Fecha actual 27 Abr 2024 14:24

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]




Nuevo tema Responder al tema  [ 1095 mensajes ]  Ir a página Anterior  1 ... 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 ... 73  Siguiente
Autor Mensaje
 Asunto:
NotaPublicado: 29 Nov 2010 21:52 
Desconectado
Mister Foro 2010
Avatar de Usuario

Registrado: 14 Jul 2007 10:33
Mensajes: 8710
Ubicación: Madrid
Loge escribió:
Gerardo Rosvaenge escribió:
Que se pronuncien los superabyectos, :D.


¿Pero no eres tú uno de ellos?
Si hubiera un carné de abyecto, abyecto VIP y superabyecto, el Marqués, Tunner y tú tendríais este último.


No, no. Yo soy abyecto, y el marqués de la abyección es abyecto VIP, claro, :lol:.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 05 Dic 2010 18:16 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Dic 2005 13:54
Mensajes: 13481
Ubicación: Madrid
En un ranking de operas ordenadas por su grado de abyeccion, una seria candidata al primer puesto seria I Gioielli della Madonna, del compositor italo-aleman Ermanno Wolf-Ferrari.

Imagen

Estrenada en Berlin en 1911, en version alemana con el titulo de Der Schmuck der Madonna, tuvo que esperar nada menos que a 1953, ya fallecido Wolf-Ferrari, para ser estrenada en Italia. Sin embargo, en su version original (Wolf-Ferrari eligio el tema del libreto, escrito en italiano, e inspirado en un hecho real acaecido a finales del siglo XIX en Napoles) italiana tuvo un notable exito en USA, en Chicago, donde fue vehiculo de grandes sopranos como Rosa Raisa o Claudia Muzio, y tambien en Nueva York, donde la canto Maria Jeritza, y es famosa una produccion de 1926 que arranco las quejas del Times sobre el excesivo peso de la "cheap opera" italiana en la programacion, poniendo como ejemplos junto a Gioielli a Cavalleria y Tosca.... Como ven, nada nuevo bajo el sol. :P

<center>
Imagen
Rosa Raisa como Maliella
</center>

En una bella tarde napolitana, se celebra el festival de la Madonna. Maliella (soprano), sale apresuradamente de la casa de su madre adoptiva, Carmela (mezzo) para presenciar la procesion. Su hermano, Gennaro (tenor), desesperadamente enamorado de la joven Maliella, la contempla mientras funde un candelabro en su herreria. Carmela explica a Gennaro como adopto a Maliella, en cumplimiento de una promesa para salvar la vida del propio Gennaro, que habia caido enfermo de gravedad. Maliella es cortejada por el jefe de una banda de la Camorra, Rafaele (baritono), que para conmover a la joven, dice estar dispuesto a robar las propias joyas del manto de la Madonna. Gennaro, que esta escuchando el intercambio amoroso, alerta a Maliella de la condicion de delincuente de Rafaele.

La muchacha desprecia el consejo de Gennaro, y sale alegramente a la calle en busca de diversion. Mas tarde, Rafaele y sus amigos de la Camorra cantan una serenata en la ventana de Maliella, que promete a su enamorado reunirse al dia siguiente. Gennaro, desesperado, entra subrepticiamente en la Iglesia y roba las joyas de la Madonna, que presenta a una alucinada Maliellla, quien le toma por el propio Rafaele, y acaba cediendo a su requerimiento amoroso.

En una fiesta en el almacen donde se reunen los camorristas, Rafaele explica a sus compañeros que solo esta interesado en tomar la virginidad de Maliella, en ser el primer hombre en gozar de sus encantos. Cuando llega Maliella y explica, entre llantos, la confusion de la noche anterior, y como se entrego a Gennaro, Rafaele empuja a la muchacha y, al caer, se revelan las joyas de la Madonna que lleva escondidas en sus ropajes. Gennaro, que llega en ese momento, es insultado por la muchacha, a pesar de haber robado las joyas para ella. Rafaele y los camorristas, horrorizados ante el sacrilegio, se retiran. Maliella se arroja al mar, y perece ahogada, mientras que Gennaro, tras despedirse de su madre y solicitar el perdon de la Madonna, recoge un cuchillo del suelo, y se lo clava con salvaje abandono en el corazon.

Algunos highlights:

Intermezzo:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=a7OcDfspgZM[/youtube]

La serenata de Rafaele, "Aprila o bella":

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=lPEpZUTP26Q[/youtube]

El aria de Gennaro, "Madonna, con sospiri"

Madonna con sospiri

Maliella nos canta "Diceva Cannetella"

Diceva Cannetella vedendosi inserata

El final de la opera

Final

Solo existe una version discografica de la opera, asi que no tiene perdida. :P

Como habran podido comprobar, es al menos tan abyecta como Cavalleria Rusticana, aunque tiene la ventaja de no ser ademas finisecular. 8)


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 06 Dic 2010 9:59 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 12 Ene 2010 18:39
Mensajes: 1806
Ubicación: Zaragoza
A ver si lo he entendido:
- Tenemos a un herrero enamorado de su hermana. Adoptiva, de acuerdo, pero no sé si legalmente es posible casarse en esa situación.
- Tenemos a un jefe de la Camorra que conquista a las damas por lo fino, prometiéndoles joyas.
- Tenemos a una aldeana que, entre un honrado herrero y un gángster, se queda con el segundo; pero que ni se lo piensa, vamos.
- Están los camorristas, supuestamente curtidos en el delito, hechos un flan porque alguien haya robado las joyas de la Virgen.
- La dulce Maliella confunde a un amante con otro durante horas, desde que se le presenta con las joyas hasta que sale de su cama.
- Para acabar, dos suicidios en escena: una se ahoga y el otro se clava un cuchillo.

delaforce escribió:
En un ranking de operas ordenadas por su grado de abyeccion, una seria candidata al primer puesto seria I Gioielli della Madonna, del compositor italo-aleman Ermanno Wolf-Ferrari.

(...)

