Tristán es la cima de Barenboim. Donde ha logrado mayores logros. Así pudimos disfrutarlo en el Real. La Meier es la Isolda de los últimos 15 años.
No quiero que termine ésto, sin hacer mención a la que me parece, fabulosa Isolda: La hoy olvidada pero gran soprano (y no sólo por el físico), Gertrud Grob-Prandl
Podemos encontrar su interpretación en dos versiones. Una en La Scala 1951 con De Sabata (ésta no la he escuchado) y otra procedente de Viena 1956 con muy buen sonido bajo la dirección de Andrè Cluytens. Pena que la acompaña el espantoso Tristán de Rudolf Lustig.
Voz voluminosa, timbradísima, de centro denso y opulento, pero capaz de ascender al agudo con un desahogo y squillo impresionante, auténticas lanzas. Además, con una escuela de canto impecable. La dirección de Cluytens, quizás, no entusiasmará a los Wagnerianos de raza por acusarla de falta de intensidad, énfasis, o a"autenticidad" pero luce bellísimo sonido, refinamiento, sentido de narración y pulso más que solvente.
Termino con una mención para la Isolda de Helen Traubel y, por otro lado, a una interesante versión dirigida por un Wagneriano de cierto prestigio (papá de uno de los ilustres representantes actuales del eurotrash escénico) y donde encontramos una disfrutable pareja protagonista y el Marke de Frick:
* Margarete Baümer, Ludwig Suthaus, Erna Westenberger, Gottlob Frick, Karl Wolfram Coro de la Radio de Leipzig.Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig:Frank Konwitschny