De las cinco versiones que quiero comentar esta es la más reciente y por lo tanto a la que meos tiempo le he dedicado. Una de esas grabciones que es relativamente fácil de encontrar y editada por casas discográficas “etéreas” e innombrables que nos ofrecen a precio de saldo cosas como esta.
La grabación es de Bayreuth 1952 y en mi opinión hay dos grandes atractivos para su escucha: uno es
Herbert von Karajan pre-merchasinding, con un vigor, un dinamismo realmente notables. Von Karajan hace una apuesta por una versión más juvenil y romántica que adulta y filósofa; los amantes están entragados desde un principio y Herbert von Karajan lleva a la orquesta en volandas hastameterte dentro de la función casi en sentido literal. ¿Demasiado impetuoso? No más que los amantes.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=jS2U7U3cKuI[/youtube]
La segunda razón para su escucha es
Martha Mödl. Si nos ponemos tiquismiquis se dirá que sus agudos son ásperos, duros, rozando en muchas ocasiones “el fuera de juego”. Tambien se dice lo mismo de su Kundry 1951, por ejemplo pero… cuando se habla de construir un personaje, hágase el silencio. Mödl tiene esa capacidad que tan pocos tienen de superar sus limitaciones vocales al construir personajes de gran crediilidad, hasta el punto de hacerlos suyos. Y en este sentido la Isolde de Mödl es, en mi opinión, una nueva vía y, por ello, referencia ineludible.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=f42ILONX1as[/youtube]
Lo de
Ramón Vinay va por barrios; hay quien se enamora de su color vocal, de su bello sonido. Otros le critican la falta de entrega. En ocasiones me parece que Vinay se encoge ante el ímpetu de la soprano pero su Tristan es importante. Creo que no llega al nivel de otros posibles competidores (es decir, excluyo a Melchior, que no compite con nadie); así prefiero al enamoradizo Windgassen pero Ramón Vinay es una alternativa a tener en cuenta.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=CVF5MUg9TiQ[/youtube]
El Kurwenal de
Hans Hotter está bien cantado pero si aceptamos que se puede ser muy exigente con este señor su Kurwenal no es la mejor prestación que le hemos oído. Su Kurwenal es demasiado pesante, quizás una voz de demasiada prestancia, una oscuridad que le resta a Kurwenal su alegría de servir, que es alegría de vivir. Tiene tanta nobleza que un marke famélico parecería su siervo.
Imponente
Ludwig Weber. Lo cierto es ue pocos papeles han sido tan bien servidos por el disco como el del rey Marke, donde –casi- detrás de cada grabación te aparece u monumento vocal; interesante
Ira Malaniuk como Brangania, aunque sin llegar a la dulzura y éxtasis de otras y un lujo asiático tener a
Herman Uhdecomo Melot.