Maddalena había intentado conseguirnos entradas para Wozzeck sin éxito…todas AGOTADAS.
El martes me fui con mi hermana a la entrada del teatro Coliseo y conseguimos comprar dos plateas a un señor que revendía las suyas.
También descubrí que en deremate.com se revenden entradas
Fue mi primer experiencia con Wozzeck, nunca la había visto…y debo reconocer que iba más que nada por curiosidad, y con muchos prejuicios.
A mi hermana le encanta ese tipo de ópera, a mi no…por eso mis resquemores…
Sin embargo, para mi sorpresa, la disfruté muchísimo (y pensaba en mi amigo el forero Wozzeck)
Se basa en el atonalismo, salvo en partes breves que se acercan a lo tonal y esa alternancia de dos mundos sonoros tiene sus complicaciones.
Incluye el habla, la declamación, el canto y el recitado cantado.
Se escuchan por momentos algunas páginas o frases que tienen cierta melodía con vuelo, pero que no son arias, y hay partes habladas, como el último monólogo, muy intenso.
Varias escenas estan enlazadas por interludios orquestales.
Me recordó algo de Wagner, Mahler, Debussy… no sé si estoy diciendo pelotudeces.
No sé si presentaron la obra completa con todas sus escenas, ya que me pareció muy corta… no hubo intervalos y en total duró dos horas.
El tiempo se me pasó volando.
Wozzeck es como el paradigma del expresionismo por mostrar sentimientos auténticos del inconsciente.
La obra se basa en un asesinato real.
Me pareció muy freudiana.
No es fácil de escuchar, algunas personas se levantaron y se fueron (no muchas) pero tiene momentos muy, muy impresionantes y hermosos.
Al final recibieron un cerrado aplauso de varios minutos.
Basada en la obra teatral de Georg Büchner, Wozzeck del compositor Alban Berg retrata a una víctima de la sociedad de su época y del abuso de las diferencias.
Wozzeck es un soldado acosado por sus superiores que, al descubrir que su mujer lo engaña, llega al extremo de la violencia y la locura, asesinándola.
Es un hombre que transita por una vida preestablecida por el destino y que no tiene ninguna posibilidad de escapar de ella.
Es un soldado humillado por sus superiores, sin ningún poder analítico ni de reflexión.
Toda la obra es una descarnada metáfora de la desesperanza, me pregunto que tan deprimido estaría Berg cuando la escribió.
Me gustó mucho la escenografía de Diego Siliano con la creación de espacios escénicos mediante telones visualmente atrayentes, con auxilio de proyecciones y diapositivas en vez de muebles.
El escenario estaba prácticamente vacío, pero las diapositivas y el juego de luces de José Luis Fiorruccio me pareció espectacular porque creaba un ambiente opresivo, tétrico, desgarrador.
Me sorprendió la escena de la soprano en tetas teniendo sexo con el barítono.
No porque me pareciera mal, sino porque no me la esperaba.
Adriana Mastrángelo estuvo bastante bien a pesar de algún gallo.
Es un papel muy difícil.
Lo que me molestó es que yo había leído en los diarios que los protagonistas serían los tenores Hernan Iturralde o Luciano Garay y me encontré con Gabriel Renaud.
De todos modos me gustó como cantó, pero no era lo que habían avisado.
Lo mismo me pasó con el Tambor Mayor, no era quien yo esperaba, esta vez lo interpretó Carlos Bengolea quien me gustó mucho.
Salí contenta. A mi hermana le encantó.
No creo que pasaría una tarde en mi casa escuchando Wozzeck, pero ver la representación en el teatro estuvo bueno.
Con la Orquesta Estable del Teatro Colón con la dirección general de Stefan Lano, puesta en escena de Marcelo Lombardero.