Quinto Acto – EpílogoTras toda la complejidad genealógica del acto de Giulietta, me gustaría retornar a la simplicidad.
Lo que ocurre aquí es bien sencillo:
el héroe no se queda con la chica (ya pasa,
)
Los estudiantes están un poquito borrachos, Hoffmann lo está bastante pues no ha parado de beber mientras contaba sus historias.
El
Don Giovanni ha tocado a su fin y la amada, Stella, hace su aparición en la taberna. Hoffmann está tan trompa que no la reconoce, y Stella se va con "el malo", Lindorf.
La última escena es muy interesante porque se desarrolla en otro plano, no en el real, igual que la primerísima escena que abría la ópera con Los Espíritus Invisibles del Alcohol y La Musa. Son ellos quienes, simétricamente, la cierran.
En dicha escena, Nicklausse abandona su forma terrestre y recupera su forma celeste.
Transformado de nuevo en La Musa, inicia el coro final, que no es otra cosa que un momento de iluminación.
Aquello que los grandes maestros, desde Buda a Jesucristo, no se habían cansado de ensegnar, y que Hoffmann ya habría seguramente oído innumerables veces, esa noche, por fin, por primera vez en su vida, él lo
comprende: el sufrimiento no es el fin de nada, sólo un trampolín para saltar mejor .
Su manera de entenderlo es la Poesía.
Creo que esas líneas finales merecen ser reproducidas:
NICKLAUSSE (transformándose en La Musa) : Et moi ? Moi, la fidèle amie, dont la main essuya tes yeux, par qui la douleur endormie s'exhale en rêves dans les cieux, ne suis-je donc rien? Que de ces passions la tempête, des faux sentiments s'apaise en toi! L'homme n'est plus ! Renaîs poète! Je t'aime, Hoffmann ! Appartiens-moi !
LA MUSE Des cendres de ton coeur réchauffe ton génie, dans la serenité souris à tes douleurs! La Muse apaisera ta souffrance bénie, ta souffrance, ta souffrance bénie... On est grand par l'amour et plus grand par les pleurs ! CHŒUR INVISIBLE : On est grand par l'amour et plus grand par les pleurs ! | NICKLAUSSE (transformándose en La Musa) Y yo ? Yo, la fiel amiga cuya mano enjuagó tus ojos, que tu dolor dormido evaporó en suegnos hacia el cielo, no soy nada ? Que la tormenta de la pasión Y de los falsos sentimientos amaine en ti. El hombre muere, renace Poeta ! Te amo, Hoffmann ! Sé mío !
LA MUSA Con las cenizas de tu corazón Aviva la llama de tu genio. Desde la serenidad Sonríele al dolor. La Musa calmará Tu bendito dolor, Tu dolor, tu bendito dolor… Somos grandes por el amor, Y aún más grandes por el llanto.
CORO INVISIBLE Somos grandes por el amor, Y aún más grandes por el llanto. |
El Epílogo no pudo ser completado por Offenbach, pues murió. Con los borradores que quedan, los artistas han propuesto diversos fines para
Los Cuentos.
Que no haya material nuevo compuesto por Offenbach para el Epílogo no es ninguna tragedia. Podemos entender este Epílogo (y así lo han hecho los diferentes artistas que han ofrecido su version de él) como una recopilación.
Así como en
Le temps retrouvé, en la fiesta final de los Príncipes de Guermantes, Marcel va reencontrando todas las personas que han sido importantes en su vida, en
Les contes d´Hoffmann volvemos a oír algunas de las melodías que han aparecido a lo largo de la ópera.
Por ejemplo, una introducción orquestal como transición entre Giulietta y la Taberna, basada en la melodía que cerraba el Prólogo, cantada por Nicklausse y los estudiantes, donde dicen:
"
Es agradable beber / mientras se cuenta un historia / y contemplar la nube que flota / al salir de la pipa. / Contemplar la nube que flota."
Vuelven los coros de Estudiantes del Prólogo.
Vuelven Los Espíritus Invisbles del Vino y la Cerveza (esta vez, en tutti orquestal furioso).
Vuelve Hoffmann a cantar una estrofa de la
Leyenda de Kleinzach (
Pour le cœur de Phryné…).
Dependiendo de la versión
Stella puede cantar, ser un personaje hablado o no decir nada.
Pero es importante, creo yo, que la obra termine con la maravillosa escena de La Musa y los Espíritus Invisibles.
Esta música, incorporada por Oeser en 1977 y también por Kaye posteriormente, pertenece a la velada que Offenbach dio en su casa, acompagnado por amigos y familiares, en mayo de 1879, cuando el
Théâtre de la Gaîté había hecho bancarrota y él se encontraba con unos
Contes d´Hoffmann casi acabados, pero sin teatro donde representarlos.
La intervención final de La Musa estaba clara en la mente de Offenbach en ese proyecto inicial. Y creo que, más allá de cuestiones filológicas, es el mejor cierre que puede tener la obra. Parece incluso que lo reclama.
Aquí tenemos esa maravillosa música, pero escuchad solo hasta 3:50, que acto seguido han pegao la Barcarolle!!
Apoteosis : Des cendres de ton cœur…Somos grandes por el amor, y aún más grandes por el llanto.
Lo que dicen las palabras podría parecer una conclusión un poco pesimista…
Pero escuchad
lo que dice la música.
Gracias a todo el mundo que se ha pasado por la ópera del mes, de verdad.
Os deseo a todos un muy feliz 2012 y damos paso ya a Despinetta y…
El Rapto en el serrallo!