Yllanes escribió:
¿Entonces si uno se saca el abono, no permiten cambiar las entradas por otra función? Yo lo que no entiendo es cómo puede ser sostenible un sistema de abonos tan rígido. O bueno, sí que lo entiendo, la mayoría de la gente va a lo que le cae en el abono sin pensárselo mucho ni saber lo que va a ver.
Siddharta ya le ha respondido, y en cierto modo está bien, aunque no termino de comprender lo de cobrar 5 euros. No me gusta ya hablar demasiado de mi vida personal, pero la razón principal por la que no me aboné era porque mi trabajo era en comercio, incluidos los fines de semana, y con los horarios que tenía no era plan de decirle a la jefa o jefe de turno que me de x ó y cambios de turnos o días libres para ir al Real y de paso jo**r a mis compañeros. Naturalmente eso es un problema cuando compras por anticipado para un Butterfly o una Norma con Devia. Pongo este ejemplo porque estoy seguro de que no soy el único al que las circunstancias laborales o las que sea no le han permitido abonarse. Ya en 2017 me pasó con el Macbeth de Plácido: a partir de 60 euros las localidades más baratas, pero entonces tenía mi trabajo. No me quiero ni imaginar lo que quedará para Trovatore, no digamos ya para Giovanna d'Arco: lo más barato se quedará en 200 euros para vender al público general. Con El Oro del Rin SE HAN LUCIDO DIRECTAMENTE. Mi amor por Wagner (y algunos ahorros) me hicieron comprar una localidad y no mandar a tomar por saco al Real cuando la señorita de taquillas me dijo lo que había.
Ibn Dhon escribió:
Tal cual. Y no solo eso. Yo, en mi caso, he sido abonado de la zona G durante cinco temporadas (tengo 25 años). Y en abril no tuve más remedio que enviar un correo renunciando a mi abono porque NO PUEDO PAGAR el precio de un abono que ha ido
in crescendo todas las temporadas desde que estoy abonado. Mi ex-butaca de abono, la última (nº 16) de Tribuna de la zona G, vale más del triple que la butaca de al lado (nº 18, zona H). Vergonzoso, no tiene otra palabra. De momento me estoy aprovechando de las entradas de último minuto, pero eso solo te sale bien si hay entradas suficientes el mismo día de la función. O sea, una lotería: puedes verla o quizá no.
Y eso que tú puedes. Yo ya tengo 30, casi 31. Pero es que para una ópera popular no te merece la pena esperar tanto porque se agotan a las pocas semanas. Ya había que echar 5 horas de cola la mañana antes en la cola del último minuto cuando Mortier vivía, pero ahora ya ni eso. Que hasta los 35 tenemos el 60% pero es que si quieres ver una obra del repertorio tienes que vértelas venir sabiendo que ya han desplumado todo lo asequible días antes los socios y abonados. Y no digamos lo difícil que se ha convertido para mí llevar a gente nueva o interesados. Yo tenía amigos que querían ver el Oro (con sus proyectos y sus trabajos con sueldos "juveniles", y no sigamos para no hablar de política) y ya no me atrevo a decir nada más a nadie hasta que, visto lo visto, pueda permitirme hacerme amigo del Real (porque los amigos Jóvenes y Jóvenes plus no tienen tales ventajas) y evitar estas situaciones, pero no deja de parecerme un vil abuso.
Pero vamos, que el Real parece ser el teatro de los ricos que como bien apunta el sr. Yllanes, van sin saber qué les cae en el abono. Me acuerdo de que en una cola para camerinos una señora decía que la mitad de lo que le caía la próxima temporada eran cosas
esóticas. O de otro usuario que decía que había que esforzarse para ir al Real, que 300 euros no era nada para el magno valor de las obras que se programan aquí. Nada más que decir, señoría.