Como habran podido comprobar, es al menos tan abyecta como Cavalleria Rusticana, aunque tiene la ventaja de no ser ademas finisecular. 8)


¡Ya lo creo! Esta tiene medalla y podio asegurados. El Intermezzo (una de mis páginas sinfónicas favoritas) sí que me recuerda al de Cavalleria. Incluso al de Notre Dame, de Schmidt, aunque éste no sea abyecto. Por lo demás, me parece una ópera muy agradable musicalmente, y me alegro de que nos la haya recordado, Marqués.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 06 Dic 2010 11:27 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Dic 2005 13:54
Mensajes: 13481
Ubicación: Madrid
<center>
Imagen
Foto del estreno en Berlin
</center>


Es una opera curiosa, no tiene realmente ningun personaje con el que un espectador promedio pueda identificarse. En cualquier caso, es desde luego un ejemplo de hiperverismo en el terreno argumental (no tanto, en el musical, donde se queda simplemente en verismo raso). Es una excepcion en la carrera de Wolf-Ferrari, que circula generalmente por otros andurriales, y se relaciona con el estilo musical entonces en boga, mas en Alemania (en esa epoca se estrenan Tiefland y la casi olvidada Der Evangelimann) que en la propia Italia.


[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=yw-8I3dE4hQ[/youtube]

(a partir de 3:15):

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=PwmrTiEfHBo[/youtube]


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 25 Dic 2010 14:19 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 12 Ene 2010 18:39
Mensajes: 1806
Ubicación: Zaragoza
UN REGALO DE PAPA NOEL PARA LOS ABYECTOS

Hace aproximadamente un mes le aseguré a cierto forero, por suerte, que para Navidad presentaría alguna ópera abyecta más. Digo “por suerte”, ya que, si no hubiera adquirido ese compromiso, dudo que hubiera logrado vencer la pereza de ponerme a ello en estas fechas. “¿Pero tú has firmado algo?” me dijo mi mujer, atónita, el día de la lotería cuando en vez de pegarme la tarde como todo el mundo, mirando si nos había tocado algo, me la pegué leyendo versiones de Edipo, Re. “Pues no, pero… nobleza obliga.”

Yo le había echado el ojo a una ópera de Mascagni y a otra de Wolf Ferrari, pero nada o casi nada he podido encontrar de ellas para la presentación, de modo que, cambiando de obra y de autor sobre la marcha, os presento el último trabajo de otro abyecto habitual, Ruggero Leoncavallo.


EDIPO, RE

Una vez más, traigo aquí la última ópera de su autor. Ultima y también póstuma, pues Leoncavallo murió en 1919 antes de terminarla, correspondiendo la labor de completarla a Giovanni Pennacchio. Para decepción de Gerardo, no tenemos aquí una ópera “de tenor”, sino “de barítono”, pues Leoncavallo la escribió expresamente para el cantante de dicha cuerda Titta Ruffo (1877-1953), a quien el compositor le hizo jurar en el lecho de muerte que estrenaría la obra. Titta cumplió, y el 13 de diciembre de 1920 “Edipo, Re” se estrenaba en Chicago con gran éxito, según un telegrama que el propio Ruffo envió a la viuda de Leoncavallo. (Y que se puede consultar, junto con otros, en el Sistema bibliotecario ticinese – Fondo Leoncavallo Locarno (http://www.sbt.ti.ch/leoncavallo) El libreto es de Giovacchino Forzano, más conocido por serlo también del de “Gianni Schicchi”.

Los intérpretes principales del estreno fueron:

Edipo: Ruffo, Titta [Barítono]
Yocasta: Francis, D. [Soprano]
Creonte: Paillard, Albert [Tenor]
Tiresias: Defrère, Désiré [Barítono]
Director: Gino Marinuzzi


Hay varias grabaciones discográficas, aunque las que he podido rastrear empiezan en los años 60. No he podido verificarlo, pero supongo que, dado el éxito inicial de la obra, alguna se haría en los cuarenta años siguientes al estreno. Pero, como digo, no tengo pruebas. Las grabaciones de las que puedo dar razón son las siguientes (Los cantantes aparecen en el orden Edipo-Yocasta-Creonte-Tiresias-Corintio-Pastor):

Linz, 1960
Hugh Beresford , Erika Honnemann, Emil Maijkut, Günther Adam
Director: Joseph Strobl. Linzer Landestheater


Nápoles, 1970
Giulio Fioravanti, Luisa Malagrida, Luigi Infantino, Dino Dondi, Gianpiero Malaspina, Fernando Jacopucci
Director: Armando de la Rosa Parodi. Teatro San Carlo, Nápoles


Roma, 1972
Giorgio Lormi, Linda Vaina, Giuseppe Vertecchi, Maurizio Mazzieri, Saverio Durante
Director Pietro Argento. Orch sinf e coro di Roma della RAI


Hilversum, 1977
Michael Davidson, Paola Barbini, Gianni Bavaglio, Hubert Waber, Willem Laakman, Henk Kreukniet
Director: Kees Bakels. Großer Radio-Chor Radio-Orchester Hilversum


Viena, 1998
Alan Titus, Yvonne Naef, Keith Lewis, Cheyne Davidson, Roland Bracht, Johannes Chum
Director: Dennis Russell Davies. Vienna Radio Symphony Orchestra and Chorus


Turín, 2002
Renato Bruson, Raffaella Angeletti, Ezio Di Cesare, Alfredo Zanazzo, Carlo Morino, Alessandro Casentino
Director: Yoram David. Orchestra e Coro del Teatro Regio di Torino


Quien nos falla esta vez es Spotify, pues no ofrece ninguna versión del Edipo de Leoncavallo. En Youtube, en cambio, está entera, pero en una versión en la que la orquesta ha sido sustituida por el piano. ¿Significa eso que tendremos que prescindir de los colores y matices de la orquesta leoncavalliana? ¡No! Porque aquí está el tito Loge, que tiene la grabación de 1970 y, como la obra tan sólo dura 53 minutos, ha podido subirla íntegra para alegría y disfrute de todos. Además, el libreto está traducido en Kareol, de modo que vamos a poder seguirla fácilmente.


