La Encuesta:
Lamentablemente, solo podemos incluir 10 opciones en las encuestas, así que grandes tenores quedaron fuera de ella…. Corelli, Araiza, Gigli…. Pero en el momento de elegir, el criterio fue tratar de dejar aquellos para los que Rodolfo haya sido su rol más representativos…..
… por supuesto, IMPOSIBLE en una obra así, ni citar a TODOS los Rodolfos (poquísimos no lo cantaron), ni dejar, en una selección, conforme a todo el mundo…
En fin: los elegidos.
JAIME ARAGALL
con Jonathan Summers
Nació en Barcelona el 6 de Junio de 1939. De familia modesta, fue animado por su familia a estudiar canto. A los 9 años empezó a cantar en el coro de Sta. María del Mar, donde muy pronto fue solista. A los 18 años comenzó a tomar clases con el maestro Jaume Francisco Puig. Estudió en Barcelona y en Milán y ganó el concurso Verdi en Bussetto (1963), premio que le valió un contrato con la Scala de Milán, donde debutó con L’Amico Fritz, de Mascagni y el éxito resultó tan singular que crítica y público coincidieron en definirlo como una de las voces líricas más importante de nuestro tiempo. Al año siguiente debutó en el Liceu en una inolvidable Boheme. Cantante habitual en los princiaples teatros y festivales operísticos, desde 1991 imparte un curso de canto anual en el Festival Internacional de Música de Torroella de Montrgí y, desde 1994, organiza el Concurso Internacional de Canto que lleva su nombre. Su excelente voz de tenor lírico ha sido apreciada como una de las mejores de los cantantes su generación. Ha sido reconocido con la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1992), el doctorado honoris causa por la Universidad de Girona (1996) y la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña (1997).
CARLO BERGONZI
Tenor italiano nacido en Busseto, estudió en Parma con Gradini y en el Conservatorio Boito. Siendo un activo anti-nazi fue apresado por los alemanes. Solamente después de la guerra reasumió sus estudios y debutó en 1948 en el papel de Fígaro, de El Barbero de Sevilla en Leche. Después de dos años comenzó a estudiar el repertorio de tenor, y realizó un segundo debut como Andrea Chènier en 1951 en Bari. Ese año fue contratado por la radio italiana para las celebraciones de Verdi.
En 1953 canta por primera vez en La Scala en el estreno de Mas’Aniello de Napoli y desde entonces retorna con regularidad a ese escenario. El mismo año debuta en Londres en el Teatro Stoll como Alvaro en La Fuerza del Destino. Este rol lo llevará en 1962 al Covent Garden, donde luego interpretará a Manrico, Ricardo en Un Baile de Máscaras, Radamés y Cavaradossi.
Su primera actuación en los Estados Unidos fue en 1955 en Chicago como Luigi en Il Tabarro y desde 1956 a 1974 cantó regularmente en el Metropolitan. Además del repertorio verdiano, Bergonzi interpreta más de 40 roles, incluyendo Nemorino, el Fausto del Mefistófeles de Boito, Des Grieux, Canio y Turiddu.
Uno de los mejores intérpretes de Verdi, ha cantado en los mejores escenarios del mundo con una elegancia poco común. Tenor de canto noble y elegante, con un dominio de los recursos técnicos, expresivos y estilísticos inimitable, quien a cambio de cierta falta de arrojo supo dotar a las obras que abordó de una cuota relevante de musicalidad y cuidado estilístico. Oficialmente se retiró de los escenarios en 1994 pero tuvo un poco afortunado retorno en una presentación de Otelo en Canadá el 2000. Después de su retirada de los escenarios se dedicó a la enseñanza
JUSSI BJÖRLING
con Renata Tebaldi
Johann Jonata Björling nació en Stora Tuna, comuna de Borlänge, Suecia, el 2 de febrero de 1911. Su padre, Karl David Björling fue un conocido tenor de Opera en Suecia, llegando incluso a cantar con la Opera del Metropolitan de Nueva York a comienzos de 1900. Jussi ya a los 5 años había recibido lecciones de canto de su padre, y un año más tarde junto a sus hermanos Olle y Gösta comenzó su primera gira.
