Vaya aquí una crónica de la función que ayer pudimos disfrutar? Sufrir? algunos.
De alguna forma se puede decir que era la apuesta fuerte de la quincena. Lo que se notaba en los precios (
), pero no tanto en el nivel alcanzado. Vamos por partes:
La puesta en escena y vestuario estuvo a cargo de Lindsay Kemp. El día anterior vino en el periódico que estaba aprovechando su estancia en San Sebastián para comprar objetos que usaría luego en el montaje (pelín tarde, no?
). La puesta en escena era sencillita. Unas escaleras con algún panel lateral con decoración arquitectónica renacentista. Para cada acto (y para el prólogo/epílogo) se cambiaba el fondo. Así, para la taberna el fondo era un panel liso sin decorar, para la casa de Spalanzani se aumentaban las escaleras y el fondo era similar a los paneles laterales. También había más escaleras en la casa de Antonia. Y para el acto de Giulietta, rodeaba las escaleras alguna tela (aunque parecía papel de plata....) imitando agua, junto con un panel (que me gustó) sacado de algún cuadro de Canaletto o similar.
El atrezzo tampoco era muy abundante: mesas y sillas para la taberna; un gran diván, un harpa y una miserable silla para el arpista en casa de Spalanzani; un diván y un piano en casa de Antonia; y una góndola y una especie de banco de piedra para el de Giulietta.
Lo mejor fue el vestuario, en especial el de los 4 villanos y el de Giulietta, así como el de los asistentes al baile de máscaras de la cortesana (bueno, había un ciervo y un cabrón (un macho de las cabras) casi en pelotas.... llevaban taparrabos).
Vamos a los aspectos musicales:
El coro lírico de Cantabria, dirigido por Esteban Sanz Vélez tuvo problemas... a veces se les veía algo perdidos... y encima el director de orquesta ayudaba poco (aficionado a tapa a los cantantes....). Bueno, como uno tiene debilidad por el "Luther est un gran homme/Jusqu'a mattin", pues hasta me gustaron. Bien como actores en la escena de Kleinzack.
Poco se puede decir de los comprimarios (que son tantos que los confundo). Mal el Crespel de Marco Moncloa, más hablado (bueno, gritado) que cantado, y cuando cantaba, tenía un vibrato insoportable. Muy caricato Manel Esteve en los personajes cómicos, y bastante bien (sobre todo actoralmente) el Frantz de Fraçois Testory, aunque vocalmente...
Annie Vavrille fue la Nicklaus, y digo la, poque alguien tuvo la genial idea de convertis a Nickaus en mujer, de forma que es ella la musa y la pareja final de Hoffman. Por si no se nota, la idea no me gustó nada. Vocalmente no veo nada que comentar, correcta.
Felipe Bou cantó los 4 villanos de la función. Tiene presencia escénica perfecta para los personajes, pero vocalmente la voz no es muy grande, el extremo agudo suena desigual (final del Scintille, diamant) y el grave apenas era audible. Mejor en el registro central. En todo caso, en general se puede decir que fue solvente.
Giuseppina Piunti fue Giulietta. Aunque por timbre podía haber sido la madre de Antonia! La voz era oscura y fea, y vocalmente estubo apuradilla (el agudo no era muy fácil, que digamos). En la barcarola, Nicklaus tenía el timbre mucho más claro.
Annamaria dell'Oste fue la Antonia. Empezó mal (la voz era demasiado fgrande para el papel, y sobre todo, muy vibrada... no sé qué tal se sentiría la buena mujer al ver que el aria de Frantz fue más aplaudida que la suya....), mejoró algo en el dúo con Hoffman y estubo magnífica en el dúo con Miracle y la muerte. Ahí ya se gano unos bien merecidos aplausos. Buen registro agudo.
Vamos con la gran triunfadora de la noche, la muñeca Olympia de Maria José Moreno. Lástima de la brevedad del rol, porque sus pajaritos enjaulados fueron realmente espléndidos, tanto en lo actoral (perfectos movimientos de robot) como en lo canoro, con unos agudos perfectos, matizados... un minuto de aplausos al terminar el aria. Magnífica también en el vals. Al final, la más braveada de la noche (incluido por mí). Espléndida.
Ya sólo queda el prota, el Hoffman del tío Aquiles. Y yo es que me niego a hablar de este hombre. Con lo que me gustaba cuando le veía por la tele en aquellos homenajes a Kraus.... teatralmente el Hoffman le va como anillo al dedo, y vocalmente el registro central de la voz es perfecto. Aunque eso de cantar pianísimos en falsette..... como que no. Pero claro, Hoffman es un rol con mucho agudo, y ahí ya la liamos, porque aunque Aquiles conserva el agudo, relativamente fácil, este aparece muy vibrado y opaco. Fatal la conclusión del Kleinzack (donde, por lo demás, le dió un toque primero divertido y luego soñador al aria que quedó perfecto), en un agudo sacado de lamanga que salió fatal. Fue mejorando con el tiempo, pero por ejemplo en el !Ah, dieu, de quel ivresse", comenzó bien, pero al llegar al "Comme des atres radieux" le dió por ngordar la voz de forma poco agradable, vibradiísimo, y la volvió a fastidiar. Para mí, donde mejor estubo fue en el septeto "Helas! Mon coeur s'égare encore!", que fue bastante aplaudido.
La orquesta la dirigía David Parry y.... pa matarlo! Obsesión por tapar a los cantantes! Y tapar al coro no debe de ser nada fácil.... se notaba que los trombones estaban vastante descontrolados.
Me abstengo de hablar de la obra, porque pasaba de quedarme casi dormido a pasármelo pipa.... irregular, como la mitad del repertorio francés!
Y ahora, que el resto de los asistentes comenten lo que quieran!
PD: perdón por la chapa que os acabo de soltar!