Bueno, pues estuvimos en el citado estreno. Esperaba yo mucho de la función y no decepcionó. Se dio además la circunstancia de que dos de mis mejores amigos vinieron conmigo a la ópera, siendo para ellos su primera vez, y salieron, como yo, entusiasmados.
Impresión general de la función: La mejor que estos ojos han visto en el teatro de La Maestranza. Además, fue una función que fue a más, empezando bien, para rematar un segundo acto de antología tras el descanso.
La Orquesta Ciudad de Granada (La ROSS anda de gira por Austria con Pedro Halffter) estuvo dirigida por
Maurizio Benini, que resultó un excelente acompañante de cantantes. Es un director italiano de estos de la vieja escuela, muy preocupado por acompañar a los cantantes. Se le veía perfectamente estar atento a todo lo que sucedía en escena y a lo que hacían los cantantes. Muy bien él y la orquesta. Destacar el buen hacer en el continuo de Iñigo Sampil, maestro repetidor, y de las cuerdas que le acompañaron, que nos ofrecieron un precioso acompañamiento en los recitativos.
De los cantantes, poco que decir.
Mariella Devia es la perfección hecha canto, punto pelota. Es como Mary Poppins, "prácticamente perfecta en todo". Fue la triunfadora de la noche, y la que arrancó más bravos (servidor está afónico hoy). Una inmensa capacidad dramática (los hay que lo dudan) tiene esta señora bajita y madura, que es capaz de expresar con la perfección de su canto la tragedia del drama decimonónico, ajeno aun a los excesos veristas. Se marcó la Devia una escena la prisión memorable, y un Giusto Dio para alucinar.
Daniella Barcellona es un gran Tancredi. Voz grande, bonita, corre por el teatro perfectamente. Algo tirante en el registro agudo, si algo me sorprendio de ella fue lo bien que empastaba su voz con la de Devia. Los dos duos que tuvieron juntas fueron dos grandes momentos de la noche. Mis amigos alucinaban de como dos voces podían sonar como una, y como eran capaces de hacer trinos y agilidades juntas con esa sincronización.
Por
Gregory Kunde han pasado los años. La voz, si tuviera que decir una sola cosa de ella, ha perdido flexibilidad. Es una buena voz, y se nota el savoir faire del cantante, pero es una voz que en el primer acto adoleció de cierta rigidez. Sin embargo, mejoró mucho en el segundo en su larga aria de entrada, donde estuvo muy bien.
Los demás estuvieron a un nivel correcto, destacando el Orbazzano de Gierlach, que estuvo muy convicente.
La puesta en escena de
Yannis Kokkos, pues, bueno,
, estaba allí
. A mi personalmente me resultó indiferente, y a uno de mis amigos le gustó mucho y al otro nada. Yo me quedo en el término medio: tenía detalles interesantes de escenografía, pero me pareció en suma bastante mediocre.
En cuanto a lo de los aplausos, pues yo me harté de aplaudir y las señora de mi alrededor (dos de ellas pasaron toda la función plácidamente dormidas
) me miraban raro cuando braveaba. Pero Mariella lo merecía
, y mis amigos quieren repetir
Y a ver que nos canta esta noche Inva Mula