En 1920 el "Cuarteto Vocal Masculino Björling " realizó una gira a los Estados Unidos. De regreso en su patria, Jussi comenzó su educación formal como tenor en el Conservatorio de Estocolmo bajo la tutela del famoso barítono sueco Johann Forsell. En 1929, se le ofreció un contrato con la Casa Real de la Opera de Estocolmo.
Su primer rol fue en la obra "Manon Lescaut" de Puccini, a la que siguió su interpretación como Don Ottavio en la opera "Don Giovanni" de Mozart. Otra gran actuación en estos primeros años fue la de Arnold en "Guillermo Tell" de Rossini. El tenor tenía 19 años, y una carrera mundial le esperaba. A pesar de esto, Jussi Björling siempre permaneció fiel a la Casa Real de la Opera de Estocolmo, donde actuó no menos de 616 veces, presentándose como figura principal en obras como "El Barbero de Sevilla", "La Traviatta", "Rigoletto", "Mignon", "Eugin Onegin", "El príncipe Igor" y "El oro del Rhin", entre muchas otras. Entre los años 1931 y 1935, Björling realizó varias giras con la Real Opera a ciudades importantes como Oslo, Copenhagen y Riga.
La primera presentación de Jussi como tenor maduro fuera de Escandinavia ocurrió en 1935 (tenía 24 años), cuando apareció como Radames en "Aida" de Verdi en la Staatsoper de Viena.
El 24 de noviembre de 1938, el tenor de 27 años hizo su debut en el Metropolitan Opera de Nueva York, en el rol de Rodolfo de la opera "La Boheme" de Puccini, acompañada de Mafalda Favero como Mimi y de John Brownlee como Marcello. Por el resto de su vida Björling permaneció leal al Metropolitan, lealtad que sólo se interrumpió durante la segunda guerra mundial, periodo en el que se refugió en Suecia. Tras la guerra, el 29 de noviembre de 1945, reapareció en el Metropolitan como el Duque en "Rigoletto" junto a Bidu Sayao como Gilda y Leonard Warren como Rigoletto.
Aparte de cantar en Nueva York, Jussi se presentó en San Francisco, Los Angeles, Sacramento y Nueva Orleans. En 1955 cantó junto a la soprano Maria Callas en dos presentaciones de "Il Trovatore" en Chicago.
Aparte de sus presentaciones operáticas, Björling dio innumerables conciertos en Norteamérica. Su debut en el Carneggie Hall ocurrió en noviembre de 1937, y en 1940 cantó la parte del tenor del Requiem de Verdi, bajo la dirección de Arturo Toscanini.
En mayo de 1939 realizó su debut en el Covent Garden de Londres. Cantó el Manrico de "Il Trovatore" junto a Gina Cinga, regresando a principios de 1960. En la Scala de Milán debutó en 1946 como el Duque en "Rigoletto", y realizó su última aparición allí en 1951 como Riccardo en "Un Ballo in Maschera", acompañado de Maria Caniglia, Cloe Elmo y Paolo Silveri.
Jussi Björling poseía una maravillosa voz y una gran técnica, que nunca utilizó para sus propios fines y gloria personal sino que siempre puso al servicio de la música. Una partitura era sacrosanta para él, y sus elevadas ideas sobre el arte del canto lo llevaron a especializarse en un repertorio compuesto especialmente por obras italianas y francesas. En alemán cantó esporádicamente algunos "Lieder". El famoso conductor de la época Sir Thomas Beecham, tuvo el deseo de realizar una grabación de la opera wagneriana "Lohengrin", con Björling en el rol principal, sin embargo aunque se hicieron arreglos para realizar esta producción, no pudo llevarse a efecto, así como la grabación de la Opera "Carmen" junto a Maria Callas, y de un disco de Duetos junto a la soprano Elisabeth Schwarzkopf. Lamentablemente para el mundo, Jussi Björling murió muy joven, el 8 de septiembre de 1960, a la edad de 49 años, producto de una enfermedad cardíaca.