Argumento:
Si algún grupo humano podemos considerar espejo o almas gemelas de nuestros queridos compositores abyectos son los dramaturgos griegos del s. V a. C. Los tres más importantes, Esquilo, Sófocles y Eurípides dieron al mundo unos dramones apocalípticos que sentaron las bases de la “tragedia griega”, dos palabras cuya mención evoca sangrientas historias que encajan a las mil maravillas en el marco de la abyección operística. Los compositores abyectos deberían haber acudido a estas historias como moscas a la miel. Sin embargo, no he encontrado ningún título, aparte de éste de Leoncavallo, basado en los textos griegos clásicos. (Como siempre cabe que a uno se le escape algo, no me atrevo a afirmar con rotundidad que sea el único que lo haya hecho). Eso sí, el libretista, Forzano, siguió el texto de Sófocles con bastante fidelidad. Para quien le interese, la obra original de Sófocles puede leerse aquí: http://www.teatroenmiami.com/biblioteca/edipo.pdf

La historia de Edipo es bien conocida: un oráculo predice que Layo, rey de Tebas, será asesinado por su hijo, quien, después de ello, se casará con su madre. Horrorizado, Layo entrega al hijo recién nacido a un pastor con la orden de que lo mate en el monte, pero el hombre se ve incapaz de cometer un infanticidio y le da el bebé a un mensajero, quien lo lleva a la corte de Corinto, cuyos reyes, Pólibo y Mérope, lo adoptan al carecer de hijos propios. Edipo crece pensando que estos son sus padres, hasta que un día, un invitado borracho le hace dudar. Edipo emprende un viaje para consultar al oráculo de Delfos, y en un cruce de caminos se encuentra con Layo, a quien no conoce, y al que da muerte por una discusión absurda sobre preferencia de paso (para que luego digan que Sófocles no está de actualidad: ¡eso sí que es un oráculo!). Edipo llega a Tebas, sube al trono y se casa con la viuda de Layo, Yocasta, cumpliendo así la terrible predicción.

Pero ni Sófocles ni Leoncavallo nos cuentan esta historia de manera lineal, sino de una forma mucho más moderna: al estilo investigación policíaca. Al comenzar la obra, todos estos hechos han sucedido ya, y ante una epidemia de peste, Edipo tiene que hacer el papel de Sherlock Holmes, interroga a varios testigos hasta que junta todas las piezas del puzzle (tampoco es tan difícil: son tres o cuatro piezas, como los puzzles para niños de tres años), y acaba descubriendo, horrorizado, que el asesino es él, y que, además, se ha casado con su madre. Crimen, incesto, la peste… Un compositor como Leoncavallo, de comprobado pedigrí abyecto, tenía que frotarse las manos.


Audición:
Empieza la obra con unos acordes que intentan dar un toque dramático, y que a mí me parecía que lo consiguen hasta que leí un artículo de Andrea Merli para http://www.mundoclasico.com/2009/documentos/ en el que dice que son acordes de un tango, concretamente de “Jalousie”. Esto último no lo sé, porque yo de bailes, rien de rien. Pero, volviéndolo a oir, sí que me suena a tango esa introducción.

El pueblo pide a su rey, Edipo, que le libere de la epidemia de peste que asola Tebas. Edipo replica que ya ha enviado a su cuñado, Creonte, a que pregunte al oráculo de Apolo la manera que librarse de la epidemia. Creonte informa de que Apolo ha prometido acabar con la epidemia si se cumple una condición: que se castigue al asesino del anterior rey, Layo, que está en la propia Tebas. Pero como el oráculo no da el nombre, y nadie de los presentes lo sabe, el rey manda llamar a Tiresias, anciano ciego que es adivino.

Comienzo

ACTO UNICO

(Tebas. Plaza ante el palacio que se encuentra a
la derecha. En el fondo, a la izquierda, un camino
sinuoso que lleva a una colina con olivos.
Estatuas de Apolo, Diana y Palas)

CORO
(desde adentro)
¡Ah, libertador! ¡Ah, libertador!
¡Oh, señor, ayuda! ¡Libertador nuestro!
¡Eres nuestra salvación! ¡Libera a Tebas
del horrendo flagelo que la sacude!
De la horrible peste que la deja desierta.
¡Estéril el suelo y estériles las mujeres!
¡Asesino de la atroz esfinge!
¡Salvación nuestra! ¡Nuestro salvador!
¡Libera a Tebas del horrendo flagelo!
¡Señor, oh señor, tu pueblo llora!
¡Ayuda, ayuda, para un pueblo que sufre!
¡Oh señor, nuestra salvación!

(Edipo aparece en la escalinata y observa)

EDIPO
(tristemente)
¡Como padre que ve a sus hijos dolientes,
más que ninguno sufre el rey,
más que ninguno el rey llora!
¡Durante noches y noches
de insomnio y tormentos, mi mente pensó!
¡Pero superior al consejo mortal,
es el consejo de los dioses!
Ordené que mi cuñado Creonte
fuese a consultar a Apolo.

(Haciendo señas)

¡Él ha regresado coronado de rosas!
¡Ahora, pueblo, escuchad la divina respuesta!

(El pueblo se vuelve y deja pasar a Creonte)

CREONTE
¡Mi rey! ¡Pueblo mío!
Vengo a revelaros la respuesta de Apolo.

EDIPO
¿Fue propicia?

CREONTE
¡Fue propicia!

EDIPO
¡Divino Apolo!
¡Dios tutelar!
¡Honores, fiestas y sacrificios en tu honor!

CORO
¡Divino Apolo! ¡Dios tutelar!
¡Honores, fiestas y sacrificios en tu honor!
¡Honores para ti, divino Apolo!

(A una seña de Edipo, todos callan)

EDIPO
¡Habla, Creonte!

CREONTE
Ésta es ¡oh, rey! la respuesta del oráculo délfico.
Dentro de poco, la horrenda epidemia de peste
volverá a su negro averno.
¡Y la ciudad podrá gozar de su anhelada armonía!
¡Al fin la paz resplandecerá serena y la antigua
alegría reinará sobre nuestra querida Tebas!
Pero con una condición...

EDIPO
¡Será cumplida!

CREONTE
¡Febo ordena castigar al asesino
del rey Layo, tu predecesor!
¡Su impunidad es la causa de la epidemia,
la única causa!

EDIPO
¿Se encuentra lejos el asesino?

CREONTE
¡En Tebas!

EDIPO
¡En Tebas!... ¿En Tebas?... ¿Y a qué esperas?
¡Su nombre! ¡Su nombre! ¡Y encadenadlo!

