Carestini escribió:
mitchum escribió:
La puesta en escena me sigue pareciendo muy valiente y comprometida. No es una boutade, ni un ejercicio de presunción por parte de Livermore. El problema es que mucha gente no sabe lo que ha ido a ver. Es una producción 100% italiana, y fuera del país entiendo que no entusiasme.
¿Qué quiere decir, vaquero? Al leer su post me pareció que sería una producción tradicional, en plan cartón piedra y de época (lo de "100% italiana" me hizo temer lo peor), y al ver las fotos es otra cosa muy distinta y, a lo que parece por la entrevista con Livermore, muy válida.
pues que está muy pegada a momentos de la historia reciente de Italia, que aquí lógicamente no entendemos y por tanto, no sabemos apreciar.
el funeral de Federico, en el primer acto, está basado en el del abogado Borsellino, asesinado por la mafia, y en el que su mujer aprovechó el micrófono para señalar a los ejecutores. un cura le intentaba apartar del atril y callarle la boca. eso sale en la producción.
en el segundo acto, no es un vertedero, aunque lo puede parecer. es el estado en que quedó la autovía después del atentado que costó la vida al juez Falcone, y para el que la mafia voló un tramo de autopista entero. se llamó "la tragedia de Capaci".
estas dos escenas, estas dos imágenes, están clavadas en la retina de cualquier italiano de más de 25 años. es como si aquí hubiese usado el 11-M, o algo relacionado con Miguel Angel Blanco, o el Prestige.
en el tercer acto, es innegable el uso de arquitectura fascista para retratar el despacho de Monforte. y el empleo del Congreso me parece brutal como denuncia de la clase política. las proyecciones del concertante final del tercer acto son historia de los 150 años de Italia. ¡es que a veces se nos olvida que esta producción, por muy coproducida que esté por la ABAO, fue encargada a Livermore para conmemorar el 150 aniversario de la unidad de Italia!
un poco soso el cuarto acto, sin demasiada chicha, pero el quinto, desarrollado en un plató de un reality televisivo... ¿no es acaso internacional?
Livermore es muy atrevido. incluso ha tenido que improvisar el pastiche de las proyecciones para el ballet. y lo ha hecho "españolizando" su tono de denuncia, cargando contra la clase política y planteando los problemas de la sociedad actual, como el paro, la pobreza o los desahucios. ¿que eso no gusta en Bilbao? eso es otra cosa. pero la ópera, como cualquier otra representación artística, tiene que estar pegada a su tiempo. yo prefiero que la denuncia de nuestra realidad se produzca a través de una producción inteligente que no con pancartas a destiempo, manifiestos o huelgas. ESTA es la capacidad del arte para hacernos reflexionar.
yo, personalmente, braveé a Livermore.