Yllanes escribió:
Fire Shut Up in My Bones (Blanchard). Metropolitan Opera. Nueva York, 01-X-2021.
Vuelve el Met después de 18 meses cerrado y yo a él después de 20.
Y lo ha hecho con Fire Shut Up in My Bones, primera ópera de un compositor negro que sube a su escenario. De hecho, hasta es la primera vez que los directores escénicos son negros. No es un estreno mundial, las primeras representaciones fueron en San Luis en 2019, pues el Met continúa con la cutre filosofía del «que inventen ellos». Pero sí es una ópera interesante que creo que va a tener recorrido más allá de esta producción y que recomiendo para el que esté interesado en la retransmisión en cines de dentro de unas semanas.
Blanchard viene de una exitosa carrera como trompetista de jazz y compositor cinematográfico (varios Grammys, nominación al Oscar, etc.) y esta es su segunda ópera. Y nos brinda una partitura muy interesante y ecléctica: sin duda el jazz está ahí, pero se mueve muy hábilmente entre estilos. Trata bien a las voces, aunque le falta algo de fantasía para que brillen del todo. Además, consigue incluir muchos aspectos de la cultura afronorteamericana, entre ellos un bautizo góspel y un número de step dance aplaudidísimo.
El libreto de Kasi Lemmons, basado en unas memorias, funciona bien en general. Muy basado en diálogos, bien escritos y con impacto. Tiene, eso sí, un problema significativo: su excesiva longitud y redundancia dramática. Se vuelve una y otra vez (de manera diferente, eso sí) sobre la violación sufrida por el protagonista Charles en su niñez. Tiene pinta de que esto es un efecto secundario de haber cogido una ópera escrita para un teatro y elencos pequeños y aumentarla para adaptarla al Met (se han añadido personajes, escenas, etc.). No era una ópera concebida como gran espectáculo y se nota. Sobre todo el primer acto se hace largo. Pero la función sobrevive a este defecto y hay más que suficientes puntos de interés.
El Met ha juntado un reparto muy cuidado (hay muchos papeles enjundiosos, tanto vocal como dramáticamente). Will Liverman triunfa como el torturado protagonista Charles. Le falta volumen y cuerpo y tarda en calentar, pero tiene un timbre bonito, se entrega al máximo y convence dramáticamente. Angel Blue está desperdiciada en su triple papel de Loneliness/Destiny/Greta (personificaciones de la conciencia o traumas de Charles y una novia), aquí es donde había ocasión para darle alguna floritura vocal.
Pero la función se la mete en el bolsillo Latonia Moore como la madre de Charles. Tiene lo más parecido a un aria convencional y consigue convencer dramáticamente en un papel algo bipolar (a veces una realista representación de una madre agotada y a veces una esposa celosa que va por ahí con una pistola diciendo «prepare to die, mothafucka»). Entre los papeles secundarios, me gustó sobre todo Ryan Speedo Green. Los demás están todos en su sitio y crean personajes muy vivos. Una labor de conjunto estupenda. Muy bien Yannick Nézet-Séguin al frente de la orquesta, aumenta con una sección rítmica de jazz.
Boris Godunov (Mussorsgky). Metropolitan Opera. Nueva York, 02-X-2021.
Fire Shut Up in My Bones fue improvisación por mi parte (vista nada más salir del avión desde Madrid). Mi plan original era parar en Nueva York de camino a San Francisco para ver Iphigénie en Aulide y Boris Godunov. La primera se canceló porque no vendían entradas y además los problemas laborales del Met los dejaron sin tiempo para prepararla. Quedó el Boris del que, por primera vez en el Met, se presentó la versión original. Eché de menos el acto polaco, pero está bien ver esta versión alguna vez y además tenía sentido en estos tiempos en los que quieren hacer funciones sin descansos para animar a ir a los espectadores que no quieran mezclarse demasiado con un grupo grande de gente. Función correcta, bien dirigida por Weigle y con un René Pape elegante aunque algo soso dramáticamente.
Gracias por la crónica.
Respecto de Fire Shut Up in My Bones, escuché la función el día del estreno.
Mi consigna es darles una oportunidad a las óperas que escucho por primera vez.
En este caso, para mi fue más que suficiente esa escucha y no me motiva en nada ir a mirarla en el cine, como para pensar que la puesta hará levantar enteros.
No es que se me tilde de tradicionalista, pero incluso otros "estrenos" en el Met, me han generado más interés que este y aclaro que no es nada en contra del contexto de la misma.
Si me atrevo a afirmar, que tendrá algún recorrido menor en USA, pero no creo que genere interés fuera del país. Rápido olvido.
Tampoco voy con esos clichés de las reinvindicaciones, con que se quiere meter la obra al potencial espectador.