Maria Callas
Su vida y carrera
Ana Sofia Cecilia Maria Kalogeropoulos, nació en Nueva York el 2 de Diciembre de 1923, en el seno de una familia de inmigrantes griegos. Sus padres (George Kalogeropoulos y Evangelia Dimitriadis) abrieron una farmacia en la capital estadounidense y adoptaron, por comodidad, el apellido Callas. Tras la separación de éstos, viajó con su madre a Grecia, en donde tras fingir que poseía más de 16 años, comenzó a estudiar en el Conservatorio Nacional de Atenas. Primero con Maria Trivella, y más tarde con la soprano española Elvira de Hidalgo. En esta época Maria participa en producciones estudiantiles de
Aida, Cavallería Rusticana, Suor Angelica, y Un Ballo in Maschera.
Debutó en el Teatro Lírico Nacional de Atenas, en 1940, con la opereta
Boccacio, a la que le siguieron
Tosca (1941),
Fidelioy
Tiefland (1944) y la única ópera contemporánea que cantó,
O Protomastoras, de Manolis Kalomiris, también en 1944.
Tras la recuperación de Grecia por las tropas aliadas en 1944, Maria decide regresar a E.E.U.U. en busca de su padre. El dinero para el billete lo consigue con su actuación en
El Estudiante Mendigo de Kart Millöcker. Allí, recibe ofertas artísticas por parte del director general del Metropolitan Opera de Nueva York, Edward Johnson, como Fidelio o Madama Butterfly, papeles que Maria rechaza por no considerar apropiado cantar Fidelio en inglés, o simplemente por considerar que su exceso de peso no era apto para interpretar un papel tan delicado como el de Cio-Cio-San.
Desde muy joven, Maria Callas destacó por su temperamento y firmeza en sus decisiones.
Conocer al director de orquesta Tullio Serafín, supuso su debut en la Arena de Verona, cantando
La Gioconda, y en Venecia con
Tristán e Isolda (1947)
La creciente popularidad de Maria hace que 1948 esté repleto de contratos.
Turandot en Venecia y Florencia,
La Forza del Destino en Trieste,
Norma en Florencia, Tristán e Isolda en Génova,
Aida en Rovigo…
En 1949 se casa con el empresario italiano Giovanni Battista Meneghini, canta nuevos papeles como Brünhilde en
Die Walküre, Elvira en
I Puritani y Kundry en
Parsifal, y realiza su primera gira sudamericana, representando en el Teatro Colón de Buenos Aires Norma, Turandot y Aida. En septiembre Maria interpreta a la hija de Herodes en el
oratorio San Giovanni Battista de Alessandro Stradella, en la Iglesa de San Pietro de Perugia. A finales de 1949, interpreta el papel del Abigaille en la producción de la ópera
Nabucco en el Teatro San Carlo di Napoli, junto con el famoso barítono Nino Bechi en el papel de Nabucodonosor.
Sustituye a Renata Tebaldi en la Scala, en el papel de Aida en 1950.
Entre 1950 y 1951, las actuaciones de Maria se centran en sus continuas giras sudamericanas (México, Sao Paulo, Río de Janeiro…) en donde interpreta fundamentalmente Norma, Aida, Tosca,
Il Trovatore y
La Traviata. Esto no eclipsó su debut en
La Traviata en el Teatro Comunale de Florencia, ni la apertura del Maggio Musicale Florentino con
I Vespri Siciliani. En Junio canta en el estreno mundial de
Orpheo ed Euridice de Haydn, 160 años después de escribirse.
En 1952 debuta en roles como Constanza en
Die Entführung aus dem Serail, su única interpretación mozartiana, y
Armida de Rossini.
La gira mexicana de 1952 incluye nuevos papeles como Miss
Lucia de Lucia di Lammermoor y Gilda de
Rigoletto, junto a las ya consagradas Tosca e I Puritani, junto a Giuseppe Di Stefano.
Debuta en el Covent Garden de Londres con Norma (ópera que no se oía en la capital inglesa desde que Rosa Ponselle la interpretara en 1930), y en la ópera Medea de Cherubini en Florencia.
Debuta en la ópera
Macbeth de Verdi en La Scala, en la primera ópera televisada en Italia.
En 1953 dabre el Maggio Musicale Florentino con la ópera
Medea de Cherubini, que junto con Norma, Tosca y Violetta se convertiría en uno de los papeles en los que más destacó.
1954 llega lleno de debuts (
Alceste, Mefistófele, Don Carlo y La Vestale), al igual que 1955 (
Andrea Chènier, La Sonnambula y Madama Butterfly) y 1956 (
Il Barbiere di Siviglia y Fedora). En este último año dio varios conciertos sinfónicos, entre los que destacan el de Milán con Gianni Raimondi y una participación junto con George London como Tosca para la CBS.