Dejó un legado de más de una treintena de discos, grabaciones de operas completas, recitales, compilaciones de arias, duetos junto a sopranos como Renata Tebaldi, Zinka Milanov, Hjördis Schymberg, Maria Callas o Elisabeth Söderström, y actuaciones acompañado del afamado pianista Frederick Schauwecker.
JOSÉ CARRERAS
Nació el 5 de diciembre de 1946 en Barcelona. Comenzó sus estudios vocales y de piano con Magda Prunera, madre de uno de sus amigos de la infancia. A la edad de 8 años, comenzó a asistir al conservatorio de música local luego de la escuela. A los 11 años hizo su debut en el Gran Teatro del Liceo, cantando el rol para niño soprano de el narrador en El Retablo del Maese Pedro, de Falla. Unos meses después, cantó por última vez en el Liceo antes de que su voz comenzara a cambiar. Cantó el niño del segundo ato de La Bohème que pide la trompeta y el pequeño caballo.
Para los 18 años, la voz de soprano de Careras se había convertido en la voz de tenor de Carreras. Estudió primero con Francisco Puig y luego con Juan Ruax, a quién él describió como su padre artístico. Fue Ruax quien lo animó a audicionar para lo que se convirtió en su primer rol de tenor en el Liceo, Flavio en Norma. Ese rol menor trajo mayores consecuencias en su carrera. La belleza de las pocas frases que canta Flavio fue notada no solo por los críticos si no también por la gran soprano en el rol titular, Montserrat Caballé. Ella pidió que fuera él quien cantara Gennaro con ella en su Lucrecia Borgia de Donizetti, primer rol protagónico principal, y el que es considerado su “verdadero” debut como tenor.
Si Ruax fue su padre artístico, entonces Caballé llegó a convertirse en muchos sentidos, en su madre artística. Ella cantó el rol titular en su debut en Londres, una función en versión de concierto de María Stuarda, y las grabaciones (ambas, comerciales y piratas), de su colaboración artística, incluye más de 15 diferentes operas. El crítico inglés, Alan Blyth vio la función de María Stuarda en el Royal Festival Hall. Carreras tenía solo 25 años para cuando Blyth lo decía “ Fue una de esas ocasiones cuando uno inmediata e instintivamente reconoce que uno está en presencia de un nuevo y muy especial talento. No solo fue él un bellamente profundo tenor, (..)si no también el dueño del conocimiento para emplear la voz con la mayor ventaja y, casi tan importante, tiene la vital, vívida presencia de un comunicador nato.
Carreras llegó al encuentro con Lofti Mansouri, el Director de la San Francisco Opera, que lo llamó “Uno de las más completas estrellas líricas con las que jamás he trabajado… Su musicalidad, inteligencia, habilidad dramática, por no mencionar su espléndia voz lo hacen un artista total”. Lo que quizás es más inusual sobre la carrera de Carreras (valga la redundancia), es que a los 28 años, cuando muchos cantantes de ópera están solo empezando a hacer su despegue, el ya había cantado el rol protagónico de 24 óperas diferentes tanto en Europa como en Américae hizo su debut en las cuatro casas de ópera más importantes del mundo: la Staatsoper de Viena en 1974, como el Duque de Mantua en Rigoletto, la Royal Opera House de Londres en 1974, como Alfredo en La Traviata, el Metropolitan de New York en 1974 como Cavaradossi en Tosca y La Scala de Milan en 1975, como Riccardo en Un Ballo in Maschera
En 1972, Ovation Magazine describió su actuación como Pinkerton en Madame Butterfly en su debut en la New York City Opera como “una melosa voz de tenor lírico, ricamente coloreada, clara y poseedora de una verdadera belleza sensual que es realmente extraordinara”.
