Primeros años de carrera
Con su primer sueldo, Kirsten compró dos pares de cortinas para la casa de sus padres y siguió estudiando con Mme Jacobsen. Las críticas decían que tenía una voz pequeña pero de agradable calidad y muy musical.
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, los gerentes del Teatro de Oslo pensaron que la gente agradecería mas las operetas cómicas que la gran ópera. Eso le proporcionó su segundo trabajo, cantando Germaine de Les Cloches de Corneville, de Planquette.
Después de otro año, recibió una beca para continuar estudios de canto en Estocolmo, donde pasó dos años y medio estudiando. Su profesor, el Dr. Bratt, corrigió el defecto que hacía su voz tan pequeña, y en tres meses su tamaño se triplicó según palabras de la propia Flagstad. Durante este tiempo recibió clases de danza clásica para que le ayudase en escena. Solo participó durante ese tiempo en un concierto en Oslo, en el que sorprendió el enorme cambio de su voz.
Aunque su objetivo en aquel momento era debutar en la ópera de Estocolmo, durante ese tiempo conoció al que sería su marido, por el que regresó a Oslo. Se casó con Sigurd Hall en 1919 tras un corto romance. Firmó con la nueva Opera-Comique de Oslo y cantó Nedda de Pagliacci, Martha de Der Evangelimann (Kienzl) alternando estos papeles con varias operetas, como La Bella Helena de Offenbach, otras de Lehar….
Pero algo estaba pasando. Estaba perdiendo voz, tenía problemas con el fiato….Estaba embarazada. En Mayo de 1920 nació su hija Elsa-María, lo cual provocó un parón en sus actuaciones durante meses. Su madre, preocupada por la falta de interés de Kirsten hacia el regreso, le enseñó la partitura de Zigeunerliebe, de Lehar, insistiendo en que era ideal para ella. Al comenzar a cantarla, las dos se quedaron atónitas: ¡su voz era el doble de grande que antes del descanso! Esto le empujó a volver a cantar. Pamina, una de las Tres Damas, Desdémona (tuvo que aprenderse su papel en ocho días), Amelia (al que no se adaptó por parecerle demasiado dramático), Minnie de la Fanciulla….
Sin embargo, tras el cierre por quiebra de la Opera Comique, pronto volvio a cantar operetas que le proporcionaban mayor estabilidad económica. Incluso, cuando aquella reabrió para hacer musicales “ligeros” llegó a actuar alguna tarde tocada con plumas en la cabeza y rodeada de coristas (¡quién tuviera una foto!).
Para entonces el matrimonio con Sigurd había fracasado. El se fue a Canadá a hacer negocios. Kirsten viajó con su hija a Finlandia a realizar algunas actuaciones, y después a Göteborg (Suecia).Poco a poco los papeles fueron cambiando: de Micaëla a Mikal (de Saul y David), Margarita de Fausto, luego Aïda, Mimí, Tosca..(la mayor parte de las veces en sueco, noruego o alemán).
Durante un viaje con una amiga suya por Europa, preparó Lohengrin que tenía previsto cantar en Oslo a la vuelta, y audicionó en Berlín con Otto Klemperer, que quedó favorablemente sorprendido. Continuó el viaje por Alemania, luego Italia, y volvió a Oslo, donde tras unos pocos ensayos, estrena Lohengrin el 13 de Junio de 1929.
En la fiesta del estreno, uno de los patrocinadores se presenta y le dice cuánto admira su talento. Se llama Henry Johansen.