Acabo de regresar de Bayreuth donde volví tras 11 años de mi primera visita a la colina verde en 2000. Este año me tocó poder ver el Parsifal (dia 21) y Tristan e Isolda (dia 22).
Ya lo glosaré con detalle y para ello abro este hilo para ubicarlo y que no se me olvide. A grandes rasgos diré que la experiencia de este año dista bastante de la de 2000 donde tambien disfruté de otro Parsifal, y de Maestros y de Lohengrin. Tanto las producciones como el nivel musical (director y/o cantantes) de cualquiera de estas tres me parecieron muy superiores a cualquiera de las dos de esta última edición.
Siempre Bayreuth es un goce, un chute wagneriano sin posible parangón, por todo lo que se hace, rodea y disfruta en torno a este festival. Eso siempre será así aun en el peor año que haya tenido el festival en toda su historia. Pero claro, uno ya habla partiendo del hecho de estar en un escenario y contexto sobresalientes con altas posibilidades de obtener una matricula de honor, y por lo tanto cuando nos quedamos en notable pues nos sabe a poco, aunque esa de por sí sea una nota muy superior a la nota media en otros escenarios donde se ponga Wagner: alto y claro, Bayreuth siempre parte con esa ventaja.
Hay un tema no musical que sí me gustaría anticipar. Ha hecho mucho calor estos dias por ahí: humedo y superior a los 30 grados. Ha sido muy desagradable estar en un teatro en representaciones que copan desde las 16.00 hasta pasadas las 22. El Festpielhaus se convierte en una olla a presion, la gente sudando como pollos, aun cuando todos nos quitamos la chaqueta de rigor. Me parece increible que nadie se haya planteado acondicionar de una vez el teatro, y viendolo dentro hay mil y un sitios donde se podría instalar sin violar su estructura y afectar en nada a la sonoridad. Un día alguien le va a pasar algo serio de verdad, la gente que va tiene edades avanzadas y a alguno un dia lo sacan del aforo con los pies por delante. Si a mi que no llego aun a los 40 y vivo en un pais donde en verano nos toca aguantar hasta mas de 40 grados me resulta insufrible la sensacion, para un señor de casi 80 años que viva en Franconia la cosa puede suponer un dia su final.
No me vale el argumento purista de dejar el teatro tal cual Wagner lo vio: de hecho ya han puesto un pequeño forro de tela a las sillas de madera, y Wagner se comunicaba con sus colegas por carta o por paloma mensajera, no por email, iphone o movil. El mundo sigue, y el avance trae cosas buenas que mientras no violen la esencia y pureza de los originales, por qué negarse a usarlos?. Ya digo, hemos tenido mala suerte con las altas temperaturas (no nos paso en 2000, donde mas o menos la cosa se soportó mejor, aunque calor para dar y tomar), pero relativamente: no olvidemos que es un festival que copa desde final de julio al final de agosto, y por lo tanto esto no es raro.
Mas comentarios, con mas calma en pocos dias.
Saludos de nuevo y encantado de volver a poner cosas por aquí