Introducción al monólogo
0.- La obra y sus circunstancias
Ponerme a hablar de Aida me parece cuanto menos redundante, para aquellos que no conozcáis el argumento de Aída, a parte de recomendaros una audición completa urgente, os remito al hilo de óperas imprescindibles.
http://www.unanocheenlaopera.com/viewtopic.php?p=114004#114004
1.- “L’aborrita rivale a me sfuggia” dentro de la obra
Este monólogo se sitúa al principio del cuarto acto, recordemos que el tercer acto ha concluido cuando Radamés se entrega a los sacerdotes por traición, traición que ha sido descubierta por la propia Amneris.
Esta Escena (creo que podemos llamarla monólogo bajo los distintos conceptos de monólogo discutidos al principio) sirve de prólogo a un magnífico dúo.
Supongo que muchos no compartirán mi opinión, pero es en esta “Escena y dúo” de desamor donde yo colocaría el momento clave de la representación de Amneris, porque son unos minutos muy adecuados para lucirse en la parte interpretativa (que no todas las que han abordado el papel han sabido salvar con la misma solvencia) y ciertos pasajes difíciles. En otro hilo ya discutimos sobre ciertos si bemoles (no me olvido de los si naturales, pero en el monólogo no hay) y tendremos oportunidad de comentarlo en las audiciones comparadas.
2.- “L’aborrita rivale a me sfuggia”, el monólogo
En esta Escena, tal y como se describe en la partitura, Amneris muestra la transición (velocísima) amor-odio-amor, la primera transición de AO sucede cuando descubre la traición de Radamés al final del tercer acto. En una reacción de mujer despechada pide la muerte del hombre al que amaba y que ha traicionado a Egipto (Pur rivelò di guerra/ l’alto segretto) y sobre todo la traicionaba a ella al huir con Aída (Egli fungir volea, / con lei fuggire! Traditori Tutti! / A morte! A morte!).
PERO..no, ella lo ama, trasición OA, la indignación por la traición ha hecho que pierda el norte (Oh che mai parlo?) pero lo ama, como todo amor no atiende a razones (Disperato, insano / é quest’amor che la mi avita strugge).
Quiere salvarlo porque lo ama, está dispuesta a humillarse a ser el segundo plato con tal de que él se salve (y esté a su lado, su amor no es del todo desinteresado).
El monólogo acaba cuando Amneris ordena a los soldados que traigan a Radamés.
3.- “L’aborrita rivale a me sfuggia” dentro del desarrollo psicológico del personaje de Amneris
Preparando este monólogo me he encontrado con algo sorprendente: sabía que no soy el único que piensa que el contenido dramático de Amneris es muy importante pero para algunos de los autores que he leído los papeles de Amonasro y Amneris son incluso superiores dramáticamente a los de Radamés y la propia Aida).
3.1.- Amneris vista desde fuera
Me chocó bastante que para más de uno Amneris fuera uno de los personajes más antipáticos dentro de los “malos” verdianos (después lo entendí). Si Amneris es un personaje cantado de forma “anticuada”, es un personaje absolutamente plano y no es que sea antipático sino extremadamente aburrido movido por pura inercia/maldad.
3.2.- Amneris desde dentro
Para este apartado me remito al que más sabe cómo debe sonar Amneris
(no, no es Celletti, ni Reverter) Mr. Joe Green (es un chiste muy malo cogido de una novela de Agatha Christie).
En la carta de 16 de agosto de 1870 a Antonio Ghislanzoni el maestro describe como algunos versos de Amneris deben ser amorosos y otros voluptuosos.
En la carta de 10 de julio de 1871 a Giulio Ricordi dice (la traducción es propia): “Usted conoce el libreto de Aida, y sabe que para Amneris se requiere una artista de sentimiento altamente dramático y dueña de la escena… La voz sola, aunque bella…no basta para este papel. Poco me importa de la así denominada belleza del canto: yo amo hacer cantar el papel como yo quiero; pero, no puedo dar ni la voz ni el alma ni ese cierto no se qué, que debe llamarse destello y viene comúnmente definido con la frase “aver il diavolo addosso”.
4.- Primeras audiciones
En el pequeño trastero alquilado encontrareis alguna versión que (siempre en mi opinión) adolece del defecto que comentábamos en 3.1., construye una Amneris plana y que hace que no se entienda a un personaje que en las manos adecuadas puede ser significativo (más alla de las notas que deben sonar).
Probablemente en este sentido destaque una versión anticuada en si misma y a la que la “fritura” no ayuda, es la de 1928 dirigida por Molajoli; esa anticuada interpretación de Capuana choca con una Aida “moderna” y brillante como fue Arangi-Lombardi.
Del resto de audiciones propuestas para hoy hay algunas muy interesantes: Barbieri, Stignani, Gorr,...
Espero vuestro feedback.
Saludos,
M.