CREONTE
¡Edipo! ¡Escucha!
¡Calló su nombre el oráculo!

EDIPO
¿Habéis oído? ¡Entre nosotros se encuentra
quien conoce el nombre del asesino de Layo!
¡Sea pronunciado ese nombre fatal!
¡Sea revelado hoy al rey!

(Trágico y silencio)

¿Calláis?... ¿Calláis?

CREONTE
Edipo, si quieres,
el adivino Tiresias podrá revelarte,
completo y claro, el vaticinio délfico.

EDIPO
¡Ve por Tiresias, rápido!



Mientras van a buscar al adivino, Edipo anuncia terribles castigos para el asesino o sus encubridores, si los hay. Llega Tiresias, pero se resiste a dar el nombre. Al final, ante las amenazas del rey, el anciano revela que el crimen lo cometió el propio Edipo. Este, que no es consciente de haber matado a Layo (pues ni siquiera lo conocía), se indigna ante la acusación, y cree que se trata de una conspiración de Creonte para derrocarle. Hace detener a ambos, Creonte y Tiresias, y los condena a muerte.

Declaración de Tiresias

EDIPO
¡Mientras tanto, tebanos, os hablaré!
Si alguno de vosotros sabe
quién asesinó al rey Layo,
¡le exijo que lo revele!
¡Si alguno conoce el nombre, y no lo revela,
sea excluido en los ritos y sacrificios!
¡Le estará prohibido adorar a los dioses!
¡Amor y familia, todo, le será negado en mi reino!
Y si permaneciese oculto en mi morada,
siendo yo reo, caiga sobre mí el castigo
que impuse a otros.
¡Pueblo! ¡Así lo ordena Edipo!

CORO
(murmurando)
¡Ese nombre nos es desconocido, señor!
¡Nadie conoce el nombre del asesino de Layo!
¡Aquí viene Tiresias!...

EDIPO
¡Al fin nos será revelado el misterio!

(Llega el adivino ciego, acompañado por Creonte.
Éste lo hace detenerse frente al palacio)

EDIPO
¡Estás delante del rey!
¡Sacerdote de Apolo,
el rey te pide completar el oráculo!
¡Revela al asesino de Layo y salva a Tebas!
¡Vamos, revela el nombre del asesino de Layo
y salva a Tebas! ¡Salva al rey!

(Pausa)

TIRESIAS
¡Déjame volver a mi hogar!
Permite que no responda a aquello que quieres.

(Se va)

EDIPO
¡Detente!
¿No puedes revelarlo?
¿Conoces al asesino?

TIRESIAS
¡Lo conozco!

EDIPO
¿Y no quieres revelarlo?

TIRESIAS
¡No quiero!

EDIPO
¡Tiresias!
¡Ah! ¿Pero no ves cómo la muerte
avanza inexorable!
¿No ves los lúgubres cuervos descendiendo
sobre la ciudad, convertida en cementerio?
¡Escucha la voz de tu rey que
truena y obliga a obedecer!
Te imploro llorando, ¡ah, salva a Tebas!
¡Revela el nombre del asesino de Layo!

TIRESIAS
Mejor para ti no saberlo nunca.

(Trata de marcharse)

EDIPO
¡La ira de Edipo es un rayo!
¡Revela el nombre!

TIRESIAS
¡No!

EDIPO
¡La flameante espada alzo sobre tu cabeza
cual mensajera de la muerte!

CORO
¡Tiresias!

TIRESIAS
¡Osado! ¿Me obligas a hablar?
¡Caiga la desgracia sobre ti!
¿Condenarás al exilio al asesino de Layo?
Pues bien, Edipo, ¡toma el cayado y márchate!
El asesino de Layo que ha infectado a Tebas,
¡eres tú!

EDIPO
¿Es ésta una trampa, Creonte?

CREONTE
¡Edipo!

EDIPO
¡Calla! ¡Creonte, fuiste un día mi amigo,
pero ahora conjuras para usurpar el trono!
¡Guardias! ¡Encadenadlos!
¡Que mueran ambos!

(los guardias se arrojan sobre ambos y
los encadenan)

CORO
¡Que mueran! ¡Que mueran!
¡La reina! ¡La reina! ¡Yocasta!



Aparece Yocasta entre música de arpas. Viendo preso a su hermano, pregunta a Edipo la razón. Este reitera la acusación de traición, que Creonte niega bajo juramento. Yocasta pregunta en qué se sostiene la acusación, a lo que Edipo replica que en la profecía del oráculo. “Ah, bueno, si es por eso, tranquilo” –dice Yocasta-. “Los oráculos también se equivocan. Sin ir más lejos: a Layo, un oráculo le dijo que lo mataría su hijo, pero todo el mundo sabe que murió a manos de unos bandidos en un cruce de caminos. Un sirviente escapó a la matanza pero, casualmente, tomó las de Villadiego en cuanto te vio subir al trono” ¡Rayos! A Edipo se le enciende una lucecita: ese sirviente ¿está localizable? Sí, lo encontrarían fácilmente. Edipo hace que lo vayan a buscar y, mientras tanto, concede a Creonte y a Tiresias la libertad provisional sin fianza.

Entrada de Yocasta

(Música de arpas, susurrar de doncellas, como un
coro a boca cerrada, como un oasis en medio del
clamor y la ira. Yocasta sale del palacio.
Silencio. Yocasta desciende la escalinata
entre las doncellas que acompañan el sonido de
las arpas con sus voces. Edipo se dirige hacia ella
para esperarla. Coro de mujeres. Edipo se inclina.
En ese instante, Yocasta ve a los prisioneros)

YOCASTA
¡Tú, Creonte! ¡Encadenado! ¡Hermano mío!
¡Hermano mío! ¡Dime por qué! ¡Creonte, habla!
¡Seguro que esto es un error!
¡Ah, por todos los dioses, calmad mi corazón!
¡Oh, señor! ¡Hermano! ¡Háblame, te lo ruego!

EDIPO
¡Lo descubrí conspirando en mi contra,
junto con este mago tejedor de artimañas!

CREONTE
¡Infamia!
¡Si no soy inocente de tu acusación,
que no goce más, y muera a manos de las Erinias!

