tucker escribió:
Trovatore escribió:
Por una vez los norteamericanos nos imponen una tendencia que resulta positiva; en estas alturas de la historia de las artes escénicas, maquillarse para aparentar ser de otra etnia es anacrónico.
Y tengo ganas de que Pretty Yende se haga wagneriana, a ver qué Brünnhilde nos saca xD
En desacuerdo obviamente, los libretos y las historias deberian respetarse
A sensu contrario entonces de lo que manifiesta Trovatore, podemos representar un PORGY AND BESS, maquillados totalmente de rubios o convertir a la Cio Cio San en una pelirroja vikinga.
Pues supongo que a alguien se le podría ocurrir una caracterización de ese tipo, persiguiendo algún “konzept” determinado, como por ejemplo un Porgy and Bess distópico en el que los WASP serían la clase marginada. Pero como a mí precisamente ese tipo de extravagancias no me suelen convencer (habrá excepciones), por lo que abogo es justo lo contrario, evitar forzar la caracterización en el aspecto racial del personaje.
En la vida real, los roles de blancos, negros y asiáticos son intercambiables; por eso me parece útil hacer cundir el ejemplo en las artes escénicas, de modo que ningún actor ni cantante se vea empujado a remedar una etnia que no es la suya. Porque la propia es igual de válida que las demás, no hay una más adecuada que otra para encarnar un rol determinado, de manera que Porgy y Bess pueden ser blancos tanto como Siegfried y Brünnhilde pueden ser negros, coreanos, etc.
Los libretos de las óperas clásicas fueron escritos en épocas en que los prejuicios raciales eran de común aceptación en todas partes, justificados por toda clase de argumentos, incluso científicos. En base a eso se suponia que la etnia, además de los rasgos físicos, condicionaba los rasgos morales y el carácter del individuo, cosa que ahora sabemos que es falsa.