robinson (Timagene) y Mark Wilde (Gandarte) correctos, sin alharacas.



Libreto (para las representaciones en el Teatro alla Scala en 1827, algo diferente al que ha grabado Opera Rara) y partitura.




¡Aúpa el belcanto!, .

Lo de Metastasio es ciertamente asombroso. Si llega a haber entonces derechos de autor, se forra.

Lástima que todas estas obras y autores belcantistas apenas se conozcan debido a la sombra que les hacen los tres grandes. Echo de menos el hilo de @lm@viv@ "Belcantismo olvidado", que tan instructivo era a este respecto.

Buscando jóvenes promesas me he encontrado con este contratenor alumno de Scholl que no lo hace nada mal. Pero lo que quería señalar no es eso sino la, hasta ahora desconocida por mi, orquesta. Estos Baroque Orchestra Collegium Musicum de Riga suenan realmente bien ¿Alguien tiene alguna referencia o recomendación sobre ellos?

Hoy "Tannhauser", grabado anteayer de Mezzo. Versión de Berlín. Emisión en directo.

Cantan Seiffert, que defiende el personaje con clase y veteranía (demasiada, la voz acusa el paso del tiempo y el vibrato es muy acusado), Ann Petersen, que hace una Elisabeth muy en su papel de buena chica, Prudensakaia, demasiado "estilizada" para ser Venus, pero no canta mal, Mattei, que me ha sorprendido para bien en Wolfram (sólo le había escuchado en Onegin y no me gustó nada) y Pape, que hace un estupendo Landgrave. Los otros, bien. Dirige Barenboim, a quien a veces se le va la mano con la lentitud.

La producción traslada la época utilizando un vestuario del siglo XIX, excepto el que lucen los y las del Venusberg, que es intemporal como corresponde a las actividades que en tal lugar se desarrollan. Personalmente, me fastidian los cambios de época (más bien, los considero una soberana memez), pero no molesta demasiado. Por lo demás, sigue la acción y es fiel al libreto. Algún detalle hilarante, como que los caballeros levantan en hombros a Elisabeth después de su defensa de Tannhauser, aunque no llegan a sacarla por la puerta grande. También el omnipresente ballet, que llega a acompañar algún momento solista en el mejor estilo de las zarzuelas de José Luis Moreno. Ah, y las gafas que usan los personajes masculinos. En fin, poca cosa.

Tengo la impresión que, a diferencia de otros compositores casi coetáneos, las óperas de Tippett están envejeciendo mal. Vocalmente no supone dificultad alguna para el oyente pero sus argumentos son rebuscados y este compositor tiene auténtica devoción por los personajes psicodélicos, mitad extraterrestres mitad adivinos y que parecen más producto del consumo de alguna droga que de la imaginación del compositor.

Esta grabación contiene una de las primeras presencias de Joan Sutherland en el Covent Garden y su nombre aparece destacado en forma de reclamo.

Arrepentidos los quiere Wotan. Anda que algunos no hemos dado la matraca con esta ópera pero como si oyen llover, oiga.

Me alegro.

Luisotti dirigió en el ROH "Don Giovanni" y su interpretación distó de ser personal ni interesante; plana en la obertura inicial, sin realizar los matices que muestran esa obra que transcurre entre lo trágico y lo cómico (según se tituló), aunque recordaría que la intensidad posiblemente se consigue con la fuerza en los finales de acto...Aunque consintió que el director de escena eliminara un fragmento musical ( "Ah, dovè il perfido?") del acto II. Es Mozart, sonará bien...Pero podría ser sublime.

debutó el moro en La Coruña hace unos cuatro años o así, con Arteta de Desdémona.
concuerdo con buena parte de sus apreciaciones. pero el cantante ya venía así de fábrica: tosco, muscular, fraseo pedestre, centro irrelevante, agudo ocasionalmente descollante... nada nuevo. y sí, su moro es intrascendente.