Como llevo una temporada en que la carga de trabajo apenas si me permite entrar al foro (y aún me quedan algunas semanas hasta que vea la luz al final del túnel), aprovecharé, para mantener este hilo, los posts que puse en el foro provisional habilitado por el Marqués. Así me ahorro algo de tiempo, y no caen en el olvido las tres obras que puse allí.
Empezamos por la obertura de "Gwendoline", de Chabrier:
Emmanuel Chabrier fue mucho más que el autor de "España". Compuso óperas y operetas, de las que posiblemente sea "L'étoile" la más conocida. Sin embargo, el fragmento que traigo hoy es la obertura de "Gwendoline", una ópera ambientada en una aldea sajona invadida por piratas daneses durante el siglo VIII. Harald, jefe de piratas daneses, luego de asaltar diversas poblaciones, llega a la aldea donde vive la joven Gwendoline junto a su padre Armel, terrateniente y jefe de la comunidad.
Momentos antes de la llegada de los invasores la joven recuerda un sueño
. que le anticipaba que un danés la llevaría consigo hacia el mar. El jefe pirata quiere matar al viejo Armel, ya que se niega a entregar el oro y las riquezas que la comunidad guarda; Gwendoline se interpone rogando por la vida de su padre, y la belleza de la joven deja deslumbrado al rústico Harald. Éste queda a solas con ella y luego de dialogar largamente, llama a Armel y le pide su mano. Este accede, pero sólo como una forma de tomar venganza contra los invasores; dice a sus hombres que cuando los daneses beban y se relajen luego de la fiesta de bodas, podrán matarlos sin esfuerzo ni peligro.
En el Segundo Acto, Armel trama la venganza junto a sus secuaces mientras se prepara el casamiento de los jóvenes. Entran los contrayentes en la sala, y ambos grupos -sajones y daneses- les ofrecen dones. Armel los bendice y juran por la fe de los grandes dioses amarse hasta la muerte. El viejo sajón fuerza a escondidas a Gwendoline a tomar un puñal, con la indicación de matar a Harald mientras duerma. Ella parece aceptar el pedido de su padre y esconde el arma entre sus ropas. Cuando los recién casados quedan solos, la joven pide a su esposo que huya de allí y no regrese jamás, dice que lo ama y revela la conjura que le tienen preparada. El no presta atención a sus ruegos y le pide que se quede a su lado; ambos reiteran sus votos de amor.
Se oyen los gritos de los daneses que están siendo masacrados por sorpresa por los sajones. Harald sale en su ayuda seguido de su esposa, quien antes le entrega el puñal que su padre le había dado. Los sajones han vencido y Armel hiere de muerte a Harald con su propia espada; entra Gwendoline y al ver la escena toma el puñal que éste aún conserva en su mano y se hiere mortalmente. La pareja, frente a sus últimos momentos, evoca la eternidad que pasarán juntos en el Walhalla, donde será posible finalmente la realización de su amor.
Son numerosas las referencias wagnerianas que el libreto presenta: El sueño de Gwendoline, en claro paralelo con el sueño de Senta con el extranjero en El Buque Fantasma -o también, el sueño premonitorio de Elsa en Lohengrin. La relación Gwendoline-Harald-Armel reproduce con algunos matices la de Senta con el Holandés y Daland. Harald tiene la misma rusticidad e ingenuidad de Siegfried y como en él, su amor nace a través de la mirada. La escena del ataque a Harald en la cámara nupcial retoma una situación del Lohengrin. El dúo final de amor y muerte, con su evocación a las divinidades germánicas, tiene alusiones muy claras a Tristán e Isolda. Aparece aquí también, como en su última e inacabada creación, Briséïs, una rudimentaria muerte de amor (Liebestod).
Sobre el libreto tal como lo presentó su autor, Chabrier trabaja entre 1879 y 1885. Desde antes de terminarla, se trató de arreglar su estreno en la Opéra de Paris. El músico intentó en vano negociar a través de numerosos amigos con influencia, pero su reputación de "wagnerista" y de compositor demasiado exigente atemorizó a varios directores. Tras muchas vicisitudes, la ópera se estrenó en el Théâtre de la Monnaie de Bruselas, el 10 de abril de 1886. El éxito fue rotundo y el compositor recibió numerosos elogios. A pesar de ello, Gwendoline bajó de escena luego de la quinta representación, ya que el director de la Monnaie declaró haberse quedado sin fondos. Chabrier esperó en vano que debido a la gran aceptación de su obra, la Opéra de Paris la acogiese prontamente, pero no fue así. Fue necesario que antes la obra triunfase en Leipzig, Dresde, Munich, Stuttgart y Düsseldorf. Por fin, en 1893 llegó a la Opera de París, cuando ya el compositor no podía disfrutar del triunfo por tener perturbadas las facultades mentales.
"¡Mi pobre padre no sabía ya nada! ¡Aplaudía como si se hubiera ejecutado la obra de otro! Mientras los bravos de la multitud llegaban a él, reía por nada, puerilmente. Todos miraban hacia donde estábamos; desde la sombra de un rincón, mi madre sollozaba y nosotros llorábamos juntos al ver sus lágrimas. Él no se enteraba de nada, estaba como sin pensamiento y sin fuerzas. Fue la hora más terrible de mi vida". Así se expresaba André, segundo hijo de Emmanuel Chabrier, acerca de la experiencia vivida cuando, después de muchos años de ser ignorada en este teatro, Gwendoline llegó a la Opéra de Paris. Era el 27 de diciembre de 1893, cinco meses después, Chabrier moriría.
(Fuente: "Emmanuel Chabrier: Guía para escuchar a un operista infortunado", artículo de Mario Arkus en
http://www.filomusica.com/filo34/chabrier.html)
Escuchamos la Obertura de "Gwendoline" en la versión de la Orquesta Nacional de la Radiodifusión Francesa, dirigida por Sir Thomas Beecham en 1961.
http://www.youtube.com/watch?v=7_oNU4EJrAoChabrier me gustó mucho la verdad.
Lástima que no haya podido ver su ópera en París, muy triste.