Siegfried escribió:
No puedo entender que con una lesión un jugador pueda ganar en un circuito de profesionales, sobretodo en un deporte tan exigente.
Es una lesión que ha tenido desde siempre pero que no le ha impidido jugar porque el dolor al principio no es ta intenso sino gradual. El problema es que en el tenis, si tienes la mente en otro sitio no ganas un partido.
Nadal desde sus inicios tenía el problema de que dos de los huesos del pie, creo que el astrágalo y el escafoides (pero no estoy seguro) se rozaban y causaban esa molestia. Para no operar, decidieron ponerle una plantilla que variara el apoyo e impidiera ese rozamiento. Y así pudo jugar unos años. Pero el cuerpo humano, cuando le sometes a algo antinatural, acaba protestando, y en esta ocasión fue la rodilla, que soportaba una presión no habitual. Comenzaban las tendinitis y otros problemas en esa zona y tuvo que parar en 2009. En ese callejón sin salida la solución fue perder peso y dejar de ser Conan el Bárbaro para tener un físico de futbolista. Ello alivió la carga en la rodilla pero de ningún modo lo resolvió, por lo que llegaba muy tocado a final de año y más de una temporada ha tenido que parar para recuperarse. Poco a poco el deterioro va siendo mayor y esos dolores en el pie son tan insoportables que ya no los evitan ni las plantillas ni ser un peso ligero, por lo que se recurre a la infiltración. A anestesiar esa zona.
Siegfried escribió:
Y si se lesiona de algo más (en esa zona) durante un partido, ¿no lo notará? Suena peligroso.
Es que ese es el gran problema de este tratamiento. Si se hubiera caído como Zverev a lo mejor podría haber seguido jugando hasta destrozarse el pie. El horizonte es la operación, supongo que limar ese crecimiento óseo anómalo, pero con 36 años supondría el adiós deportivo.
En teoría, claro, porque con este hombre nunca se sabe.