Dic VIII: Discografía y breve reseña histórica de los grandes directores wagnerianos:
El único trabajo de Wagner que fue escrito pensando en la acústica de Bayreuth es Parsifal, porque cuando lo compone ya tiene la experiencia del estreno de El Anillo, en cambio en El Anillo tiene que hacer muchos cambios en la orquestación para que suene bien en Bayreuth. Por eso la orquestación que se usa en Bayreuth no es la original que compuso para El Anillo.
El registro integral de El Anillo del Nibelungo puede llegar a entrar en 14 o 15 discos, depende de la versión.
Desde luego es posible conseguir muchas grabaciones de fragmentos wagnerianos, hasta Plácido Domingo ha grabado algunos extractos como cantante.
Existe una grabación de la orquesta de la NBC dirigida por uno de los más luminosos intérpretes de Wagner, Arturo Toscanini, con sólo dos CDs de Víctor, monofónico, que se llama Fragmentos wagnerianos y es muy recomendable.
Sin embargo, lo ideal sería poder escuchar El Anillo completo.
Schumann escribió que, sin la escena, las obras de Wagner que él había conocido eran escasamente atractivas. Creemos que es mucho más interesante presenciar una función que escuchar el disco, pero como el Anillo no es algo que se dé todos los días ni todos podemos peregrinar al Festival de Bayreuth, escuchar un CD es imprescindible si se quiere conocer algo de Wagner, y los que tengan la suerte de ver un DVD podrán apreciar la obra como si estuvieran el en teatro y tratar de seguir el argumento, pero deben tener en cuenta que los distintos regisseurs le hacen diferentes cortes.
La lista de las grabaciones completas de todo El Anillo de las que tenemos conocimiento, director, año, y orquesta, es:
Director Rudolf Moralt, 1948-49 grabó en vivo con la orquesta de la Vienna State Opera.
Wilhelm Furtwängler, 1950 en vivo, orquesta de La Scala de Milán.
Fritz Stiedry, 1951 en vivo en la Metropolitan Opera House of New York.
Herbert von Karajan, 1951 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Herbert von Karajan, 1955 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Joseph Keilberth, 1952 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Joseph Keilberth, 1953 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Wilhelm Furtwängler, 1953 en vivo con la RAI.
Clemens Krauss, 1953 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Hans Knappertsbusch, 1951 en vivo en los Festivales de Bayreuth
Hans Knappertsbusch, 1956 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Hans Knappertsbusch, 1958 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Sir Georg Solti graba la primera versión en estudio 1958/65 con la Filarmónica de Viena.
Rudolf Kempe, 1960 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Karl Böhm, 1967 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Herbert von Karajan, 1967/70 con la Filarmónica de Berlín.
Hans Swarowsky, 1968 con la Filarmónica de Checoslovaquia (en ese momento era Checoslovaquia).
Reginald Goodall, 1973/77 en vivo con la English National Orchestra.
Pierre Boulez, 1980/81 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Marek Janowski, 1980/83 con la Dresden State Orchestra.
Bernard Haitink, 1988/91 con la Bavarian Radio Orchestra.
James Levine, 1987/89 con la orquesta de la Metropolitan Opera House of New York.
Wolfgang Sawallisch, 1989 en vivo con la Bavarian State Orchestra.
Daniel Barenboim, 1991/96 en vivo en los Festivales de Bayreuth.
Günter Neuhold, 1993/95 en vivo con la Badische Staatskapelle Orchestra.
A partir de la de Solti las grabaciones son en estéreo, las anteriores son mono.
A parte de estas versiones, nos encontramos con muchísimas grabaciones de una solo de las jornadas, a veces llevadas a cabo por lo mismos directores que alguna vez grabaron una versión completa.
También existen grabaciones tomadas en los Festivales de Bayreuth de alguna jornada, pero que no llegan a completar un mismo ciclo por un mismo director.
Muchos directores grabaron exclusivamente Highlights, pero directores que grabaron el ciclo completo, también grabaron Highlights. Además hay grabaciones en CD, en video y en DVD,
hay para divertirse y para todos los gustos.
En cuanto a la elección, creo que depende de lo que cada uno esté buscando, es diferente si a uno le interesa más como suena la orquesta, que si a uno le interesa más escuchar buenos cantantes.
