Muchas gracias....
Me pone feliz que alguien pueda disfrutarlo...
Desde pequeña soy fanática de la mitología, así que estuve mirando algunos de los libros que tengo y saqué esta información:
Al principio los germanos imaginan el Universo como un inmenso plano en cuyo centro se hallan la Tierra y el océano, y en los extremos hay comarcas habitadas por Gigantes. Luego lo imaginan como una vasta circunferencia rodeada de agua, en el océano circular vive la serpiente Midgard (que es un gigante metamorfoseado) cuyos anillos, al agitarse, causan las grandes tempestades.
Debajo de Midgard se halla un tercer mundo: el Nibelheim o Niflheim, sombrío, húmedo, glácido, reino subterráneo donde moran los gigantes y los enanos.
Para los pueblos germanos y escandinavos, cada lugar es residencia de un espíritu que se une a un elemento. Hay dos clases de espíritus: los pequeños y los gigantes.
Los elfos, pequeños y bellos, viven sociedad, con reyes a quienes están sometidos, son seres llenos de dulzura y de bondad, aman el juego y las danzas, y temen a la luz del día. Aunque nadie los ve, por la mañana se nota el rastro de sus pasos en la tierra húmeda.
Los enanos son seres pequeños y de la misma clase que los elfos, pero viven bajo tierra, no son bellos sino inteligentes e industriosos, algunos deformes, con largas barbas, mineros y señores de los metales, no trabajan sino donde la tierra oculta tesoros.
El guardián del tesoro del oro, el enano Andnari tiene el poder de volverse pez, y un día es capturado por Loke gracias a una red mágica quien le saca el oro. Andnari posee un anillo mágico que tiene la virtud de hacer renacer las riquezas hasta el infinito.
En el momento en que se lo tiene que dar a Loke, Andnari lanza una maldición: que el anillo causará la pérdida de todos los que lo posean.
La profecía se cumple, el gigante Fafnir o Fafner (quien a matado a su padre para quedarse con el anillo) por más que se convierte en dragón para custodiar su tesoro, sucumbe ante la espada de Sigurd (quien más tarde también morirá por la maldición).
Los enanos son quienes han forjado las armas de los dioses, el martillo de Thor, el collar de Freya, el anillo Draupnir y la lanza Gungnir de Odín.
Los espíritus de las aguas son las ondinas, quienes suelen ser la ruina de quienes las encuentran.
Los jóvenes se dejan captar por su belleza y sus encantos y ellas los arrastran al fondo del agua.
Las Nornas son espíritus e instrumentos del destino, conocen los preceptos ancestrales, las costumbres inmemoriales, pueden saber que parte de vida conviene dar a cada uno.
Los propios dioses no escapan a su poder, porque ellos también están sometidos al destino.
Son tres mujeres llenas de saber, se llaman Urd (quien conoce el pasado), Werdandi (conoce el presente) y Skuld (conoce el futuro).
Beben de la fuente del Destino que está debajo del árbol del Fresno.
Los gigantes son espíritus inferiores, primeros seres vivos que habitan la tierra.
En su apariencia guardan la rudeza y la brutalidad de los tiempos en que el mundo surge del abismo y Universo es un inmenso plano en cuyo centro se hallan la Tierra y el océano.
En Noruega se los llama Troll.
Los gigantes tienen el poder de metamorfosearse y lo usan en sus luchas contra los dioses (por eso Fafner o Fafnir se puede convertir en dragón).
La gran serpiente Midgard es uno de ellos.
En casi todas las leyendas germanas y escandinavas los gigantes salen perdiendo, pero se sabe que preparan un desquite, ya que la dominación de los dioses no está destinada a durar para siempre.
Los germanos no creen ni en la eternidad del mundo ni en la perennidad de sus dioses: el fin de los dioses ya llegará.
Las valquirias o walkyrias, cuyo nombre significa “la que elige a los guerreros”, designan que combatientes deben perecer, los alemanes las llaman también Idisi.