YOCASTA
Respeta este juramento, Edipo.

EDIPO
¡Ese cómplice suyo, mi reina,
delante de toda Tebas,
me ha acusado de ser el asesino de Layo!

YOCASTA
(sarcásticamente)
¿Y dice estar en su sano juicio?
¿En qué basa tal acusación?

EDIPO
¡Dice adivinar los misterios del futuro!
¡Las artes proféticas sostienen su acusación!

YOCASTA
¡Elimina de tu alma el miedo supersticioso!
¡Las profecías son como hojas,
desaparecen rápido ante la verdad!
¡Te daré una prueba firme, hermano, esposo!
Un día, Layo consultó al oráculo,
y éste le dijo que su hijo le daría muerte.
Pero es bien sabido que a Layo lo mataron
unos bandidos en una encrucijada de caminos.

EDIPO
¿Cómo dijiste? ¿En una encrucijada de caminos?

YOCASTA
Sí.

EDIPO
¿Dónde?

YOCASTA
En la región de Fócida.

EDIPO
¿Y en qué lugar exactamente?

YOCASTA
Donde se cruzan los caminos de Delfos y Daulis.

EDIPO
(agitado)
¿Cuál era el aspecto de Layo, qué edad tenía?

YOCASTA
Alto, majestuoso.
Unas gentiles canas le coronaban la cabeza.

EDIPO
¿Cuántos hombres lo acompañaban?

YOCASTA
Cuatro y un heraldo.

EDIPO
¿En una sola carroza?

YOCASTA
Sólo una.

EDIPO
Mujer, ¿quién te comunicó el fatal mensaje?

YOCASTA
Un sirviente que escapó a la matanza.

EDIPO
¿Vive en el palacio?

YOCASTA
Ya no. Cuando te vio ceñir la corona tebana,
me tomó de las manos y me suplicó
que lo enviara al campo.

EDIPO
Dime, ¿se le puede encontrar?

YOCASTA
Sería fácil.

EDIPO
(a Creonte y Tiresias)
¡Sed libres hasta que venga el pastor!

(Los guardias liberan a Creonte y Tiresias,
que se alejan lentamente)

EDIPO
(al pueblo)
¡Corred todos a buscarlo!

(El pueblo se dispersa rápidamente. La plaza
queda desierta. Edipo está estupefacto.)



Edipo prosigue el interrogatorio. Cuando se entera de que Yocasta tuvo un hijo con Layo pero que éste, por miedo al oráculo, mandó matarlo, empieza a atar cabos: él mató a alguien, cuyas señas coinciden, en un cruce de caminos, exactamente en el sitio donde se dice que murió Layo. La horrenda sospecha empieza a tomar forma en su mente. Yocasta aún confía en que el sirviente que han ido a buscar exculpe con su declaración a Edipo, al que trata de animar, y ambos cantan un lírico dueto: “¡Paz, serenidad! ¡Paz! ¡Paz!”


Duo de Yocasta y Edipo

YOCASTA
¡Señor! ¡Estás desconcertado!

EDIPO
Habla, ¿tú y Layo tuvisteis algún hijo?

YOCASTA
Sí, pero a los pocos días de nacer,
por temor al oráculo, el rey lo hizo asesinar.

EDIPO
¡Ah, el oráculo profetizó que un príncipe
asesinaría a su padre!
Esa amenaza también recae sobre mí.
¡Negras nubes se forman y ofuscan mi mente!
¿Fueron mis padres Pólibo y Mérope de Corinto?
Un día, a la mesa, un invitado borracho me llamó
"hijo recogido por piedad"... ¡Contuve la ira!
Fui a Delfos a interrogar al oráculo...
¡Mi destino era matar a mi padre
y casarme con mi madre!
Atónito, salí huyendo de las tierras corintias.
Al entrar en la región de Fócida,
donde se cruzan los caminos de Delfos y Daulis,
vi venir una carroza con cinco ocupantes,
entre ellos, un hombre canoso.
Discutimos sobre la preferencia de paso...
¡Peleamos!... ¡El viejo me fustigó con su látigo!
¡De un golpe cayó muerto!
¡Me abalancé sobre los otros, y también los maté!
¡A todos menos a uno, que se dio a la fuga!
¡Oh, mujer! ¿Seré yo el asesino de Layo?
¡Horrendo destino!

YOCASTA
(Cariñosamente)
¡Edipo! ¡Edipo!
¡No temas, el pastor vendrá y dirá que Layo
fue asesinado por ladrones! ¡Oh, Edipo!
Desaparecerán de tu alma las negras nubes
y la dulce paz volverá al doliente rey.
¡Descansa, mi rey, sobre el corazón que te ama!
¡Que entre mis caricias
encuentre tu alma de nuevo la paz!..
¡Paz! ¡Serenidad! ¡Paz! ¡Paz!


Suenan trompetas. Es una embajada de Corinto, que viene a ofrecer el trono de esa ciudad a Edipo, pues ha fallecido Pólibo. Edipo rechaza esa corona, pues teme que, si vuelve, cumpla la parte del oráculo que predecía que se casaría con su madre. El embajador, pensando que va a arreglar la cosa, le informa de que Mérope no era su verdadera madre. (Qué ocasión desperdiciada para no haber abierto la boca). ¿Y tú cómo lo sabes?, se extraña Edipo. “Porque, mira tú qué casualidad, yo mismo te cogí de manos de un pastor de Tebas y te entregué a los reyes de Corinto; así que éstos sólo eran padres adoptivos tuyos.”

Ya está liada del todo. A Edipo sólo le queda esperar que llegue el pastor, que también coincide que es el sirviente que escapó a la matanza en la encrucijada, para que el círculo se cierre y comprenda que el oráculo se ha cumplido implacablemente. Yocasta también lo comprende, porque, según el libreto, ella y Edipo, que hasta ahora estaban abrazados, se apartan con un escalofrío. Finalmente, llega el pastor, que lo confirma todo y, para rematar la faena, reconoce a Edipo como el asesino de Layo.

