Con Luis Lima tengo una batallita bonita: a finales de los 80 la ABAO anunció una
La Boheme con Luciano Pavarotti. Aquello fue la locura; todo el mundo quería un abono para las seis óperas solo por poder escuchar a Luciano. Ese año, 1989, fue el primero en el que escuché toda la temporada completa de la ABAO y yo ya tenía mi abono y me dispuse, todo féliz, a escucharla. La temporada, total y execrablemente sotacaballoreyense la pueden consultar aquí:
http://www.abao.org/es/abao/histórico/52/XXXVIII%20Festival%201989.html
Bueno, pues apenas diez dias antes de la función se anuncia que Pavarotti no viene. Decepción. Aun recuerdo a los tres yupis que se sentaron delante de mi, en el sexto piso del viejo Coliseo Albia, comentando qque no sabían que hacer con las cinco entradas restantes y que vaya mierda de funcióm, y que si la abuela fuma en pipa,...
Además, con ese nombre, menuda mierda de tenor que será. Era Luis Lima.
Hizo una
Che gelida manina de manual y nos dejo con la boca abierta; su
O soave fanciulla fue enoooorme y solo en la última nota se le quebró el agudo y un oooooh de tristeza se expandió por todo el teatro. Fue el triunfador de la noche, lo que no evitó que el gilipollas de delante dijera, al terminar la misma, que no le llegaba a Pavarotti a la altura del zapato. Ya saben que hay muchos que han nacido para sufrir o, directamente, son unos ignorantes.
Rodolfo, por supuesto.