Bueno, nos habíamos quedado en que Ochs se quita la peluca y Octavian da la segnal para que empiece la farsa.
Corresponde a 1h 14min 33s en Carlos Kleiber y a 18:40 en Karajan.
Si escucháis con atención, os daréis cuenta de que lo que en Karajan se oye entre 18:40 y 19:13, en Kleiber no aparece.
Sí, amigos, estamos ante uno de los famosísimos "cortes en Strauss".
No sé si la anécdota es apócrifa, ni donde la leí, pero al parecer Strauss le dijo a alguien, al acabar el Rosenkavalier:
Ya tengo la ópera compuesta, ahora sólo me queda componer los cortes.
En fin, es un tema que da mucho de sí, aunque me permitiréis que no lo trate en profundidad. Como los tajos se pegan en un tejido de "melodía infinita", siempre resulta una suerte de aventura friki el detectarlos. Me parece que algunos están más consensuados, y otros no tanto. Como diría Supermagno: investigad
A la segnal de Octavian, salen los chungos de sus escondrijos y el Baron no se muere del susto de milagro. Tened en cuenta que ha estado bebiendo abundante vino y que la luz de las velas lo sume todo en una penumbra: Ochs cree estar alucinando.
La música ha cambiado de carácter, como para inaugurar este segundo bloque.
Si en el primero nos hallábamos en una atmósfera un poco embriagada, con música como de organillo de fondo, y retazos de valses y aires populares pervertidos, la música aquí cobra un carácter más vigoroso y violento, con unos patrones rítmicos muy contundentes. Si esto fuera Stravinsky, hemos pasado de Petrushka a la Consagración de la primavera.
Aparece una viuda vestida de negro (es Annina) reclamándose esposa del Baron, acompagnada por una troupe de nignos cuyo número puede variar entre 4 y 25 dependiendo de la producción, que se lanzan a los faldones de su papá Ochs. Esta pandilla de mafiosoillos son primos hermanos de los Parpignol de la Bohème, y poseen exactamente la misma capacidad de enervar, si no más.
Por cierto, atención a lo sutilmente macabro del personaje de Annina: si ella es viuda y Ochs es su marido...
La situación se vuelve crispante, la viuda lanza frases histéricas (esa coloratura demente en
Kaiserin, "emperatriz"), los nignos gritan grupetti de
Papa, papa, papa!!!! (
la primera intervención de los nignos, así como unas frases de la viuda, de Valzacchi, del posadero... están cortadas en Kleiber. Las tenéis enteras en Karajan, entre 20:40 y 21:23)
Alertados por el alboroto, la habitación se ha llenado, con el posadero, los camareros, Valzacchi y otras gentes. Ochs abre la ventana y llama a la policía.
Si la policía nunca está allí cuando se la necesita, por lógica aplastante acudirá rauda cuando no es realmente necesaria. Y en efecto, inmediatamente se presenta el comisario (1h 16min 28s en Kleiber / 21:54 en Karajan).
Su motivo musical recuerda a la celula inicial de la quinta de Beethoven, tatata taaan.
Si allí era "el destino llama a la puerta", aquí es "la poli llama a la puerta", y se repetirá unas cuantas veces.
El comisario y sus sabuesos no parecen tener muchas ganas de cachondeo y empiezan con sus pesquisas. Quién es "
ese gordo de ahí"? (literal).
El posadero sostiene que es el Baron Ochs, sin embargo Valzacchi lo niega como Judas.
Acto seguido, la poli pregunta "
y quién es esa jovencita?", refiriéndose a Mariandel.
A lo que Ochs responde, con toda la jeta del mundo: "
Sophia Anna Barbara, hija legítima del segnor von Faninal".
Lo siento, a mí este tío me cae bien
En ese preciso instante, cómo no, aparece por la puerta Faninal (avisado seguramente por Valzacchi).