Son representadas en forma de vírgenes con plumaje de cisne, si los hombres lograban quitarles su plumaje quedaban esclavas.
Una anécdota en la Canción de los Nibelungos de la época medieval relata que el feroz Hagen observa a dos muchachas bañándose en el río Danubio, que han dejado en la orilla sus plumajes de cisne.
Los toma y solo consiente en devolvérselos si ellas le cuentan que suerte le reserva el provenir al ejército de los burgundios en marcha hacia el país de los hunos.
En el cielo viven los dioses Odín o Wodan o Wotan con su esposa Friga o Frigg o Frija, la Tierra, diosa protectora del matrimonio y de la fecundidad. Sus astucias vencen a veces la voluntad de su esposo y señor.
Ella es la única que conoce el porvenir. Al igual que Wodan, Friga tiene sus propios amantes, y no duda en conceder favores sexuales a otros dioses por interés.
El dios Odín para los escandinavos es el dios Wodan o Wotan (Furor) en la Mitología Germana.
No es el creador del universo, pero sí el creador del hombre, el organizador del universo y el dios de la guerra (en las representaciones siempre lo vemos vestido como un guerrero, igual que a Wotan en El Anillo).
Wotan, antiguamente llamado Wode, es decir, Furor (primeramente es el demonio del furor y las guerras) dirige las guerras, proporciona a los hombres la valentía contra los enemigos, cuando avanza por lo campos de batalla cubierto por su brillante coraza de oro, los enemigos quedan paralizados, sordos y ciegos.
Lleva en sus manos la invicta lanza Gungnir, forjadas por los enanos.
Su caballo Sleipnir posee ocho patas, con las que salva todos los obstáculos, y lleva posados sobre sus hombros dos cuervos, Hugin y Munin, los cuales le refieren al oído todo cuanto desde su trono no puede ver.
El es quien fija las leyes que rigen la sociedad humana, y se complace en mezclarse con los hombres a quienes se presenta en forma de un simple viajero o caminante.
Odín o Wodan posee el poder de metamorfosearse, conoce fórmulas mágicas para curar males y hacer hablar a los muertos.
Posee tres castillos, el tercero de los cuales es el Walhalla. Allí van a parar los héroes muertos en combate.
Los recogen las ecuestres Walkyrias o Valquirias, enviadas por el rey supremo a los campos de batalla para elegir a quienes estiman dignos de tan alta distinción como la de beber cerveza en el castillo servidos por belicosas vírgenes de ojos azules.
Los juegos guerreros y grandes festines se realizan en el Walhalla. Este es el dios al que los combatientes germanos veneran.
Las deidades se reúnen en su consejo debajo del Fresno Igdrasil, árbol sagrado cuyo follaje recubre el Universo entero como un colosal paraguas.
También existe el culto a Nerthus, la Tierra Madre, que vive en un bosque divino en una isla en el océano, diosa de la fecundidad y de la riqueza, cuando ella está no hay guerra, madre nutricia, sabia y misteriosa que interviene en los asuntos de los hombres.
La diosa Freia o Freya o Freyja es la Afrodita germano-escandinava, diosa del amor y de la reproducción, de la vida que renace sin cesar, el día que se le consagra es el Freitag (Viernes), el mismo día que los romanos consagran a Venus es el “dies veneris”, día de Venus o Venerdi (viernes en italiano).
Aficionada a los adornos y las joyas, bella y coqueta, un día observa entre los orfebres enanos un collar bellísimo que le inspira un vivo deseo y ofrece gran cantidad de oro para comprarlo.
Los enanos, que son los señores del oro, no desean más oro, en cambio le piden que pase una noche con cada uno de ellos y ella acepta.
Loke se entera e informa a Wotan, quien le ordena quitarle el collar a la diosa.
Loke lo hace metamorfoseándose en un animal.
