Veo a Despinetta más remolona que a Rajoy con sus crónicas deportivas.
Pasado ya el último periodo de rebajas del año y justo antes del acueducto laboral, allí estaba este atractivo
Trittico, más por la rareza de verlo entero, y por algunas voces, que por las obras en sí (salvo
Il tabarro las demás ya las había visto). Desde luego, ha valido la pena.
La puesta en escena era única para las tres óperas, una especie de sección de un avión tras un trágico accidente. Por
Il tabarro no pasaba el Sena, lo más cercano serían las cañerías del baño. Se anunció (según me tradujeron) que Davidsen estaba tocadilla por un catarro pero que podía cantar. Y vaya si cantó. Cierto que no con la potencia que seguramente es capaz de mostrar, pero sí más que suficiente, muy implicada con la obra. Buenos agudos y buena presencia. Muy bien Maestri, que no me gusta mucho, pero estuvo muy solvente tanto en las declamaciones (casi todo) como en el final, desde su aria "Nulla, silenzio!". A su lado, el más beneficiado por la afección fue el tenor Brandon Jovanovich, que empezó muy machito y se fue apagando poco a poco, hasta quedarse casi mudo tras el primer incidente musical. Supongo que habría más pero ya no se escucharon. Acabó casi cantando en
play back. Esto en una ópera de 55 minutos, no me lo quiero imaginar en
La bohème. Al final estuvo "colgado" para mostrar que estaba muerto y oí a alguien que dijo "que lo dejen ahí". Supongo que sería Tunner. Desde luego, mostró buenos abdominales para no partirse en dos. Los laríngeos, en cambio...
El avión ahora se convierte en un convento de cualquier estilo actual, aparecen las monjas y empieza
Suor Angelica. Al frente, una especialista, Ermonela Jaho. Una soprano muy distinta a Davidsen, voz más humilde pero muy musical. Ha interiorizado este papel hasta hacerlo suyo y lo borda. No es la Caballé pero cantó una "Senza mamma" maravillosa. Es buena actriz y sabe transmitir. Luego quiso mostrarle a Tunner que cuando quiere se la escucha, aunque un poco forzada. Tunner correspondió con aplaudiendo en pie y esbozando un "bravo" que cortó de raíz al ver que lo espiaba. Gran presencia también de Daniella Barcellona, que ofreció una fantástica tía cruel, en un contraste visible con el personaje de Jaho. Estupendo el coro femenino. El masculino, inaudible.
Y finalmente nos encontramos en la vivienda donde ha muerto el señor Donati, no sabemos si de covid. También hay otro muerto que cuelga del techo, supongo que sería Jovanovich, aún penitente. Maestri y Barcellona se despojaron de sus oscuros personales iniciales y se lo pasaron en grande con los cómicos. El barítono también ha hecho suyo este papel. Ruth Iniesta estuvo muy comedida en su pequeña aria, en la que podía haberse lucido más; todo lo contrario su tortolito Ayón Rivas, que cantó mucho tiempo a pleno pulmón. Tiene una voz bonita y bien sonora, espero que sepa cuidarla.
En el entreacto pude compartir en la Sala de los Espejos unos minutos con Tunner, que me dijo que le iba a pedir un autógrafo a Jaho; con Despinetta, que me dijo que copiaría mi crónica; y con Corcontas, que no me dijo nada porque estaba más pendiente de los espejos que de otra cosa. También vi a wotan74, que esta vez no estaba tan contrariado con la orquesta, aunque echó de menos a Pons.