Hablando sobre la versión en tres actos de
Lulú poco antes de su estreno mundial, dice Boulez: “La fidelidad no existe. ¿ Fidelidad a qué ?, ¿ a una verdad histórica ?, ¿ a una verdad revelada ? Lo importante, lo esencial en el teatro es la creación a partir de la propuesta que nos presenta la obra”.
Gran verdad. Y buena parte de esa creación en
Lulú recae en la protagonista de la obra, que debe combinar la excelencia vocal para cantar un papel nada sencillo, con una habilidad actoral notable y además la frecuente exigencia de un “physique du role” adecuado.
Un breve repaso de las más conocidas encarnaciones de Lulú desde el estreno en 1937, encontrará las siguientes artistas:
La primera Lulú en obtener un reconocimiento como especialista en el papel es la alemana
Helga Pilarczyk. Su debut se produce en Hamburgo en 1957, con puesta en escena de Günther Rennert y dirección musical de Leopold Ludwig. La escena final, con la muerte de una Lulú que portaba una peluca roja, causa sensación. El montaje se usa durante varios años, casi siempre con la Pilarczyk. Las voces más críticas deploran que Lulú es una coqueta inconsecuente, en lugar del ser ambiguo y complejo retratado por Berg. Para la mayoría de críticos alemanes, el componente de “serpiente” de Lulú esta ausente en la recreación de Pilarczyk.
En 1962
Evelyn Lear debuta un papel que mantendrá en su repertorio hasta 1980 ( después seguiría algunos años más haciendo de Condesa ), en una interesante producción de Lulú en Viena, con Karl Böhm y la dirección escénica de Otto Schenck. El éxito es extraordinario, 19 minutos de aplausos la noche del estreno. El trabajo de Böhm, razonado y muy preciso, encuentra un cómodo maridaje en una producción que subraya el ambiente finisecular asociada en los países germánicos a la obra de Wedekind, pero que no es la intención original de Berg. La actuación de Lear recibe encendidos elogios en su plano como actriz, en especial referidos a la curva de sus piernas, pero su desempeño como cantante es mediocre. Simplemente, no tiene la vocalidad requerida para Lulú.
Anja Silja fue la Lulú indiscutible desde su debut en 1966 en Stuttgart ( director artístico Wieland Wagner, dirección musical Ferdinand Leitner ), cuyas imágenes están disponibles en Operashare y combinan creo imágenes en vivo con estudio filmadas un año después, hasta su abandono definitivo del rol en 1978, en Hamburgo. Ninguna de sus contemporáneas ( Joan Carroll, Carole Farley, Catherine Gayer,… ) resiste la comparación con Silja. Su Lulú es un personaje de gran feminidad, pero que revela también un lado andrógino, masculino, y una cierta inocencia que le convierte en una referencia absoluta del rol.
Teresa Stratas tuvo la fortuna de representar el estreno de la versión completa en París, en 1979, aunque había debutado el rol el año anterior en una modesta representación en Holanda. Las imágenes también están disponibles. Pierre Boulez dirigía la orquesta y Patrice Chéreau se encargo de la puesta en escena. La Stratas es una gran Lulú, se apoya en su frágil físico para dar la sensación de vulnerabilidad que impregna al personaje, pero sin desmerecer en nada el componente erótico. Su muerte, vista en directo, es de un gran dramatismo. En 1988 Stratas hace su última Lulú en Bruselas.
Durante un tiempo no hay grandes intérpretes del papel, las sopranos que más lo frecuentan, Julia Migenes, Karan Amstrong, Catherine Malfitano, Patricia Wise… no hacen precisamente una composición memorable. Entonces, en 1995, debuta la mejor Lulú de todos los tiempos, una sensacional
Christine Schäfer aborda en Szalburgo el papel de su vida. Peter Müsbach en la dirección artística y Michael Gielen en la musical acompañan a la cantante. Femenina, graciosa, fuerte, con una energía concentrada que se refleja en la audiencia, y cumpliendo vocalmente todos los requisitos solicitados en partitura por Berg. Extraordinaria.
Discografía: Comento solamente las versiones que he escuchado, existen algunas más en el mercado, en mi opinión de limitado interés.
Los repartos en el orden Lulú, Condesa, Schön, Alwa y Schigolch.
1949. Häffner con la Filarmónica de Viena
Ilona Steingruber, M. Cerny, O. Wiener, H. Libert, E. Siegert
De interés sólo para coleccionistas
1959. Maderna con la orquesta de la RAI
Ilona Steingruber, E Zareska, H. Rehfus, K. Ruesche, D. Lopatto
De interés sólo para coleccionistas
1968. Böhm con la Orquesta de la Opera de Berlin
Evelyn Lear, P. Johnson, D. Fischer-Dieskau, D. Grobe, J. Greindl
Grandes nombres, pero en conjunto decepcionante
1976. von Dohnányi con la Filarmónica de Viena
Anja Silja, B. Faessbander, W Berry, J. Hopferwieser, H. Hotter
Vocalmente, la mejor versión en conjunto. La lectura del director es de un gran romanticismo, aceptable sonido… Una compra inexcusable.. o una visita a la casa de Idi. Lástima que sea en dos actos.
1979. Boulez con la Orquesta de la Opera de Paris
Teresa Stratas, Y. Minton, F. Mazura, K. Riegel, T. Blankenheim
La lectura analítica de Boulez extraordinaria y referencial. Teresa Stratas estupenda como Lulú. El resto del elenco mucho más flojo. Pero es también una compra o visita inexcusable.
1991. Tate con la ONF
Patricia Wise, B. Faessbender, W. Schöne, P. Straka, H. Hotter
No aporta nada, sólo para fanáticos de Hotter.
Videografía
Además de los dos documentos sobre la Lulú de Silja y la de Stratas mencionados anteriormente, existen dos dvd comerciales:
Con la Lulú en dos actos, interpretada por Laura Aikin:
Simplemente interesante
La versión referencial, de obligado visionado, con la Schäfer:
And,… that’s all, folks!.
Muchas gracias a todos los que han ayudado con sus comentarios y especialmente a los que me hayan seguido hasta aquí. Espero que con el tiempo la semilla de Lulú germine en algunos foreros y se sumen a los que adoramos esta ópera como una de las cumbres del género.