Carl Tunner escribió:
y sus acentos se basan en la sobreactuación de filiación Circo Barnum que en un verdadero temperamento dramático.
Sr. Tunner, en sus observaciones sobre la vocalidad de Radvanovsky no puedo discutirle nada porque carezco de sus conocimientos y su capacidad de análisis, y ya sabe la confianza que tengo en lo que usted opina y en las explicaciones con que generosamente me ilustra cuando le veo en el Real. Sin embargo, en lo que se refiere a los aspectos dramáticos ya discrepo por lo siguiente.
A la Sra Devia la admiro profundamente por su técnica vocal pero con frecuencia me deja un tanto frío en sus interpretaciones, y no solo porque a mi parecer tenga a veces un cierto distanciamiento emocional o frialdad, sino porque sus propias características vocales a veces no le permiten más juego dramático. Me refiero en concreto a la Norma que le vi en Les Arts. Prácticamente desde que irrumpe Pollione en escena cuando Norma le dice a Adalgisa que de dónde es el joven del que se ha enamorado, hasta el final de "Vanne si mi lascia indegno", estuvo prácticamente inexistente.
Creo que inteligentemente pensó que no merecía la pena forzar su instrumento ni gritar, porque ni siquiera así los resultados hubieran sido buenos. Pero las prestaciones, en este caso tanto vocales como dramáticas, se resintieron y mucho. Yo me quedé con una sensación de "impotencia vocal y dramática" por parte de Doña Mariella, en esta parte en concreto.
La Sra. Radvanovsky, en mi opinión, con todos los defectos que tenga, expresa mejor la furia, la ira y sus deseos de venganza porque tiene un instrumento con el que si quiere es "imponente".
Por otra parte en la escena final, tan sobrecogedora y emocionante, me ocurrió que la Devia me dejó así mismo un poco frío. Y no solo por ella, sino por el director, que en mi opinión eligió unos tempi muy apresurados que estropearon los momentos de clímax que se suelen alcanzar otras veces.
Sin embargo, cuando vi a Radvanovsky me la creí; me pareció una madre sincera, humana, con el dolor y la preocupación por sus hijos; no un personaje marmóreo (como le podría ocurrir a la maravillosa Joan Sutherland en sus grabaciones, que aún gustándome tanto, en la escena final me dejaba un poco frío).
Yo si pudiera le escucharía a Devia todas las Normas posibles, porque lo que ofrece en ciertos aspectos es único y por desgracia a extinguir. Pero Radvanovsky me conmueve mucho más. Eso sí, el Casta Diva con cabaletta que se marcó la Devia en Oviedo el pasado 14 de Mayo, me hizo tocar el cielo. Desde mi punto de vista estaba en "estado de gracia" con un legato y una elegancia increíbles. Me desgañité con bravos de agradecimiento.