No voy a darle ningún voto a la temporada del Wanderer-Theater (pese a que lógicamente es la que más me gusta). Primero y principal, porque no. Segundo, porque me quedarían menos puntos para repartir entre las demás temporadas. Y tercero, porque a estas alturas ya está claro que no voy a pasar a la final ni aunque me diese a mí mismo 50 puntos.
Más problemático me resulta el hecho de que la mayoría de mis temporadas preferidas fueron eliminadas en la fase anterior.
Y el de que la mayoría de las que han pasado se parecen entre sí, tanto en sus virtudes como en sus debilidades. Voy a centrarme sobre todo en estas, por aquello de hacer amigos.
El Teatro Regio Tunneriano prescinde de dos pilares del género como son Mozart y Wagner. La ópera alemana se circunscribe a una en principio magnífica
Frau ohne Schatten a la que sin embargo pueden ponerse peros: la producción de Carsen es aseada, sugerente y funcional, pero se puede pensar en varias otras decididamente mejores; parece demasiado pronto para el Kaiser de Kaufmann (el papel es hoy por hoy propiedad de Botha), y demasiado tarde para la Amme de Schwarz. Hay en la temporada otros ejemplos de cantantes ya demasiado maduros/as para un rendimiento óptimo. Y se advierte que para el director artístico no son prioridad las puestas en escena. Además, entre los "modernetes" ha escogido a Holten y a Nemirova, dos de mis menos favoritos, sobre todo ella después de un infausto
Macbeth vienés; no es por llevar la contraria.
La temporada de D. Rupert la veo muy centrada en el siglo XIX. Dejando al margen el
Juan José, los títulos más recientes que nos propone son
Tiefland, estrenada en 1908,
Das ferne Klang, en 1912, y
Maruxa, en 1914/15. También él, como Mr. Tunner, prescinde de Wagner, y también, como Mr. Tunner y como la corriente dominante en el foro, prescinde cuidadosamente de la cuerda contratenoril. Y en una hipotética segunda temporada del Wanderer-Theater, de su propuesta creo que solamente me quedaría con
Ferne Klang,
Alfonso und Estrella y
Khovanschina. Quiero decir que títulos como
Tiefland o
Le Cid tienen más valor como curiosidades que como integrantes de una temporada ideal.
En el Toma-Lata se nota que la prioridad es la ópera wagneriana y la creación contemporánea. Pero el
Oberon es serio candidato al podio de entre todas las propuestas formuladas. También me motivan mucho
La Favorita / La Favorite y
Attila.
A la temporada de Kandaules me resulta más difícil encontrarle pegas. Voy a intentarlo: no ha programado barroco; está Domingo de Boccanegra; para el
Oneguin hubiera preferido a casi cualquiera antes que a Vick; y presenta una jornada suelta del
Anillo, aunque magnífica.
La temporada del Teatro del Atlántico me gusta, aunque aquí tampoco se vaya más atrás de
Idomeneo, ni se vaya más adelante de
Budd, salvo por
The Tempest, que tampoco es mi ópera contemporánea favorita. El lunar más serio que veo es que siga manteniendo la versión de concierto para
Il Pirata, lo que le pone sí o sí por debajo del ideal. Bueno, y el maestro Pappano es un grande en el repertorio italiano y en parte del francés, pero su rendimiento no es el mismo en todos los autores; para ese
Holandés, por ejemplo, no le veo mucho.
Finalmente, el Palacio de Bufonia. Programa una de mis óperas barrocas favoritas (
Alcina), y no conozco al regista, lo cual es un aliciente. Programa siglo veinte (Menotti), y no conozco la obra, lo cual es un aliciente. Programa
Die tote Stadt, con Heras-Casado y con Kaufmann, y me derrite el corazón a la espera de que cancele Naglestad y de que sustituyan la producción de Holten por la de Decker. Trocea el
Trittico pero si lo dirige Chailly por algo será. Programa Mozart, Verdi, Wagner, Strauss y Puccini: los cinco pilares. Y le queda espacio para programar
Pique Dame y
Dom Sebastien.
Total, me abono al Palacio de Bufonia; 5 puntos para Kandaules y otros 5 para Gruberoviano. Dentro de un rato igual decidiría algo distinto.