En 1987, en la cima de su suceso, Carrears fue diagnosticado con un agudo caso de leucemia y le dieron 1 de 10 chances de sobrevivir. Sin embargo, logró recuperarse, organizando luego una fundación para ayuda a la investigación de la enfermedad. Gradualmente retomó su carrera regresando a los escenarios de ópera y las plataformas de concierto, así como a los estudios de grabación.
GIUSEPPE DI STEFANO
Nació en Motta Santa Anastasia, cerca de Catania, el 24 de julio de 1921. Adriano Tochio (del coro de La Scala) le dio clases de canto durante casi dos años. Luego pasó a manos de Luigi Montesanto por período similar. En enero de 1941 llegó el servicio militar y fue destinado a un regimiento de infantería con sede en Ravenna. Allí se hizo amigo de Giovanni Tartaglione, jefe de los servicios sanitarios del regimiento, quien al saber que poseía una buena voz le asignó una tarea de enfermero-cantante. Incluso le salvó la vida al impedir que fuese enviado a la Unión Soviética donde él perdió la suya. En 1943 Di Stefano regresó a Milán con su madre e intentó cantar con el seudónimo de Nino Florio, pero la firma del armisticio y la llegada de los alemanes lo empujaron nuevamente hacia las filas de las que sólo se libró huyendo a Suiza. Una vez allí comenzó a ofrecer conciertos en diversos campos de refugiados para luego intervenir en un programa de Radio Lausana que incluía títulos como L' Elisir d' amore, Il Tabarro y La cambiale di matrimonio, dirigidos por Otto Ackermann. Terminada la guerra regresó a Italia y se puso de nuevo en manos de Montesanto, quien volvió a entrenarle la voz. No sólo le brindó lecciones bastante frustrantes sino que se convirtió en su empresario. Firmaron un contrato de diez años a instancias del veterano Walter Mocchi. Sin embargo, fue a través de Liduino Bonardi (otro conocido agente de artistas) que se concretó el debut del tenor como Des Grieux en Manon de Massenet en Reggio Emilia (1946). Ese mismo año se presentó en Barcelona.
En 1947 Di Stefano ya estaba en La Scala, donde fue un tenor de frecuente actuación en los quince años posteriores. Sus relaciones con la compañía tuvieron algunos sobresaltos en la época en que alternaba sus actuaciones con el Metropolitan. Los comienzos con Manon (Favero, Borriello, Siepi; dir: Antonio Guarnieri) y Mignon (Simionato, Aimaro, Paci, Siepi; id. director) fueron auspiciosos pero no tuvieron continuación hasta 1952, cuando regresó para una serie de funciones de La Gioconda junto a Maria Callas y Ebe Stignani, luego de una espinosa correspondencia entre Ghiringhelli y Bing. No se conserva una grabación del vivo de ese acontecimiento ni la obra de Ponchielli se produjo en ningún estudio discográfico con ese prestigioso trío. Otras óperas de La Scala cantadas junto a Callas fueron Lucia di Lammermoor, bajo la dirección y régie de Herbert von Karajan y La Traviata puesta en escena por Visconti. Aquí exhibió su fama de rebelde ante las sugerencias de los registas
La carrera discográfica de Di Stefano comenzó en Suiza alrededor de 1944 y en un principio careció de difusión. En su país las cosas fueron diferentes en 1947, cuando la HMV le encomendó unas arias que muestran un timbre maravilloso en manos de un cantante de interesante expresividad. Es digna de mencionar una selección de La Bohème (RCA, 1951) con Albanese y Warren, donde su Rodolfo se pone a la cabeza de todas las interpretaciones de sus contemporáneos. Se destaca un disco de dúos con Rosanna Carteri, una soprano de corta carrera e innegables méritos. Un recital Decca de época posterior, con incursiones en Andrea Chénier y otros papeles que le estaban vedados, tiene un resultado más módico.
