Rubini escribió:
agreste escribió:
¡Hombre! Lleváis media vida (o vida entera) viendo y oyendo Otello, os cambia el color del protagonista y ya no entendéis la obra (y eso que ponen subtítulos). ¡Cuán fugitivo es el entendimiento!
Hay puntos a mi parecer más cuestionables:
Por ejemplo siempre me he preguntado cómo después de yacer "cuasi" muerta en escenario por estrangulamiento varios minutos Desdémona es capaz de alzar la voz para echarse todas las culpas y luego se muere definitivamente (un buen truco de guionista: simular que se está muerto para sacar algún efecto especial). Si por lo menos estuviera herida por arma blanca... No soy experto en procedimientos mortales, pero a alguien se le debería haber ocurrido enmendar a los genios.
Me quedo con el grito que dio una niña que estaba sentada a mi vera: ¡Ahora que por favor nadie le ayude (a Otello cuando se suicida), que es muy malo!
No lo veo tan descabellado, dentro de las múltiples cosas descabelladas que pasan en la ópera.
Otello cree que ya la mató estrangulándola. Pero a la señora le queda todavía un hilo de vida para decir unas palabritas y ahora sí que se muere. Tampoco es que canta cual Abigaille "Salgo già del trono aurato."
No es acaso descabellado, que en la ópera sobre la escena todos los personajes canten sus líneas voz en cuello para que nosotros los escuchemos, pero resulta que en la trama los que están a la par no se escuchan.
Son las reglas del teatro cantado.
Y Otello cuando se esconde para no ser visto entre las sombras, y a pesar de que es blanco o tal vez por ello, lo ve hasta el espectador que ha comprado justo detrás de la columna pero Cassio ni se cosca.
Sí, le queda un hilo de vida pero con el cuello destrozado. Un buen arma blanca haría las cosas mas verosímiles que un poco de betún en la cara de Otello. Pero como usted dice, las reglas del teatro... ¡Menos mal que se inventó el disco, que no deja ver!
Y que conste que hay muchas cosas que no se entiende si no se conoce la obra de Shakespeare, aunque el trabajo del libreto sea exquisito. Las simplicaciones adolecen del mismo problema, que limitan demasiado. En mi opinión la puesta en escena no se carga la obra, y con eso me conformo (pero que le cambien el vestuario a Emilia, que así no hay quien se crea que está sirviendo)