¡Una joyita señores!.
Pero joya de las buenas. Hoy se ha presentado en Madrid, la zarzuela ambientada en Cuba y deliciosa para los amantes de la zarzuela, el virtuosismo y los tenores (Gerardo!,
). Zarzuela en tres actos con dos sopranos y dos tenores (uno de ellos cómico) más coro masculino, ambienta la acción como hemos dicho, en una región de Cuba. Allí, Enriqueta, amante de la naturaleza y la vida rural, se encuentra con su hermana Clara, fiel a la ciudad y su ambiente más cosmopolita. Jorge, el primo de éstas, llega bajo la ordenes de su tío, para casarse con una de ellas y le es imposible decidir. Ambas hermanas entonces, se lanzan flores una a la otra, a fin de mostrarle lo que perdería en caso de no elegir a la contraria. Por otro lado, León, un marinero, sufre un accidente mientras navega y a causa de un relámpago se queda ciego temporalmente.
Es entonces cuando Enriqueta se ofrece en ayudarle, acompañado de Jorge (en ausencia de Clara, que se encuentra fuera). La joven, se enamora perdidamente de León y éste, obnubilado por la voz de la chavala, termina también por enamorarse. Pero cuando llega Clara, ambas hermanas inician un juego de enredos, en el que mientras es Enriqueta quien habla, Clara es quien se arrima. Llega la hora de quitarse la venda, ya está curado. Y entonces, para horror de Enriqueta (que desaparece horrorizada hasta que no se case su hermana con León) , ve a Clara. Sin embargo, León no reconoce su voz y manda buscar desesperadamente a aquella quien le cuidó todo este tiempo. Finalmente, dan con su paradero (la traen engañada, haciendo ver que ya se han casado) y ambos se juntan. Jorge y Clara también se enamoran y todos felices, comen frituras con yuca y beben cubatas,
.
Aunque el programa inicial citaba a
Ana María Sánchez como Clara y a
Yolanda Auyanet como Enriqueta, en una hoja adjunta, informaban del cambio de papeles (normal, teniendo en cuenta la vocalidad).
La veterana Ana María, ya mermada, acusaba ciertos problemas de fiato y el timbre resultaba en algún momento leñoso y áspero. Iba sin embargo relativamente cómoda por arriba, aseada y bastante correcta. Sobre todo hubo compenetración en los dúos, donde dio lo mejor de si. La soprano canaria, con voz de lírica, ofreció una voz mucho más matizada y rica. Con buen dominio del legato y de timbre claro, no tuvo problemas para acometer sus pasajes de coloratura- como esos trinos tan bien emitidos- y alcanzar el agudo con brillantez (estupendo el cierre del último acto) y proyección.
En el papel del marinero, el tenor navarro
José Luis Sola. Yo, como tantos otros de este foro, tuve oportunidad de escucharle hace tiempo y me pareció un chaval con un material muy interesante (la última vez fue en La Página en Blanco). Y efectivamente, la voz parece buena, bella y con empaque en el centro y bueno en el agudo, al que llega con comodidad (no se le notaron esta vez tiranteces) y desahogado. No obstante, por abajo ofrece más problemas, en cuento trata de apianar y recoger la voz, que pierde consistencia y color. Así mismo, debería corregir la dicción, ya que algunas consonantes como la "d" o la "g", sonaban demasiado (casi parecía "t"), además de entenderse muy poco lo que canta. Completaba el reparto el tenor cómico (también hace de narrador)
Lorenzo Moncloa con una voz no especialmente rica, pero muy entregado a la causa, sobre todo en los momentos cómicos.
A la órdenes de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (que últimamente está a un nivel notable),
José Miguel Rodilla, en su presentación en el teatro. Un debut muy acertado, pues la orquesta sonó radiante, brillante en las cuerdas (sobre todo en los violines) y con tensión y frescura en la mayoría de momentos. Tampoco los metales desentonaron en absoluto. La partitura me parece de una gran variedad y fantasía. De toques muy belcantistas, siguen casi el esquema de romanza+ "cabaletta", de tempo más vivaz y chispeante, logrando que varias veces se le vayan a uno los pies,
. Las romanzas del tenor por ejemplo (sobre todo la segunda) atacan los primeros acordes en un estilo muy donizettiano y completan la terna, tercetos varios y concertantes finales, fascinantes y trepidantes. Al mismo nivel el coro, muy bien conjuntado y ajustado en color (en su mayoría, también tenores), resaltando los momentos corales, que son pura delicia.
Recomiendo a todos los que estén por aquí, que se acerquen. Merece mucho la pena.