El mismo cantante en distintos momentos de su vida suena diferente, o aún en el mismo momento de su carrera suena diferente con otro director.
Con los cantantes de El Anillo, lo que sucede es que un mismo intérprete hace un papel en un momento de su vida, por ejemplo, en su juventud, y otro papel en su madurez.
Existen versiones en las que un mismo cantante interpreta dos o tres roles diferentes en el mismo ciclo, y hay papeles que son cantados por diferentes intérpretes según sea la jornada. Nos es imposible comentar todas las versiones que existen, tampoco las conocemos todas, así que solamente hemos elegido algunas grabaciones para comentar.
Lo haremos en orden cronológico, tomando como eje el director de orquesta.
Hemos decidido citar en primer lugar solo a cuatro personajes del ciclo, Alberich, Wotan, Brunilda y Sigfrido, porque consideramos que cumplen un rol fundamental, y porque sería extremadamente largo nombrar a todos los intérpretes.
Si ese mismo personajes es cantando por dos intérpretes diferentes, nombramos a ambos. Luego, al comentar el CD, nombramos, en líneas generales, algunos de los intérpretes.
Wilhelm Furtwängler ha encarnado durante medio siglo el ideal del director wagneriano.
Gustav Heinrich Ernst Martin Wilhelm Furtwängler nace en el 25 de enero de 1886 en Berlín, dentro de una familia de artistas, padre arqueólogo y madre pintora.
Su sueño es ser compositor, pero se destaca mucho más en la dirección orquestal.
Desde 1915 es director de la orquesta de la corte de Mannheim. En 1917, a la edad de 31 años debuta con la orquesta Filarmónica de Berlín. En 1922 es nombrado director titular de la Leipzig Gewandhaus Orchestra. Debuta con la Orquesta Filarmónica de Viena en 1922, y con la Royal Philharmonic en Londres en 1924 y la New York Philharmonic en 1925 con gran éxito. A los 35 años ya es un renombrado director de orquesta.
Como principal competidor de Toscanini, es un gran golpe para Furtwängler cuando la New York Philharmonic decide contratar a Toscanini en vez de a él.
En abril de 1927 deja Nueva York, humillado y desilusionado, para nunca más volver a los Estados Unidos. En 1928 renuncia a la Gewandhaus de Leipzig por serias desavenencias (no musicales sino de contrato) pero es elegido para una serie de conciertos en la Filarmónica de Viena, de la cual será nombrado también director titular.
En 1930 se ve forzado a elegir entre la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica de Viena, y elige la de Berlín. También se lo nombra director musical de la música wagneriana en la Festpielhaus de Bayreuth.
Furtwängler cree en la improvisación que rige para toda forma orgánica y exige que el artista se identifique con la obra.
Defiende la nueva música de Arnold Schönberg, Igor Stravinsky, Paul Hindemith, Béla Bartók, Gustav Mahler, Maurice Ravel y Jan Sibelius.
A partir de 1933, con la asunción de Hitler al poder, la vida cultural alemana cambia dramáticamente.
Muchísimos artistas y músicos abandonan el país, y el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels asume la responsabilidad por la administración de la Filarmónica de Berlín.
El ministro del interior, Göring, designa a Furtwängler como director de la Berlin State Opera dándole el título honorífico de Consejero del Estado de Prusia.
Existen grabaciones de Furtwängler en vivo de 1930, difíciles de conseguir, en Londres, Viena y Bayreuth.
Existen filmaciones de propaganda nazi con Furtwängler dirigiendo Wagner en el teatro decorado con grandes swásticas, él es quien dirige en honor de Hitler durante su cumpleaños en 1942.
Existe un video muy interesante sobre directores wagnerianos (se consigue en
www.belcantosociety.org:
http://secure2.ihwy.com/shop/showdetl.c ... &CATID=159)
Furtwängler es un brillante director, y se mantiene en su puesto gracias a que a Hitler le gusta su manera de dirigir. Sin embargo, no se afilia al partido nacional-socialista (lo cual demuestra que se podía trabajar sin afiliarse), protege a los músicos judíos de la Filarmónica de Berlín, y se opone a dejar de tocar a los músicos prohibidos como Hindemith o Mendelsohn.
