Me encanta cómo ha evolucionado este hilo. La culpa es mía, por vago.
B) Principales grabaciones en estudio (en italiano, 4 o 5 actos, versiones posteriores a 1882)
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Santini, 1954, Filippeschi, Stella, Gobbi, Nicolai, Christoff, Neri, Ópera de Roma, Estudio.
Yo con esta grabación es que no puedo, la coja por donde la coja, y creedme que lo he intentado. La dirección tal vez sea una de las peores que he escuchado en esta ópera, y con eso lo digo todo. Pero para no extenderme en los defectos, algo poco constructivo, resaltaré algunas de las virtudes de esta grabación. Ya hemos hablado del Felipe de Christoff. Sus puntos débiles ya los conocemos, pero no deja de ser una lectura clara y rotunda de Felipe, algo tosca y muy limitada interpretativamente, pero muy potente. Del resto pocos se salvan. Gobbi en los antípodas del canto verdiano, Stella pasable, Filippeschi brutísimo, Nicolai sin más y Neri planísimo como Inquisidor. Grabación que sirve bien de testimonio de un Christoff joven y sin complejos (para bien o para mal) y de muestra de cómo se puede echar a perder una partitura tan bella como ésta.
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Solti, 1965, Bergonzi, Tebaldi, Fischer-Dieskau, Bumbry, Ghiaurov, Talvela, ROH Covent Garden, Estudio.
Sin duda uno de los grandes referentes discográficos en esta ópera, que Raúl ha comentado muy bien unas páginas atrás. Una dirección muy buena de Solti, aunque falta de matices en algunos casos. Bergonzi dibuja un Carlos fino, aristocrático, elegante y matizadísimo. Tal vez con poca carne y alejado del ideal romántico del personaje, pero intachable técnicamente. Tebaldi, ya mayor, acometió la grabación de un papel que no frecuentó en su carrera. Aunque es digno de escucharse, me parece lo peor de la grabación: una Isabel mayor, matronil, muy poco matizada y con defectos técnicos propios del desgaste vocal. Habría sido interesante ver lo que hacía doña Renata con el personaje en los tempranos 50. Pero a estas alturas era un experimento imposible
Mucho se ha hablado, aquí y siempre, del Posa de DFD. Yo, como he dicho, aprecio su refinamiento y su exquisitez vocal, pero Posa no es eso. Yo a ratos lo disfruto y a ratos me enerva. Por su parte Bumbry canta un Éboli de ensueño, lírica, matizada, bellísima. Ghiaurov, el gran Felipe, se sale en esta grabación, temprana en su carrera, acompañado de un Talvela igualmente espléndido. Referencia absoluta.
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Giulini, 1970, Domingo, Caballé, Milnes, Verret, Raimondi, Foiani, ROH Covent Garden, Estudio.
Reparto casi de ensueño para otro de los discos de referencia. Para mi gusto, la mejor dirección de la discografía. Un Giulini, como siempre, intimista hasta el extremo, matizado, que comprende tal vez sólo como Abbado hizo una partitura llena de claroscuros. Algunos momentos, como el comienzo de la escena de la muerte de Posa llegan a un nivel de recogimiento casi religioso. En lo vocal, Domingo nos regala su mejor interpretación del papel. Joven y en plenas facultades, exhibe centro vocal para dibujar un infante apasionado pero controlado. Caballé es una excelente Isabel, muy lírica aunque tal vez poco metida en el papel (es que pienso en Freni y...). Intachable, no obstante. Milnes es un correcto Posa, lejos de mi ideal pero disfrutable, a pesar de esa emisión a veces imposible. Verret es otra de las Ébolis imprescindibles, a la altura de Bumbry. Lírica, inteligente, pero a la vez potente. La pega de la grabación es Raimondi (bueno y Foiani, el Inquisidor del vibrato): anodino en la interpretación, enervante en la emisión, inexistente en el grave. A pesar de cojear en el Felipe (aquí Ghiaurov habría subido el disco a la gloria), maravillosa grabación.
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Karajan, 1978, Carreras, Freni, Cappuccilli, Baltsa, Ghiaurov, Raimondi, Filarmónica de Berlín, Estudio.
Otra de esas grabaciones excelentes, a pesar de algunos peros. Karajan hace una lectura un poco sui generis de la partitura, demasiado estridente a ratos, desigual aunque precisa. Sin los excesos de grabaciones más tardías. Eso sí, la filarmónica de Berlín suena impresionantemente. Carreras es un muy buen infante pero el papel le pesaba ya a esas alturas. Su lirismo es arrebatador en algunos momentos, pero la voz se afea y se abre en las duras subidas al agudo de algunas partes. Lo que daría por oir un don Carlo de Carreras unos años antes (Mario, ¿eso existe?
). Freni hace aquí una Isabel inmejorable. La mejor de la discografía (sólo superable por ella misma en algunos registros en vivo), para mi gusto. Da todos, absolutamente todos los matices. Non plus ultra, como dice Gino. Lírica, íntima, digna, firme, con un elegantísimo apasionamiento. Lección de canto y de interpretación. Cappuccilli es un Posa ideal también, por fraseo y por timbre, a pesar de algún exceso interpretativo. Uno de los mejores marqueses en disco también. Baltsa, aún joven, hace una buena Éboli, aunque me enervan un poco esos acentos veristas que se empeña en imprimir a veces. Ghiaurov no está aquí en su mejor momento. Ya algo gastado (no mucho) y tal vez perjudicado por la toma de sonido. Un excelente Felipe, pero tiene muchos mejores. Raimondi es un Inquisidor delirante, ya podéis imaginarlo.
Sé que me dejo alguno, que no conozco. (El de Abbado del 83 ya lo hemos reseñado). Pido vuestra colaboración