Abdallo escribió:
McCracken fue de esos tenores de los que nadie se explica su fama y carrera, a no ser que porque como estadounidense, el MET y su audiencia lo encumbraran inmerecidamente por aquello del chovinismo. El Otello de Del Monaco con Karajan -ahora un nuevo CD ha logrado reducir el desproporcionado volumen orquestal- es notable, pero al florentino se le debe escuchar siempre en vivo, para evitarnos esos excesos a los que era tan proclive. Vocalmente, lo puede encontrar incluso mejor con Erede unos años antes.
Algunas palabras.
McCraken en los años cincuenta del siglo XX, era un tenor comprimario en el MET básicamente, que decidió con la venia de Rudolf Bing marchar a Europa.
Ahí estaría por aproximadamente diez años en teatros germánicos, donde era muy solicitado y empezó a generar atención por el desempeño en el papel de Otello.
Rudolf Bing lo fue a escuchar allá y lo firmó para cantar el Moro en la temporada de 1963, del viejo teatro de la Gran Manzana.
El éxito fue total y nunca se separó a partir de ahí de todas las temporadas del Met hasta su retiro.
Así que la causa de las bases de su fama y carrera, se estuvieron fraguando del otro lado del charco.
Se podrá criticar que sus voz es fea por utilizar un apelativo subjetivo, pero era grande, inmensa, según me contaron quienes lo escucharon in situ y eso no es poca cosa, además de intérprete entregado y honesto.
El Met siempre ha querido tener a su tenor gringo de la casa y en él lo encontraron por cerca de veinte años, luego de Tucker y así ha sido siempre.
Ahora están promoviendo a Brian Jadge al no despuntar Brian Hymel.
A los gringos, les gustan ese tipo de voces y me viene a la mente Kurt Baum, del cual McCraken fue tenor comprimario.
Yo lo escucho con interés, a la vez de con cierta sonrisa y no lo vilipendio.
En su tiempo se codeó en el Met con los jóvenes Pavarotti, Domingo y antes Corelli, Bergonzi, al igual que de Konya, Labo, King, Thomas, Gedda, Kraus, etc. y siempre tuvo su lugar.
Corelli en una entrevista que le escuché, llegó a hablar bien de él.
A propósito de Corelli, él era el contratado para la grabación que se menciona, pero declinó, al igual que Montserrat Caballé que era la Desdemona prevista.
Corelli, también en una entrevista dijo arrepentirse décadas después, por esa estúpida decisión en sus propias palabras, pues vocalmente no le representaba ninguna dificultad, pero se reservaba en lo interpretativo.
El Moro de McCraken en esa grabación, en algunas ocasiones luce desbocado, descontralado, indisciplinado.
Él mismo también en una entrevista dijo, que escuchando esa grabación, algunas cosas las hubiese hecho de otra manera.
Pero habiéndolo escuchado grabaciones en directo donde nada de eso se percibe, sino todo lo contrario, pues buena culpa debió tener Barbirolli, que no lo metió en cintura, le faltaron pantalones o acaso fue cómplice.
Recuérdese que en las notas de la grabación, el director mencionaba los relatos de su abuelo que había sido cellista en la orquesta del estreno de Otello con Verdi, Tamagno y Maurel, por lo que tenía de primera mano las intenciones del autor.