Y sigo con mi acercamiento a las fuentes literarias de LIP…
¿Estaban locos aquellos romanos…?
La fuente principal del tema procede de los
Anales del historiador romano Cornelio Tácito (Libros XII a XVI), donde se relata la pasión de Nerón por Popea, esposa primero de Rufio Crispino y luego del guardia pretoriano Otón, favorito de Nerón. En Tácito, Séneca muere por orden de Nerón, pero por haber participado en otra conjura palaciega, no por su oposición al matrimonio con Popea. Sin embargo, hay un hecho que no aparece en LIP: se trata de la muerte de Agripina, madre de Nerón. Este asesinato fue instigado por Popea para que fuese posible el repudio de Octavia, que no podría llevarse a cabo mientras Agripina viviese. De alguna manera, la muerte de Séneca reemplaza en el libreto a la muerte de Agripina.
Aquí tenemos a Tácito, y una edición de sus
Anales
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El intento de asesinato de Popea nunca se produjo. De hecho, ella moriría en el 65, un año antes que Séneca. Octavia, exiliada a la isla de Pandataria, fue obligada al suicidio abriéndose las venas.El poeta Lucano acabará muriendo al mismo tiempo que su tío Séneca. Su muerte se produjo por orden de Nerón, al que había alabado en su poema
La Farsalia. Paradojas de la vida: Nerón ordena la muerte de Lucano, porque no podía soportar que fuese mejor poeta que él.
Este es Lucano, sobrino de Séneca y, como él, nacido en Córdoba.
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Otras fuentes para el libreto son las
Vidas de los Doce Césares de Suetonio, la
Historia Romana de Dión Casio (libros LXI y LXII) y la tragedia
Octavia, atribuida a Séneca, aunque en realidad no fue escrita por él.
Conozcamos el supuesto aspecto del historiador Dión Casio…
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Las fuentes históricas latinas son de suma importancia en la génesis de LIP. Pero el texto de la tragedia
Octavia es la clave para comprender buena parte de la distribución de personajes en la ópera. Y es que el libreto de Busenello sigue de cerca la tragedia. En ella aparecen: Octavia, la nodriza de Octavia, Séneca, Nerón, el Prefecto, Agripina, Popea, la nodriza de Popea, un mensajero, un coro de romanos partidarios de Octavia, otro coro de romanos partidarios de Popea, y los soldados. También hay un personaje de la tragedia
Octavia que en la ópera no aparece: se trata de la Sombra de Agripina, por la que Octavia siente una profunda aversión y a la que hace responsable de todos sus males.
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Máscaras teatrales romanas</center>
El escenario y el momento de los hechos de la tragedia se indican con exactitud: la acción se desarrolla en Roma en el palacio imperial, el año 62. Sin embargo, hay divergencias importantes: en la tragedia, la nodriza de Octavia tiene una dimensión trágica que complementa los lamentos de su señora y que teme que la emperatriz sea no sólo repudiada sino asesinada. No es el ser despreocupado que pinta Busenello, y con quien bromea el paje. La propia emperatriz se lamenta amargamente de sus sufrimientos, en contradicción directa con Tácito (
Anales XIII, 16), donde se dice que Octavia había aprendido a ocultar sus sentimientos ya desde su juventud. En la ópera, Ottavia se lamenta como en la tragedia, y sigue la tradición de los lamentos, que se habían puesto de moda en la música vocal del momento.
Si seguimos comparando la ópera y la tragedia, vemos que en esta última Octavia se desahoga con su nodriza (versos 1-33) y se compara en sus sufrimientos a Electra. La nodriza insiste en que la emperatriz tiene muchos partidarios en Roma, y que, en cambio, Popea es aborrecida por el pueblo (“Invisa cunctis nempe”: “Todo el mundo la odia”, verso 188). Octavia siente su linaje castigado por Venus, diosa que protege a Popea, a causa de los errores cometidos por su madre, como el adulterio. Por otra parte, Octavia critica abiertamente a Popea (versos 125-134). La emperatriz es presentada como Juno en la tierra (versos 219-221), así como Popea en la ópera es definida como “Venere in terra”; una y otras son las respectivas contrafiguras.
En la tragedia, Popea está encinta de Nerón, mientras que en la ópera no se menciona nunca esta circunstancia. El coro de partidarios de Octavia ya presiente el repudio de la emperatriz y la coronación de su rival Popea. Y las ideas de este coro son claramente republicanas, pues se complacen en enumerar los desmanes cometidos por los tiranos y primeros reyes de Roma, con los que asimilan la figura de Nerón (versos 273-304). En la ópera no aparecen estos coros, que representarían las maneras de pensar de los ciudadanos de Roma. El personaje de Séneca se presenta desengañado de la vida de la corte imperial.
La tragedia
Octavia no concede margen alguno a lo popular: no se mezcla lo trágico con lo cómico, y los personajes que pondrán en LIP un contrapunto cómico –los soldados de la escolta de Nerón que critican a Nerón y a Séneca, el paje y la doncella de Octavia, las dos nodrizas que echan de menos la alegría de la juventud…– no tienen cabida en los versos de esta obra.
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Una edición de las tragedias de Séneca</center>
Qué culto y qué listo era Busenello…