Cuando el célebre director alemán, judío, Bruno Walter debe abandonar el país, Furtwängler escribe una carta de protesta a Goebbels, acordando con el antisemitismo de los nazis, pero preocupado por el futuro cultural de Alemania, que se está quedando sin músicos.
Los nazis, preocupados porque están perdiendo a los más importantes directores alemanes, no quieren perder a Furtwängler.
Hay que tener en cuenta que además del famoso director judío Bruno Walter, el director “ario” Fritz Busch también se ha exiliado por oponerse al régimen, y el alemán Otto Klemperer, otro gran director judío de la Kroll Opera en Berlín, se ha exiliado a los Estados Unidos en donde dirige Los Ángeles Philharmonic Orchestra (solo volverá a Europa después de la guerra para dirigir la Budapest Opera, la Philharmonia Orchestra of London y la Royal Opera House).
También el italiano Toscanini se niega a dirigir para los nazis.
Estos no pueden darse el lujo de que también Furtwängler se vaya.
Cuando la nueva ópera del compositor judío Paul Hindemith “Mathis der Maler” o “Matías el pintor” es prohibida, Furtwängler estrena un boceto de sinfonía sacada de la ópera con la Filarmónica de Berlín y escribe un articulo defendiendo la obra de Hindemith.
No le preocupan tanto las personas, los músicos judíos, como la música alemana, y él considera a éstos músicos alemanes.
Furtwängler se ve obligado a renunciar a sus puestos en la filarmónica y en la ópera estatal, pero en 1935 llega a un arreglo con Goebbels, aceptando las condiciones políticas del Tercer Reich a cambio de poder continuar dirigiendo.
A partir de ese momento no deja de ganar mucho dinero y de beneficiarse de los favores y honores del régimen nazi.
Su posición declarada es la del artista que solo se interesa por el arte y no por la política.
Friedelind Wagner, el nieto de Wagner que elige el exilio por oponerse al gobierno nazi, es uno de los que le recriminan por haberse quedado en Alemania durante la época de la guerra y haber dado su apoyo moral y cultural al nazismo, cuando tantos músicos alemanes eligieron el exilio (muchos expulsados de la Academia de Artes de Prusia por liberales, otros por judíos).
Furwängler le dice que se queda porque se considera responsable por la música alemana y debe preservarla. ya que ese es un momento en que los alemanes necesitan mas que nunca escuchar a Beethoven, Schubert o Bach.
Le interesa mayormente la tradición romántica alemana, representada por Haydn, Mozart, Wagner, Bruckner y Richard Strauss.
Cuando hace tours por Londres y Paris, representando al gobierno del Tercer Reich, es el único director que no toca el himno de los nazis antes de cada concierto, y refieren que se dejaba la batuta en su mano derecha para no tener que levantar el brazo en el típico saludo nazi (como si hacían Clemens Krauss y Karl Böhm).
Además de tener un gran carisma personal, Furtwängler es un gran renovador, creador de un nuevo lenguaje expresivo, modelador de acentos sorprendentes, cincelador de fraseos insólitos y descubridor de un pensamiento musical profundamente original.
Para él existe una idea básica: la de la humanidad y universalidad del arte, una recreación que tiene en cuenta sobre todo la estructura profunda de la composición, el corazón, el núcleo expresivo antes que el artificio o el virtuosismo superficial.
Cuando en 1936 Toscanini se retira, le dice a la Filarmónica de Nueva York que Furtwängler es el único capaz de sucederle en su puesto, pero en ese momento Göring designa Furtwängler Director Musical de la Berlin State Opera.
Furtwängler permanece en Alemania hasta el final de la guerra.
En 1945 se exilia en Suiza. Luego de dos años en los que los aliados no le permiten dirigir, comienza una etapa de su vida post-guerra en la cual hace viajes frecuentes a Buenos Aires (dirige en el Teatro Colón), y Europa del Este.
Según Furtwängler
“El Anillo es, entre todas las obras wagnerianas, la que puede ser más fácilmente falseada por una mala interpretación”.
Existen grabaciones suyas de highlights de La Valkiria de 1936, y algunos extractos de El Ocaso de los dioses también de los años ’30, con la Flagstad, Lauritz Melchior y Frida Leider.
A pesar de su ferviente germanismo, paradójicamente, las ediciones históricas suyas del ciclo completo de El Anillo del Nibelungo, están grabadas en tierra italiana.