Las grabaciones completas que Callas y Di Stefano realizaron para EMI forma parte fundamental de la historia del canto. El tenor no se mimetizaba por completo con el arte de su colega, cuyas cumbres jamás tocó, pero fue un partenaire de gran nivel para la soprano del siglo. Los logros son dispares y van desde el casi insuperable Rodolfo de La Bohème (1956; Moffo, Panerai, Zaccaria; dir: Votto) hasta el imposible Manrico de Il Trovatore (id. año; Barbieri, Panerai, Zaccaria; dir: Karajan); pasando por Edgardo de Lucia di Lammermoor (1953; Gobbi; dir: Serafin), Des Grieux de Manon Lescaut (1957; id. director), Tosca grabada en 1953 con conducción de Victor De Sabata (punto de referencia en las interpretación operática de todos los tiempos y sin rivales en los catálogos) Pagliacci (1954; Gobbi, Panerai, Monti; dir: Serafin) Riccardo de Un ballo in maschera (1956; Barbieri, Gobbi; dir: Votto) Rigoletto (1955; Gobbi, Lazzarini, Zaccaria; dir: Serafin) Cavalleria rusticana e I Puritani (1953; Panerai, Rossi-Lemeni; dir: Serafin)
PLÁCIDO DOMINGO
con su señora
Domingo lanzo su carrera en opera en Rigoletto con la Opera Nacional de México. Un año después, en la ciudad de Monterrey, México, el tuvo el chance de ser la estrella de la opera saliendo de Alfredo en La Traviata. Su primera apariencia en los Estados Unidos fue en el papel de Arturo en Lucia di Lammermoor en la opera de Dallas (Dallas Civic Opera), y el canto con la Opera Nacional de Hebreo en Tel-Aviv de 1962 a 1964. La magnifica voz de Domingo y su presencia agradable en el teatro gano a la ciudad de Nueva York en 1965 cuando el salió como la estrella principal en Madama Butterfly en la Opera de Nueva York, y el siguiente año en la Opera Metropolitana en concierto de la Cavalleria Rusticana. Pero no fue asta 1968 que el tenor hizo su debut formal de Maurice en Adrianna Lecouvreur, que lo estableció como la estrella principal de la opera.
El currículo de Domingo incluye noventa operas, al menos treinta de las cuales, conoce tan bien que las puede ejecutar al momento. El a sido la estrella principal en los mejores teatros del mundo, incluyendo el Staatsoper en Vienna, la opera La Scala en Milán y Covent Gardens en Londres.
GIACCOMO LAURI-VOLPI
Nació en Diciembre de 1891, contemporáneo de los tenores Pertile, Martinelli, Gigli, Merli, De Muro, Schipa, Lazar y Fleta, en una era evidentemente dorada.
Estudió en su ciudad nativa, Roma, e hizo su debut escénico en 1919, a los 27 años, en Viterbo, cantando Lord Arturo en Puritani. Su increíble facilidad en el registro agudo, le ganó la aclamación instantánea de la audiencia y le aseguró una exitosa carrera. Luego, interpretó Manon, Barbero, Rigoletto y Gianni Schicchi en Roma y Buenos Aires. Estuvo en el Met en 1923 y regresó allí por los siguientes 11 años, apareciendo en 232 funciones, en 26 óperas, desde Luisa Millar hasta Turandot (que cantó en la premier en el Metropólitan junto a María Jeritza), pasando por Aída, Guillermo Tell e Il Trovatore.