Y empieza el final, lleno de abyectos gritos de “¡Horror!”, “¡Ruina!”, “¡Tinieblas!”, y lo mejor de todo: “¡Me maldigo!”, que dice Edipo. (Me recuerda a los políticos que dicen: “Me felicito” incluso por cosas que han hecho otros. ¿Se puede uno maldecir y felicitar a sí mismo? ¿No es algo que se hace a otros?) Bueno, oigamos:

Declaraciones del corintio y del pastor

(Suenan trompetas. Edipo se levanta, en lo alto
de la colina aparecen los embajadores. Éstos
descienden velozmente. Los guardias se acercan
a Edipo, listos para recibir las órdenes.)

UN CORINTIO
(a los guardias)
¿Dónde está el palacio de Edipo?

EDIPO
¡Éste es el palacio, y Edipo soy yo!

UN CORINTIO
(saluda inclinándose profundamente)
¡Saludos al rey! Vengo de Corinto.

EDIPO
¿Y qué mensaje traes?

UN CORINTIO
¡Terrible noticia!
¡Nuestro señor Pólibo ha muerto!

EDIPO
¿Qué dices?... ¿Pólibo muerto?

UN CORINTIO
¡Muerto!

EDIPO
¡Oh, padre! ¡Oh, padre! ¡Muerto en soledad!
¡Edipo, tu hijo, te llora amargamente!
¡Llora! ¡Llora!

(Se sienta y apoya su cabeza sobre el seno de
Yocasta, con las manos se cubre el rostro. Todos
respetan el dolor del rey.)

UN CORINTIO
Junto con la atroz noticia,
otra más alegre te traigo.

EDIPO
¿Más alegre?

UN CORINTIO
¡Sí, el pueblo de Corinto te aclama como su rey!

EDIPO
¡Rehuso!... ¡No!... ¡No quiero!

UN CORINTIO
¡Señor, allá te esperan grandes riquezas!

EDIPO
La muerte de Pólibo destruye, en parte,
la profecía del oráculo délfico...
Pero ¡aún queda otra más atroz e infame!
¡Unirme con mi madre! ¡No!
¡No quiero desafiar al oráculo!

UN CORINTIO
¿Y es ésa la única razón
que te impide ceñir la corona corintia?

EDIPO
Así es.

UN CORINTIO
¡Amor a la patria!
Te diré un secreto que revelaré aquí mismo.
¡Ven a Corinto libre y seguro!
¡No debes temer al oráculo, oh señor,
pues no eres hijo de Mérope y Pólibo!

EDIPO
(trágico)
Mensajero, ¿qué dices?

UN CORINTIO
¡La verdad!

EDIPO
¿La verdad?... ¡Las pruebas!

UN CORINTIO
Yo mismo te entregué a Pólibo.

EDIPO
¿Encontrado?

UN CORINTIO
¡No! ¡Entregado por un pastor
que debía matarte sobre estos montes!

EDIPO
¿De qué casa venía el pastor?

UN CORINTIO
¡De la casa de Layo!... No se más.

(Sin decir nada, Edipo y Yocasta, que estaban
abrazados, se separan con un escalofrío.
Temblorosos, se miran y se alejan uno de otro,
sin decir palabra, mientras desde lejos llegan
las voces del pueblo, que no deben turbar el tema
musical que describirá el trágico y atroz silencio
que representa las escena)

CORO
¡Al rey el pastor!
¡Sea llevado al rey!
¡Aquí está el pastor!
¡A la presencia del rey! ¡Oh, rey!

(En presencia de Edipo, el pueblo calla. Edipo,
sin decir palabra, toma al pastor y lo muestra
al corintio)

EDIPO
(con voz transformada)
¿Es éste?

UN CORINTIO
(lo mira)
¡Sí, éste es!

EDIPO
¿Le entregaste un niño en los montes?

EL PASTOR
(temblando)
¡Señor!

EDIPO
(con voz trémula)
¡Responde!

EL PASTOR
¡Sí, se lo di!

EDIPO
¿Quién te lo entregó?

EL PASTOR
Los padres del niño, por temor a un oráculo,
decidieron matarlo... ¡Yo me apiadé!

EDIPO
(calmándose, aterrorizado)
¿Y quienes eran sus padres?

EL PASTOR
¡Yocasta y Layo!

EDIPO
¿Y tú te salvaste de la matanza de Layo?

EL PASTOR
¡Sí, fui el único superviviente, señor!

EDIPO
(casi sin voz)
¿Reconoces en mí al regicida?

(el pastor inclina la cabeza asintiendo)

YOCASTA, EDIPO
(un grito atroz)
¡Ah!

(El grito de la reina que huye se une
al grito de Edipo)

EDIPO
¡Oh, luz! ¡Luz!
¡Que ésta sea la última vez que te vea!
¡Tinieblas!... ¡Horror!... ¡Me maldigo!

(Huye hacia el palacio. El pueblo murmura.
Estruendosa, suena desde adentro la voz de
Tiresias, oída con angustia y consternación
por el pueblo.)

TIRESIAS
(Desde adentro)
¡Edipo, rey!
¡Hijo y esposo de la mujer de la cual nació!
¡Asesino de su padre!
¡De sus hijos padre y hermano!
¡Edipo, rey!

CORO
¡Ah! ¡Horror! ¡El mar no podría lavar
todos los horrores que esconde este palacio!
¡Horror!... ¡Es tu ruina, oh Tebas! ¡Tu ruina!



Edipo, que había entrado al palacio, sale descompuesto: Yocasta se ha suicidado colgándose en su alcoba. Medio loco ya, Edipo se despide de sus hijas, que también son sus hermanas, y, acudiendo a la llamada de Apolo, se sumerge en la noche horrenda, noche eterna, negra y profunda.

Final

(El coro se dispersa. El cielo se oscurece
progresivamente. Se ven relámpagos. La furia
de los elementos se desencadena, mientras en el
palacio, el inmenso drama humano, concluye en
su terrible tragedia. Edipo sale, yendo a tientas,
con el rostro ensangrentado y las cuencas de los
ojos vacías.)