La de la Scala de Milán (l 950) con Kirsten Flagstad en las tres Brunildas y el tenor sueco Set Svanholm, es una grabación en vivo, mono, de Arkadia, Opera D'oro, Virtuoso.
Director: Wilhelm Furtwängler
1950. Mono. Grabación en vivo.
Arkadia. Opera D'oro. Virtuoso.
Orquesta y Coro de la Scala de Milán
Alberich___Alois Pernerstorfer
Wotan_____ Ferdinand Franz
Wotan (El caminante) ___ Josef Hermann
Brunilda___Kirsten Flagstad
Sigfrido___ Set Svanholm (Joven)
Sigfrido___ Max Lorenz (Mayor)
Tiene algunos intérpretes excepcionales.
Gunther Treptow es un Siegmund heroico, podemos sentir su ansiedad, temor y profundo amor. La Brunilda de Kirsten Flagstad justifica por si sola todo el ciclo: estilo y tonos perfectos. Sigfrido joven es interpretado por Set Svanholm, y el mayor por Max Lorenz. ofreciendo una madura pareja Flagstad-Lorenz que es impresionante.
La versión de 1953 del Director Wilhelm Furtwängler también es una grabación en vivo, mono, de Emi, pero esta vez tenemos a Marta Mödl en su debut, y a Ludwig Suthaus.
Marta Mödl aquí es una mágica y envolvente Brunilda, apasionada, emocional, llena de compasión. Ludwig Suthaus es el mejor Sigfrido que podía haber encontrado en ese momento.
Director: Wilhelm Furtwängler
1953. Mono. Grabación en vivo. Emi
Orquesta y Coro de la RAI de Roma
Alberich___Alois Pernerstorfer, Gustav Neidlinger
Wotan_____ Ferdinand Franz
Brunilda___Marta Mödl
Sigfrido___Ludwig Suthaus
Wolfang Windgassen (quien más tarde será uno de los más famosos Sigfrido) es aquí un seductor Loge.
Al que le interesan más las voces, es mejor escuchar la versión de 1953, al que le interese más la orquesta y la parte teatral y de actuación, preferirá la versión de 1950.
El Anillo de Wilhelm Furtwängler es intenso, trágico, pesimista, presenta cierta subjetividad, cierta melancólica conciencia del director acerca de todo el trabajo.
Los tempi tienden a ser más lentos que con otros directores y hay una gran variedad de ritmos. Por ejemplo, en la Marcha Fúnebre se puede sentir que la muerte de Sigfrido tiene un efecto de profunda tristeza en la humanidad.
Se trata de un enfoque muy personal del director.
El sonido se siente menos influído por la partitura que por las respuestas emocionales del director, creando una dimensión melancólica y filosófica que agrega intensidad a toda la Tetralogía.
Furtwängler conduce con un sentido teatral pocas veces encontrado en otros directores.
Al año siguiente, el 12 de noviembre de 1954, fallece, justo después de haber terminado
La Valkiria.
Furtwängler es un director a quien le preocupa la expansión poética de la música.
Furtwängler escribe:
“Si Wagner sostiene que toda partitura lleva en sí su tempo, un tempo que le es inherente con exclusividad, significa esto que cada obra tiene un carácter determinado, un espíritu propio, de los cuales deriva el tempo correspondiente. El tempo no posee la primacía, pero sí su motivo, que es el sentido que se halla detrás del tempo… (…)…Tempo y melodía adquieren sentido y orden sólo por un tercer factor que yo llamo desenvolvimiento vivo. Aquellos tienen una realidad concreta. Pueden ser modelados con facilidad porque forman la materia de la obra. En cambio, el desenvolvimiento vivo se realiza en el interior de la obra, irradiando su fuerza a través de la composición toda.”.
Furtwängler estima que la sonoridad de la orquesta no debe ser considerada como una cantidad fija creada por la instrumentación de la obra, sino como un factor variable que el director debe formar siempre de nuevo, un compás tras otro, de acuerdo con la obra que tiene ante sí.
Cuando en 1938 Furtwängler tiene discrepancias musicales con los nazis, aparece en escena el director Herbert von Karajan, quien no se opone, como Furtwängler, a dirigir en territorios ocupados por lo nazis, y es quien conduce la Prussian Staatskapelle durante una Paris ocupada, en los mismísimos Champs Elyssés.