Terminal, reflexivo...seguro que conoceréis mejor que yo el mito de Edipo.
“Il sera l’assasin de son père, Et pour multiplier sa race meurtrière Il sera l’époux de sa mère Le frère de ses filles Le père de ses frères”
En este aria del 4º acto, él ya sabe la verdad de su historia, Yocasta su madre y esposa ya se suicidó, y él ya se arrancó los ojos. Se retira tan sólo con la fiel Antígona a su última morada, a buscar el final de su vida, de su caprichoso destino.
Para intentar completar un poco la obra, toca repasar a su compositor:
Violinista virtuoso, compositor casi olvidado, dejó, en palabras de su discípulo Yehudi Menuhin, su alma en esta ópera: obra cumbre de su carrera y de todo el siglo XX. Veinticinco años de elaboración hasta su estreno en París en 1936, desarrolla el fundamental mito de Edipo, sobre un libreto en francés de Edmon Fleg basado en la tragedia de Sófocles, que recoge la vida del rey de Tebas, en sus cuatro actos: desde su nacimiento a modo de prólogo hasta su despedida de la vida en el Cuarto o epílogo.
Enescu produce una ópera que, en su nobleza elevada, profundo lirismo, grandiosidad y trascendencia, deja relucir un sentido de modernidad. Es por la suntuosidad de su rica orquestación de claroscuros muy matizados, su eficaz cromatismo vital, la sutileza neoclásica de sabor orientalizante (sin duda de base folclórica rumana), y sobre todo por la profunda humanidad de sus personajes.
Biografía Wiki:
George Enescu (Liveni, 19 de agosto de 1881 — París, 4 de mayo de 1955), fue un gran compositor, violinista, pedagogo, pianista y director de orquesta rumano, considerado uno de los más importantes músicos de su país. Su carrera estuvo profundamente vinculada a Francia, donde se suele citar su apellido como Enesco.
Desde pequeño manifestó su pasión por la música: empezó a tocar el violín a los 4 años, y a los 5 tuvo su primer concierto; empieza a estudiar teniendo como profesor a Eduard Caudella. Entre los años 1888-1894 estudió en el Conservatorio de Viena, teniendo como profesores a Joseph Hellmesberger (violín), Robert Fuchs y a Sigismond Bachrich entre muchos otros. Se acomodó muy rápido en la vida musical de Viena, y sus conciertos en que interpretaba a obras de Johannes Brahms, Pablo Sarasate, Henri Vieuxtemps, Felix Mendelssohn-Bartholdy entusiasmaron a la prensa y al público; entonces sólo tenía 12 años. Después de la graduación del Conservatorio de Viena con medalla de plata, sigue sus estudios en el Conservatorio de París (1895-99) teniendo como profesores a Armand Marsick, André Gedalge, Jules Massenet y Gabriel Fauré. El 6 de febrero de 1898 hace su debut como compositor en los Conciertos Colonne de París con su obra Opus 1, Poema Rumano. En el mismo año empieza a dirigir conciertos en Bucarest y a dar conciertos de violín. Admirado por la reina Elisabeta de Rumania fue varias veces invitado para tocar sus obras en el castillo Peleş de Sinaia.
Desde los primeros años del siglo XX datan sus composiciones más conocidas, como las dos Rapsodias Rumanas (1901-02), la Suite nº 1 para la orquesta (1903), su primera Sinfonía de Madurez (1905), Siete Canciones para los versos de Clément Marot (1908). Sus conciertos se dan en muchos países de Europa y es acompañado de personas prestigiosas como: Alfredo Casella, Pau Casals, Louis Fournier, Richard Strauss.
Durante la Primera Guerra Mundial permaneció en Bucarest y dirigió la Sinfonía nº 9 de Ludwig van Beethoven (que se tocaba íntegramente por primera vez en Rumanía), composiciones de Hector Berlioz, Claude Debussy, Richard Wagner, y también sus propias composiciones: la Sinfonía nº 2 (1913), Suite para orquesta nº 2 (1915) y la ópera Oedipo (1936) En el mismo año tiene lugar su primera edición del concurso de composición que lleva su nombre: George Enescu.
Después de la guerra, continuó su actividad dividida entre Rumania y Francia. Han quedado para siempre sus interpretaciones del Poema para violín y orquestra de Ernest Chausson y de las sonatas y las partituras para violín de Johann Sebastian Bach. Hizo algunos viajes hasta Estados Unidos, donde dirigió las orquestas de Filadelfia (1923) y Nueva York (1938). Su actividad pedagógica tuvo también gran importancia. Entre sus alumnos se encuentran violinistas como: Christian Ferras, Ivry Gitlis, Arthur Grumiaux, Ginette Neveu o Yehudi Menuhin. Éste último ha manifestado un gran cariño y admiración por Enescu, considerándolo como su padre espiritual:
Para mí, Enescu será siempre una de las verdaderas maravillas del mundo. Su carácter y su figura se han quedado en mi alma como un árbol o una montaña de Sinaia. Sus fuertes raíces y su alma noble provienen de su propio país, un país de una belleza única.”
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