Me alegro de que haya algunos foreros que no conzcan la ópera y les pueda servir de pequeña introducción este precioso fragmento
.
Vamos con un pequeño
resumen de la escena para que se entienda el contexto:
Marenka es una bella aldeana casadera de la Bohemia decimonónica. Se ha enamorado de Jeník, el tenor de turno, con tan buena suerte que éste no la rechaza. Podéis suspirar aliviados... ¡¡no es
La Gioconda!!
. Sin embargo, la muchachita está preocupada: ha oído rumores de que sus papás la quieren casar. Su actitud al respecto podría resumirse en:
1.
2.
3.
A menos de que el agraciado sea Janík, por supuesto. Éste, de acuerdo en que a la moza no se la lleve al huerto nadie más que él, decide contarle su triste historia, pues se conoce que antes no habían tenido tiempo (el amor no entiende de asuntos prácticos): su padre, a la muerte de su madre, volvió a casarse con otra mujer y la afortunada resultó ser lo que comúnmente se llama una harpía. Por eso, Janík decide marcharse del hogar y está (supustamente) con una mano delante y otra detrás (así, más o menos:
), de ahí que a los papás de la chica no les parezca precisamente un buen partido. El caso es que Marenka y Janík se juran mutuo amor al final del dúo.
Fin del argumento que, (afortunadamente para vosotros), esto no es la ópera del mes
.
Musicalmente, como podéis comprobar en la escucha del fragmento, se trata de una pieza muy hermosa. La melodía, por una parte, parece recordar al singspiel alemán (varios pasajes "suenan" mucho a
La flauta mágica, por ejemplo) y, por otra, la forma en que ambas voces (tenor y soprano) se solapan casi como en un canon, evoca cadencias eslavas. Esto no resulta sorprendente, pues Smetana es representante de la corriente nacionalista que define buena parte de la música del siglo XIX. De hecho, parece ser que el respeto por los artistas checos (un país que, a la sazón, no existía como tal, sino que formaba parte del Imperio Austro-húngaro) era, en la época, más bien inexistente. Se cuenta que fue el propio Liszt quien se encargó de reinvindicar, en una velada de 1857, en Weimar, a Smetana, ninguneado hasta la fecha por razones extramusicales. Algo así como lo que hace Baremboim con Wagner en Israel, vamos. La amistad entre ambos músicos fue muy estrecha, y el checo terminó por convertirse en el principal introductor del "poema sinfónico" -tan caro a Liszt- en la actual República Checa, a través de la que, quizá, sea su obra más conocida,
Má vlast (
Mi patria).
La novia vendida (
Prodaná nevěsta en el original) se estrenó con escaso éxito en 1865, pero, tras rodar en unas cuantas funciones, fue tocada con el dedo imperial, pues asistió a una de ellas Francisco José, que disfrutó bastante con la trama vaudevillesca, lo cual contribuyó a lanzarla al estrellato (...
más o menos). A Smetana, que, hasta entonces, le importaba más bien poco lo que pensara un tipo casado con alguien que se dejaba llamar Sisí, tuvo que reconocer que el beneplácito real resultaba bastante útil. La apoteosis llegó con la traducción al alemán del libreto, lengua en la que se cocían las habichuelas del Imperio, con lo que la ópera pasó al repertorio (más o menos
) hasta hoy. Es precisamente la versión alemana la que podéis escuchar en el fragmento que he colgado. A ver si mañana me da tiempo a subir la checa, cortesía de Stiffelio (¡gracias!
).