Aumenta la frecuencia de sus conciertos durante 1957, año en el que debuta en
Anna Bolena, Iphigènie en Tauride y Un Ballo in Maschera. Despide el año con Casta Diva en la televisión italiana.
Maria combinaba, cada vez con más frecuencia, los conciertos con las representaciones operísticas (Apuntar aquellos que dio en España: Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Teatro de la Zarzuela de Madrid y Coliseo Albia de Bilbao, en 1959). Aún así, en 1957 debuta en
Il Pirata de Bellini.
En los últimos años de su carrera brilló por sus representaciones de Norma, Tosca y Medea, a los cuales una madurez personal y un largo descanso les proporcionaron matices extraordinarios.
En mi 1969 progagoniza el film “Medea” de Pier Paolo Pasolini, dejando patente que a pesar del deterioro de su voz, sus cualidades dramáticas estaban intactas.
A principios de los años 70, imparte clases magistrales en la famosa Julliard School de Nueva York, y entre 1973 y 1974 realiza una gira mundial junto al tenor Giuseppe Di Stefano.
Maria muere de un ataque al corazón el 16 de septiembre de 1977 en su apartamento de la Rue Georges Mendel de París, a la edad de 53 años.
Su voz
La voz de María no era exactamente considerada como bella. No en vano, su timbre metálico e incisivo no era especialmente atractivo al oído. Su tesitura, sin embargo, sí se caracterizaba por la gran amplitud que abarcaba, lo que le permitía moverse con ductilidad en el registro sobreagudo, así como defenderse sin dificultad en el repertorio de mezzosoprano. Su característico timbre, no obstante, no perjudicó una voz que se adaptaba íntegramente al servicio de la interpretación
Su voz era de gran volumen, poderosa, y su canto no estaba comprometido por una dicción impoluta fruto de su depurada técnica, aunque sí por su estado de ánimo, que influía en ella de manera importante. Así, era el registro agudo el que más se sentía resentido cuando la Callas atravesaba un momento emocionalmente débil, con especial hincapié en el tránsito del re bemol 5 al mi bemol 5.
(Con la colaboración especial de bayista)
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Se dice…se comenta…
Anonino Votto:
“No era simplemente una cantante, sino una artista completa. Es una tontería hablar de ella como de una voz. Tiene que ser considerada totalmente: como un complejo de música, drama y movimiento. No existe hoy ninguna como ella”
Giacomo Lauri-Volpi:
“Esa joven artista, con su capacidad para conmover a las multitudes, puede todavía llevar al teatro lírico a una nueva edad de oro del canto”
Robert Mann, para el Musical America:
“El olvido que ha opacado esta ópera (en alusión a la Medea de Cherubini) durante 150 años se explica por el hecho de que cantantes del calibre y la inteligencia de la Maria Callas sean tan escasos”
Rodolfo Celletti:
“El timbre de la voz de la Callas, considerado puramente como sonido, era esencialmente feo; era débil, lo que le daba la impresión de sequedad, aridez. Le faltaban esos elementos que se describen como aterciopelados o barnizados. En compensación, su timbre era incisivo; diría que ese filo metálico en su voz ocupó el lugar del barniz. Mas aún, su voz era penetrante”
Héktor_FanCallas:
“Señor Celletti, su voz era de todo menos débil. Maria no es, ni de lejos, la mejor cantante lírica del siglo XX, pero quizá sí ha sido la mejor artista. La combinación de su voz y su interpretación, añadida a su gran conocimiento de la técnica vocal (algunos dicen por ahí que no) conduce al oyente a un estado de embriaguez artística que muy pocos cantantes consiguen. En resumen, escuchar a Maria Callas hace que sienta la ópera como si yo mismo fuera partícipe de la trama”
In English:
Riccardo Mutti:
Maria Callas was for singing what Toscanini was for conducting.
Rudolf Bing:
Her debut was without doubt the most exciting of all thos which I experienced at the MET during the whole time of my management.
Giulietta Simionato:
When she sang even people of the profession, like me, got goose-flesh. Her voice was composed of three colours and in passing from one to the other, one could hear the seams. But her virtuosity was such that everything was freed in a vocal expression and musicality that had never before been heard.
Joan Sutherland:
It was Maria who inspired me when never stopped encouraging me and pushing me to do the things Richard Bonynge and I have tried to do.
Montserrat Caballé:
Without wantint to imitate the inimitable, always following Maria Callas example, try to make come to life the masterpieces of a past which she taught us to understand.
Beberly Sills:
It's better to sing for ten years so intensily and incomparably as Maria Callas did, than to sing for almost thirty years as I have done.
Luciano Pavarotti:
For all those who sing, Callas is the goddess who once and for all blended words and music.
Franco Corelli:
Within herself, withing her voice, Callas had life itself. She had greats guts as a woman and as an artist she had the fire within, but the rampant flames allways alternated with moments of depression.
* Dudo del buen inglés de estas afirmaciones.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=_PVyld0ubpo[/youtube]