EDIPO
(casi sollozando)
¡Oh, noche horrenda! ¡Oh, noche eterna!
¡Negra! ¡Profunda!
¡Borra de mí toda visión!
¡También la última, esa de la reina,
de la madre, de la esposa torturada!
Colgando de una cuerda por el cuello, impura,
balanceándose desde el techo de la alcoba.
¿Cómo volver a ver cualquier cosa humana?
¡Profanador de los amores más sagrados!
¡Engullid todo, tinieblas! ¡No ver nada!
¡No oír nada, salvo el rugido de mi alma!
Pasar entre los vivos como una sombra,
expiando mis culpas en eterno sufrimiento.
¡Oh, Tebas! ¡Adiós! ¡Vuelve la serenidad!

(Salen sus hijas, junto con Creonte)

¡El culpable de las desgracias de la ciudad, Edipo,
huye para siempre en las tinieblas! ¡Adiós!

(Se aleja. Se oyen sollozos)

¿Quién llora? ¿Quién llora en el palacio?
¡Mis hijas! ¿Quién os acompaña? ¡Eres tú!
¡No puedo decir tu nombre sin invocar tu perdón!

(Creonte, con un gesto, envía las niñas junto a
Edipo. Éstas se arrodillan a sus pies llorando.
Edipo las acaricia con sus manos)

¡Mis flores, no habrá más sol para vosotras!
¡Oh, blancas palomas, el cielo se os ha cerrado!
¡Suave Ismena, bella Antígona,
quiero acariciaros una vez más!

(Quiere abrazar a sus hijas pero, aterrado,
se retira bruscamente.)

¿Qué dices, Apolo?... ¡Sí!
¡Te escucho! ¡Te oigo, oh, inexorable!
¡Edipo está condenado a acariciar a sus hijas
con manos fraternas!
¡Horror! ¡Horror! ¡Horror!
Te obedezco ¡oh dios! y me marcho.
¡Creonte! ¡Te dejo toda mi vida!
¡Oh, amadas, olvidad a vuestro padre!
¡Ah!
¡Oh, noche horrenda, noche eterna,
negra, profunda, envuélveme en tu manto!
¡Oh, noche!

(Diciendo estas palabras, se aleja hacia la salida;
cae, se levanta. Creonte, dulcemente, ha tomado a
las niñas, que, estirando el brazo en dirección a
su padre, le dicen adiós. Edipo desaparece. Sus
hijas comienzan a llorar.)


(Traducción del libreto: Ana Paula Martin, para Kareol)


Termino la presentación con las palabras del anteriormente citado Andrea Merli para http://www.mundoclasico.com, y su escueto análisis de la obra:

"El ambicioso drama en un acto de Ruggero Leoncavallo "Edipo Re", sobre libreto de Giovacchino Forzano sacado de la homónima tragedia de Sofocles, que se estrenó póstumamente el 13 de diciembre de 1920 en Chicago (con el famoso barítono Titta Ruffo, que había prometido al autor en el lecho de muerte que interpretaría la obra) bien podría pertenecer al siglo precedente, pese a los intentos, a menudo conmovedores por su inocencia, de renovación de un lenguaje musical, el del padre del Verismo, completamente arraigado en la época decimonónica. Leoncavallo, en este ultimo trabajo, no resiste a la tentación de reanudar el canto abierto a una melodía mediterránea, espontánea y próxima al mundo de la 'canzonetta' que él con tanto éxito había recorrido.Los primeros acordes, aun intentando dar un toque dramático, son nada menos que los del celebre tango 'Jalousie' y en contados momentos, en el trascurso de la ópera el canto del barítono protagonista recuerda desde muy cerca el fatídico 'prólogo' de I pagliacci en la frase 'un nido di memorie in fondo all'anima'. Con todo, el 'mestiere' (el oficio) del honrado operista que tuvo más ambiciones que aciertos, garantiza un más que honorable resultado teatral y musical y, si la ópera hubiese sido compuesta con antelación a la que resultó su obra insuperada Pagliacci, podríamos considerarlo un halagador primer intento de un joven autor. Lástima que sea su testamento."


Última edición por Loge el 19 Feb 2011 21:30, editado 3 veces en total

Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 25 Dic 2010 20:51 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Dic 2005 13:54
Mensajes: 13481
Ubicación: Madrid
Creo que Printessa Ninetta es una ferviente admiradora de esta opera de Leoncavallo.

No esta mal, desde luego a mi me gusta mas que Pagliacci asi que me parece un digno testamento, para un honrado operista que tuvo mas ambiciones que aciertos, y que empezo con mal pie en esto de la opera. :P


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 25 Dic 2010 21:26 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 03 Ago 2009 0:14
Mensajes: 11903
Empezó con el mejor pié posible. Nada menos, que con la obra con la que ha pasado a la posteridad y gracias a la cual, su nombre ha sonado y sonará en los 5 continentes. Una obra maestra total :P

Enhorabuena a Loge por la aportación ,que leeré con la atención que merece.

_________________
"El canto como la belleza que se convierte en verdad" (Friedrich Schiller)


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 25 Dic 2010 21:41 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 12 Ene 2010 18:39
Mensajes: 1806
Ubicación: Zaragoza
delaforce escribió:
Creo que Printessa Ninetta es una ferviente admiradora de esta opera de Leoncavallo.:P

Bueno, pues especialmente dedicada a Printe.:McFly:
Muchas gracias, Tunner.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 25 Dic 2010 23:49 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 19 Feb 2009 13:33
Mensajes: 6474
Ubicación: Lá, sui monti dell'est...
:D :D

Así es, Muchas Gracias!! :wink:
Al principio me costó, pero luego supe apreciarla como corresponde :)


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 27 Dic 2010 13:47 
Desconectado
Mister Foro 2010
Avatar de Usuario

Registrado: 14 Jul 2007 10:33
Mensajes: 8710
Ubicación: Madrid
¡Aúpa Loge! ¡Viva la abyección! :D


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 03 Ene 2011 13:37 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Dic 2005 13:54
Mensajes: 13481
Ubicación: Madrid
Imagen

Riccardo Zandonai estrena en La Scala en 1925 la opera I Cavalieri di Ekebu. Con libreto de Arturo Rossato, esta basada en la leyenda de Gosta Berling, de la escritora sueca Selma Lagerlof.

