delaforce escribió:
Querida, no se trata de mis gustos, sino de algo que resulta obvio, y es la calidad de la música en sí. Tal vez, necesite usted un poco más de tiempo para entenderlo, pero estoy seguro que lo conseguirá.
Le agradezo sinceramente su preocupación por mi preparación cultural. La aprecio en lo que vale
Pero sigue usted utilizando argumentos falaces. Las películas de Steven Seagal son, eso, unas películas concretas. Si las usa para argumentar que todo el cine de la década de los 90 es un producto de usar y tirar y que no tiene ningún valor artístico está extrapolando incorrectamente.
Pues lo único que digo es 1) que toda esta música que a usted le espanta tanto no puede meterse en un único saco de "productos de consumo sin valor alguno" porque está mezclando una cantidad ingente de producción musical de muy diferente valor. El tiempo es juez, usted no. Además, la criba que hace perdurar unas obras y no otras aplica tanto a la música clásica como al resto de estilos musicales. La "música clásica" no tiene automáticamente un marchamo de calidad que la convierta el arte y la haga eterna y que la "música rock" no pueda tener por mucho que lo intente. Su argumento de que muchos cantantes/autores han desaparecido del imaginario colectivo aplica exactamente igual a todos los genéros musicales, diría que a todas las manifestaciones artísticas.
2) Luego, que algo esté de actualidad o no también es fruto de la época. El belcanto sufrió alguna época de desprestigio y fue recuperado. Martín i Soler, por citar otro ejemplo, estrella en su época y olvidado hasta tiempos recientes en que se han rescatado algunas de sus obras.
Soy perfectamente capaz de distinguir la calidad intrínseca de los distintos géneros musicales que me gustan, y no comparo unos con otros. Nunca diré que Queen está a la altura de Mozart, más que nada porque es una chorrada como la copa de un pino. En este sentido las declaraciones de Nacho Cano son una
boutade que me han recordado a otras recientes del señor Mortier.
Lo que no entiendo es la obsesión de eliminar todo valor artístico de un estilo musical que no le gusta a usted.
Frank Miller no es Velázquez, pero a nadie se le ocurre intentar compararlos. ¿Por qué? ¿Para qué? Cada uno tiene su lugar. Pero negarle talento a Frank Miller es una estupidez.
Y para cerrar por mi parte esta estimulante discusión bizantina con la que hemos empezado el año solo puedo decir:
¡Grande Mozart! ¡Grandes Queen!
PS: note usted cómo he evitado citar en todo momento al señor Cave.