Las entradas de SF se "han venido" (entre comillas, porque viene ya impuesto en el abono, quieras o no ir, porque está pagada) de partida, porque dan
cinco funciones. Del resto de funciones se dan hasta 12 y cada fecha, corresponde a un turno de abono, mientras que en San Francisco, pertenece de dos a tres turnos.
Esto quiere decir, que si pongamos, en una función de una obra, hay 500 entradas por ese turno, en el caso del SF, habrá 1000. Mil entradas, que no se habrán vendido a la salida de venta de entradas, sino que ya están vendidas de partida. Venderse, lo que es venderse, desde que salieron a la venta el mes pasado,
menos de 400 entradas.
Eso quiere decir algo, ¿no le parece?. Y va más allá de la obra. El hecho de que los abonados tengamos que bailar al son de Mortier, porque la ópera se tiene que poner en un sitio grande, para que quepa la cúpula (¿ellos si pueden cambiar la ubicación y nosotros no podemos cambiar la fecha o devolverlas?), porque lo de que se haga en un polideportivo no tiene ningún sentido y además, porque las condiciones son de risa.
Repito, si quieren amplificar las voces, que lo hagan, que yo seguiré asistiendo a estas funciones. Si no, que no amplifiquen, pero eso de "No, no vamos a amplificar las voces, solo vamos a ponerles micrófonos encima y 60 altavoces" suena a cachondeo.