Para este 2019 me he propuesto comentar brevemente algunos de los conciertos sinfónicos que veo (repertorio que tengo bastante descuidado), a modo de diario. Empezamos escuetamente con el primero del año, que me encontró en Madrid.
Concierto para violín (Berg) y Sinfonía n.º 9 (Bruckner). Orquesta de RTVE. Teatro Monumental. Madrid. 10-I-2019
Atractivo programa con el que volvía al Monumental la orquesta de RTVE (aunque con no demasiada presencia de público). Curiosamente, dado mi limitado recorrido como espectador en repertorio sinfónico, he visto mucho Bruckner. Esto se debe en parte a mis frecuentes viajes de trabajo a Boston, donde no hay demasiada ópera para competir con la sinfónica y Nelsons ha ido explorando la obra de este compositor, y a que Muti en Chicago también le ha dedicado mucha atención últimamente (y no perdono mis tres o cuatro peregrinaciones mutinianas al año).
En concreto, la Novena la había visto dos veces: con Muti en Chicago con un sonido fabuloso pero quizás un estilo que los muy brucknerianos considerarían poco ortodoxo y un decepcionante concierto con Eschenbach y la NY Phil. De hecho, si no fuera porque los he visto relativamente pocas veces, me atrevería a decir que esta orquesta ha dado un bajón tras la marcha de Gilbert.
En esta ocasión la OSRTVE contaba con el especialista Dennis Russell Davies, que ofreció una versión francamente buena. Es de destacar el balance conseguido entre las diferentes secciones. La orquesta respondió en general muy bien, especialmente los metales que lograron un gran sonido, aunque se echó en falta quizás algo más de transparencia. Davies hace una lectura que podríamos calificar de contenida, sin el tremendismo con el que muchos directores llevan en particular el tercer movimiento.
Antes del Bruckner tuvimos el gran Concierto para violín de Berg, con Benjamin Schmid. Este violinista logró una interpretación notable, aunque algo escasa de presencia, en ocasiones con dificultades para destacar frente a una orquesta un poco ruidosa. En particular, se echó en falta algo más de expansión en los agudos.
En general, un concierto notable y una buena vuelta de la OSRTVE a su teatro (que, por cierto, no vi demasiado cambiado, quizás los más habituales apreciaran más cambios).
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