Lauri-Volpi trabajó incansablemente para mejorar su técnica de canto a través de su carrera, y fue un cantante virtualmente perfecto, pero no fue conocido por sus colegas por ser exactamente una persona…. Cooperativa. Usualmente disentía con la puesta para su rol, avanzando hacia el proscenio para dar frases claves o incluso notas sueltas. Su asistencia a los ensayos era mínima, y con frecuencia resultaba un pobre ensable con sus colegas y/o el maestro en el podio, que podía o no haber sido nunca consultado por el tenor antes de la función. Su reputación de perezoso le ganó la enemistad de muchos de sus colegas, y cuando su voz comenzó a debilitarse con la edad, mucha gente que había trabajdo con él le volvió la espalda, y su desaparición del mundo de la ópera fue tan veloz como había sido su aparición.
Fue altamente admirado como un excepcional tenor en la historia de la ópera, debido a su rara vocalidad y longevidad, permitiéndole abarcar un extraordinario repertorio desde Sonnambula a Otello. Cantó bien incluso hasta sus 60 años, y aún a mediados de sus 70 podía cantar un digno “Nessun dorma”, coronado con un rimbombante si natural. Su voz tenía un diamantino brillo, y manejaba el registro agudo de su voz con técnica soberbia. Fue un maestro de legato, la mezza voce, control de la respiración y un registro superior de legendario timbre y poder.
RICHARD TUCKER
Nació el 28 de Agosto de 1913, en Brooklyn, Nueva York. Sus aptitudes musicales fueron evidentes rápidamente para sus padres y para la edad de seis años estaba empleado en su primer trabajo como niño contralto en el Lower East Side Maniatan Synagogue. Pronto estaba cantando en bodas y Bar Mitzvahs. Dejó la secundaria para trabajar haciendo forros de seda para abrigos de piel, pero durante ese tiempo empezó a tomar clases de cnto con Paul Althouse. Esto lo llevó a una carrera profesional como Cantor en el Brooklyn Jewish Center. En 1941 Tucker participó en las Audiciones de la Metropolitan Opera, pero no ganó. De cualquier manera, en 1944 el Director General de la Metropolitan Edgard Jonson fue persuadido por Paul Althouse a asistir a un servicio en el Brooklyn Jewish Center. Al terminar Jonson ofreció un contrato a Tucker comentando “si ud. puede entretener a una audiencia de 2000 personas en una sinagoga, puede entretener a una audiencia de 3600 en una sala de opera”.
Su debut fue el 25 de enero de 1945 como Enzo, en La Gioconda. Terrible ovación siguió a su Cielo e mar y en su salida al final de la función. A medida que su carrera fue progresando su natural pero poco pulida habilidad como actor así como su propensión a las bromas fueron haciéndose evidentes. Jamás dio una función sin entusiasmo y logró hacer sonreir a sus compañeros cantantes muy seguido. Una vez en el tercer acto de La Forza del Destino, puso una foto de desnudo en el pequeño cofre que debía encontrar su buen amigo Robert merrill cuando lo abriera (urna fatal).
Entre sus muchos honores y condecoraciones, recibió las de Notre Dame y St. John’s Collage. Se presentó con el Panis Angelicus de Francks en el funeral de Robert Kennedy. Dio un concierto de 25 aniversario en el Metropolitan Opera HOuse. El 8 de Enero de 1975, murió de un ataque al corazón cuando preparaba un concierto con Robert Merrill en Kalamazoo, Michigan. Su esposa, Sara, y sus tres hijos han dedicado el Richard Tucker Award y Gala a su memoria. Es la única persona que ha tenido su funeral sobre el escenario del Metropolitan Opera House.
Hizo durante su carrera 30 roles, entre los que destacan el Duque de Mantua, Rodolfo (tanto en La Boheme como en Luisa Miller), don José en Carmen y Manrico.
