Lo de la pericia y la erudición es coña, ¿verdad, estimadísimo Marquis?
De todos modos sabe que el que culpable de mi cuelgue con Der Vampyr y de rebote con la ópera alemana romántica prewagneriana es usted.
Me hubiese gustado tener mucho mas tiempo para comentar otras cosas: el caracter vampírico de Don Giovanni o el don giovanesco del vampiro, recursos musicales para describir el Mal, dar unas últimas pinceladas sobre la vida de Marschner tras el Vampiro... pero el plazo se cumple y me queda muy poca sangre.
En cuanto a la muerte del subforo, si que es una pena que hace relativamente poco tiempo tuviéramos una lista de espera de un año para publicar y ahora haya tantos espacios libres, lo mismo que en el del Cantante del Mes. Creo que ambos espacios son algo que hace este foro distinto al resto y deja para futuras consultas un material impagable. Amateur pero impagable.
Es cierto que escribir una ópera del mes es un trabajo arduo. Se meten muchas horas, escuchando, preparando, escribiendo, buscando imágenes, editando cortes, luchando con la crueldad de las tablas. Y a veces es poco gratificante: diríase que en ocasiones nos hemos convertido en un salón de actos vacío en el que un "conferenciante", tras unos aplausos iniciales, habla solo, con pocos comentarios y aún menos discusión. En las primeras óperas del mes, cuando yo aún no estaba en el foro, quizá las exposiciones eran mas sencillas pero había mucho mas feedback. Yo soy la primera que me propongo siempre seguir las óperas del mes y nunca lo hago al día: acabo disfrutándolas cuando ya han terminado, a veces mucho tiempo después, y ya no me pongo a escribir comentarios aunque el actual formato lo permita. Mea culpa. Pero realmente pienso que si fuésemos un poco mas participativos (y me lo propongo como propósito de Año Nuevo) quizá la gente se animaría de nuevo a exponer, no necesariamente con tesis doctorales, y las óperas del mes, los cantantes del mes, los haríamos entre todos.
Animo a todo el mundo a ponerse a ello. Uno aprende lo indecible. Gracias a todos por los comentarios y los ánimos durante este mes.
Ahora me toca descansar un poco y volver a coger el chelo, que no me dirige la palabra porque tiene pelusa del ordenador. Nos vemos por aquí el año que viene, al borde del agua. ¡Hou, hou, hou!