Como Freya es muy bella, siempre está rodeada de muchos pretendientes que quieren casarse con ella, como el gigante que construye la morada de los dioses, el Walhalla.
Thor mata al gigante y la salva de una suerte humillante para ella. (Una cosa es acostarse con todos los enanos para conseguir un collar, otra cosa es casarse con un gigante ¡eso si que es humillante!)
Loke o Loki, cuyo nombre significa “llama” es el demonio superior del fuego, brinda ayuda interesada a los dioses, los aconseja pero a la vez conspira para disminuir su poder.
A la vez que consejero de Wodan o Wotan, Loke es el espíritu de las tinieblas y rey de los Alfes negros (o elfos enanos, hábiles e industriosos obreros) pretende arrebatar el trono a Odín/Wodan, y responsable de la ruina de los dioses.
El hijo de Friga y Wodan, Balder, es invencible y su cuerpo invulnerable a las lanzas.
Pero el pérfido Loke descubre que si le arroja muérdago mezclado con un objeto que le lanza puede matarlo. Nanna, la esposa del difunto Balder, muere de pena y se queman los restos de ambos en una gran pira funeraria.
Thor es Donar en alemán, dios del trueno, señor de la atmósfera, cuando retumban las tormentas es porque el carro de Donar o Doner va rodando por la bóveda celeste, y cuando el rayo hiere el suelo es porque el dios ha lanzado desde lo alto su centelleante arma.
Thor es el tipo ideal del guerrero germano, noble, rudo, adversario infatigable de gigantes y de monstruos, héroe de muchas leyendas germanas.
Los dioses llevan una existencia siempre amenazada, viven en una especia de campamento siempre dispuestos para la batalla, esperando la hora de bajar para la lucha.
Entonces sobreviene el ocaso de los dioses. En su caída arrastraran al mundo del cual son protectores.
Los islandeses lo llaman el “ragnarok” o “el destino fatal de los dioses”, en el siglo XII lo llaman “ragnarokkr” (“rokkr” significa crepúsculo o tinieblas) o crepúsculo de los dioses.
Esto no ocurre sin razón, su codicia a la hora de desear apropiarse de tesoros de oro que no les pertenecen, el no cumplir con los pactos que han hecho con los gigantes.
Desde el oeste se acerca una nave arrastrada por la gran Serpiente de Midgard y guiada por el gigante Hrym, desde el norte viene la nave de Loke o Loki acompañado del lobo Fenrir echando fuego por los ojos y las narices, en el sur aparece el gigante del fuego, toda la tierra arde. Las rocas estallan, los hombres se ahogan.
Odín, las walkyrias y los gigantes luchan despiadadamente.
Thor aplasta la cabeza de la serpiente de un martillazo, pero en la lucha, este hijo de Wodan y Friga también perece bajo el hálito envenenado de la serpiente.
Así mueren los grandes dioses.
Son sus mismos actos los que provocan su caída, a la cual sigue el fin del mundo, el séptimo año se apagan los astros, tragados por lobos, impera la oscuridad, se desborda el mar, el fuego consume la Tierra y cuando todo está destruído, el principio eterno crea un nuevo Universo mejor que el anterior, que emerge del seno de las aguas y los dioses y héroes resucitan para recobrar su puesto en la mansión de la luz.
A la decadencia surge la regeneración, donde se hunde el viejo mundo surge de las aguas una tierra nueva.
La gran catástrofe purga al mundo de los antiguos maleficios. Los hombres pueden volver a empezar.
Este es un resumen de las historias mitológicas escandinavas y germanas del paganismo nórdico que encontré.
Bibliografía:
1. Mitología Universal (J.G.Noguín) Joaquín Gil Editor Buenos Aires
2. Mitología del Mediterráneo al Ganges (P. Grimal) Editorial Larousse
3. Antropología Estructural (Claude Levi-Strauss) Eudeba Editorial Universitaria de Bs As
4. El hombre y sus símbolos (Carl G. Jung) Biblioteca Universal Caralt