Copio aquí la presentación que hizo Andrea de la interpretación de London del
Ein deutsches Requiem de Brahms, para luego hacerlo combatir con la de Hotter:
<center>
GEORGE LONDON Y BRAHMS
Réquiem Alemán
</center>
Cito las siguientes
notas:
Fue en 1868, y con el estreno de su Réquiem Alemán, cuando Brahms adquirió fama en Europa. El texto está tomado de la traducción alemana que hizo Lutero de la Biblia y no del latín como era lo habitual. La selección de textos efectuada por el compositor fue concebida con el fin de reconfortar a los vivos (aquellos que han perdido algún ser amado), más que para conmemorar las vidas u orar por las almas de quienes han muerto. Brahms declaró una vez: " Admitiré que podría omitir el término "Alemán" y llamarlo simplemente Un Réquiem "por lo Humano" o "por la Humanidad". El resultado de esta concepción pone entonces el énfasis en la universalidad de esta maravillosa obra.
Ha sido llamado el "Réquiem Ateo" por las escasas menciones a Dios, al menos de forma directa, ya que Brahms no buscó hacer un Réquiem en el sentido litúrgico: es una obra más concertística que religiosa ya que no tiene ninguna relación con la Misa de difuntos, ni siquiera tiene una intencionalidad sacra.
Su propio nombre se traduce como “una especie de réquiem alemán”, eine Art deutsches Réquiem, lo que pretende diferenciar esta composición del Réquiem o comienzo de la Misa de Difuntos. Cargada sin embargo de espiritualidad, la obra se inspiró en el dolor por el fallecimiento de dos seres muy queridos para Brahms: su amigo y también afamado músico Robert Shumman y su propia madre.
En sus siete partes recopila textos bíblicos afines con el tema, como una libre meditación sobre la muerte.
El 1 de diciembre de 1867 se programa en Viena un concierto en memoria de Schubert, ocasión que se aprovecha para la presentación de los tres primeros movimientos de Un Requiem alemán. Se cuenta como anécdota que el encargado de la percusión, supuestamente vendido a Wagner, enemigo de Brahms, reventó la obra a timbalazos extemporáneos. Por esta u otra razón, el anticipo de estreno no tuvo éxito.
La obra se estrenó completa y definitivamente el día 10 de abril 1868, día de Viernes Santo, en la catedral de San Pedro de Bremen. Esta vez sí constituyó un éxito grandioso. Se repuso otro Viernes Santo de 1871, también en la catedral de Bremen, como homenaje fúnebre a los caídos en la guerra franco-prusiana dentro de un contexto marcadamente nacionalista.
Recuperamos los versos que
George London, sereno y poderoso, cantó en el Carnegie Hall de Nueva York en 1954, con Bruno Walter en el podio de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. La soprano era Irmgard Seefried. Los coros, magnos.
<center>
Herr, lehre doch mich
Herr, lehre doch mich,
daß ein Ende mit mir haben muß
und mein Leben ein Ziel hat
und ich davon muß.
Siehe, meine Tage sind
einer Hand breit vor Dir,
und mein Leben ist wie
nichts vor Dir.
Señor, muéstrame que un final para mí tiene que haber, y que mi vida
tiene un destino
y que me debo a él.
Mira, en tu presencia, mis días son
como la palma de tu mano,
y mi vida, ante ti,
no es nada.
Ach,
wie gar nichts sind alle Menschen,
die doch so sicher leben.
Sie gehen daher wie ein Schemen
und machen ihnen viel
vergebliche Unruhe;
sie sammeln und wissen nicht,
wer es kriegen wird.
Nun Herr,
wess soll ich mich trösten?
Ich hoffe auf Dich.
¡Ah!,
Cuán absolutamente nada son todos los hombres, los que, sin embargo,
viven tan seguros.
Vienen como una sombra
y en vano se agitan;
Acumulan riquezas y no saben
Quién las aprovechará.
Y ahora Señor,
¿en qué debo consolarme?
Yo confío en Ti.
Der Gerechten Seelen
sind in Gottes Hand
und keine Qual rühret sie an.
Las almas de los justos
están en las manos de Dios
y ningún tormento las perturba.</center>