LUCIANO PAVAROTTI
Nació el 12 de octubre de 1935 en Módena. Fue el único hijo varón de un panadero. Cursó estudios en la "Scuola Magistrale", donde después de graduarse trabajó como maestro de primaria. La primera vez que cantó fue en el coro de Modena junto a su padre, amante de la ópera. Hizo su aparición ante el público en 1961 en Reggio Emilia en La Bohème, ganando popularidad rapidamente.
En 1963 cantó Edgardo (Lucia di Lammermoor) en Amsterdam e hizo su debut en Covent Garden como Rodolfo, regresando para cantar los papeles de Alfredo, Elvino (La sonnambula), Tonio (La Hija del Regimiento) Gustavus III (Un ballo in maschero), Riccardo, Cavaradossi, Rodolfo (Luisa Miller), Radamés y Nemorino (L’elisir d’amore), 1990.
En 1964, cantó Idamante de Mozart en Glyndebourne, en Norteamérica hizo su primera aparición en Miami en 1965, y una gira por Australia con la compañía Sutherland-Williams en el papel de Edgardo y debutó en La Scala en el papel de Rodolfo, regresando para cantar el Duque (Rigoletto), Tebaldo (I Capuleti e i Montecchi de Bellini) y Des Grieux (Manon de Massenet). Además, en la Scala cantó en la representación de Requiem de Verdi para celebrar el centenario de Toscanini. Cantó por primera vez en San Francisco en 1967 como Rodolfo, y más tarde cantó en esa ciudad los roles de Nemorino, Gustavus, Calaf y Enzo (La Gioconda de Ponchielli). Cantó en la Metropolitan Opera en 1968, igualmente representando a Rodolfo, y más adelante cantó Manrico (Il trovatore), Fernando, (La favorita de Donizetti), Ernani, Idomeneo, Arturo (I puritani), Radamés, Rodolfo (Luisa Miller, 1991) y el Cantante Italiano (El caballero de la rosa).
Durante la década de 1980 y a principios de la de 1990, se hizo popular en todo el mundo debido a sus frecuentes recitales populares. Las actuaciones junto a los tenores españoles José Carreras y Plácido Domingo, también fueron famosas y lo hicieron recorrer el mundo, estando entre sus más exitosos conciertos el presentado en Roma (1991) y el de Los Angeles (1994) bajo el nombre de "Los tres tenores".
NEIL SCHICOFF
Lamentablemente, no conseguí fotos de Schicoff en Boheme… esta es de Tosca.
Neil Shicoff nació en Brooklyn, New York, y estudió en el Juilliard School of Music y con su padre, el célebre cantor, Sidney Shicoff. Debutó en 1975 en Cincinatti interpretando el papel titular en Ernani, bajo la dirección del maestro James Levine. En 1976 celebró su debút en la Metropolitan Opera intrepretando el papel de Rinuccio en Gianni Schicchi también bajo la dirección de James Levine.
Es invitado frecuente en las óperas internacionales más destacadas, tales como: La Metropolitan Opera, Wiener Staatsoper, la Scala de Milán, Opera de París, Royal opera house, Covent Garden, la Deutsche Oper Berlin, el Opernahaus Zürich, la Payerische Staatsoper la Lyric Opera of Chicago, la San Francisco Opera, la Hamburger Staatsoper, el Grand Theatre de Geneva, la Arena di Verona, la NIederländische oper, la Welsh Nacional Opera, la Scottish Opera, la Santa Fe Opera, el Gran Teatro del Liceu de Barcelona y el Teatro Colón de Buenos Aires.
Entre sus roles más destacados, se encuentran Lensky en Eugene Onegin, Peter Grimes, Hoffmann, en Los Cuentos de Hoffmann, Rodolfo, en La Bohème, Cavaradossi, en Tosca, Manrico en Il Trovatore, Rodolfo en Luisa Miller, Don José en Carmen, Don Carlo, en la ópera homónima de Verdi, Edgardo en Lucia di Lammermoor, Ricardo en Un Ballo in maschera y Des Grieux en Manon Lescaut.