Por esas mismas fechas, se estreno tambien la famosa pelicula de Mauritz Stiller, con Greta Garbo, sobre el mismo tema:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6LjBkDvHNY4[/youtube]

En una Suecia tan helada que da frio solo pensarlo, Gosta Berling (tenor) es un clerigo expulsado de la Iglesia debido a sus malas costumbres. Esta enamorado de una muchacha, Anna (soprano), que siente rechazo hacia el debido a su apariencia torva y descuidada. La castellana de Ekebu (mezzo) le ofrece trabajo con sus "Cavalieri", un grupo de soldados de fortuna, y aventureros, dedicados a desfacer entuertos. Gosta se recupera moral y fisicamente, y en una fiesta besa a Anna y le declara su amor. Mientras, Sintram (bajo), uno de los "Cavalieri", acusa a la castellana de haber vendido su alma al diablo y es expulsada. Gosta consigue que reflexionen, y reclamen la vuelta de su antigua comandante, que, ya muy enferma, perdona a todos y deja su cargo y posesiones a Gosta y Anna.

Aunque el estreno, bajo la direccion de Toscanini, tuvo cierto exito, como tantas otras veces, la opera acabo desapareciendo del repertorio con el paso de los años. Podemos escuchar una vocalidad heredera directa del verismo de finales del XIX y principios del XX, aun suficientemente abyecta.

Existe una grabacion comercial:

Imagen

que me encantaria reseñar, pero no he tenido ocasion de degustar. Mi audicion proviene de las 'verdes praderas', concretamente de esta funcion que tuvo lugar en Catania, hace unos años:

Gosta Berling..................Kostyantyn Andreyev
La Comandante...............Luciana D'Intino
Anna..............................Patrizia Orciani
Sintram..........................Mario Luperi
Orchestra e Coro del Teatro Massimo Bellini di Catania
Direttore, Daniele Callegari

que se deja escuchar.

Escuchamos algunos fragmentos en youtube, con intervenciones de Gosta y Anna:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=q1nRoFIgNFU[/youtube]

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=I03P8UfwMx4[/youtube]


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 03 Ene 2011 13:44 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 03 Ago 2009 0:14
Mensajes: 11903
Tengo la grabación con la Barbieri como abyectísima Comandanta. :P

Creo que hay otra con Lando Bartolini y la Cossotto.

_________________
"El canto como la belleza que se convierte en verdad" (Friedrich Schiller)


Última edición por Carl Tunner el 03 Ene 2011 14:10, editado 1 vez en total

Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 03 Ene 2011 13:54 
Desconectado
Mister Foro 2010
Avatar de Usuario

Registrado: 14 Jul 2007 10:33
Mensajes: 8710
Ubicación: Madrid
delaforce escribió:
Existe una grabacion comercial:

Imagen


Hace siete meses la tenían en el espotifí, :D. Ahora mismo no sé si seguirá disponible ... Por lo demás, creo que es una Ópera de una fealdad bastante extrema. Gracias por la nueva aportación, marquésdelaabyección.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 03 Ene 2011 23:08 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 12 Ene 2010 18:39
Mensajes: 1806
Ubicación: Zaragoza
Yo también la tengo por algún lado, probablemente en la misma versión que delaforce, porque tiene los mismos orígenes. La repasaré un día de éstos, ya que el Marqués nos invita a ello. :roll:


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto:
NotaPublicado: 05 Ene 2011 14:31 
Desconectado
Div@
Div@
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Dic 2005 13:54
Mensajes: 13481
Ubicación: Madrid
Tras firmar el oportuno contrato, Alfredo Catalani estrena en La Scala su opera Dejanice, en 1883.

Personajes

Dardano Anciano Triunviro de Siracusa Baritono
Argelia Su sobrina Soprano
Amdeto Aventurero proscrito, enamorado de Argelia Tenor
Dejanice Antigua Patricia, ahora hetaira y amante de Amdeto Soprano
Labdaco Corsario cartagines, esclavo de los griegos Bajo

La trama

Siracusa, siglo IV antes de Cristo. El capitan y aventurero Amdeto ha derrotado a la armada cartaginesa, y reclama la mano de Argelia, sobrina del triunviro Dardano. El anciano dirigente rechaza indignado la peticion, y Labdaco, un antiguo corsario cartagines prisionero de los griegos, convence a Amdeto para huir de Siracusa y emprender una carrera como pirata.

Admeto tiene exito en la pirateria, y tiene como amante a la bella Dejanice, antigua patricia de Siracusa, ahora reconvetirda en hetaira. En una incursion, los piratas toman a Argelia como prisionera, pero Admeto ordena a Labdaco que la devuelva a su tio.

Admeto decide volver tambien a Siracusa, y la sorprendida Argelia le jura tambien amor eterno. Dejanice, entretanto, desvela a Labdaco que era una espia de Dardano.

Dardano sigue resuelto a evitar la union de Admeto y Argelia, pero Dejanice le envenena e impide el suicidio de los jovenes amantes, que pueden al fin ser felices, mientras Dejanice se apuñala y acaba con su vida.

<img src="http://www.papageno.fr/media/poch_g/poch_1866.jpg" width="300" height="300">

Existe grabacion comercial pero, de nuevo, mi audicion proviene de las verdes praderas:

Catalani - Dejanice
RAI Milano 1975
Director orquesta - Arrigo Guarnieri
Dejanice - Grazia Colli
Dardano - Giorgio Gatti
Argelia - Gabriella Novielli
Admeto - Maurizio Frusoni
Labdaco - Aurio Tomicic

La opera, pre-verismo, tiene mucho que ver con una Gioconda, tanto musical como argumentalmente, y tiene momentos de bastante interes. En su momento fue un fracaso su estreno en Milan, pero tuvo exito en otras ciudades italianas.

Escuchamos la obertura y un aria de Dardano:

Dejanice - Obertura


[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Lj1jSa0IfQQ[/youtube]


Arriba
 Perfil  
 
Mostrar mensajes previos:  Ordenar por  
Nuevo tema Responder al tema  [ 1095 mensajes ]  Ir a página Anterior  1 ... 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 ... 73  Siguiente

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]


¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: Abdallo, Google [Bot] y 96 invitados


No puede abrir nuevos temas en este Foro
No puede responder a temas en este Foro
No puede editar sus mensajes en este Foro
No puede borrar sus mensajes en este Foro

   
     
Powered by phpBB © 2000, 2002, 2005, 2007 phpBB Group
Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com