REIZEN COMO BORIS GODUNOV:
CARACTERÍSTICAS GENERALES:
Estoy de acuerdo con Spinoza en que Ghiaurov es un maravilloso Boris (eso no es discutible). Sin embargo, hay dos cantantes que, por diferentes razones, me parece que lo superan.
El primero es, por supuesto, Chaliapin. Su versión del personaje, en el mítico directo londinense de 1928, alcanza una estatura legendaria y fuera del alcance de cualquier otro artista. Esa interpretación supone, sin más, uno de los mayores hitos de la historia de la fonografía.
El segundo es Mark Reizen, con quien combatirá en este duelo...
.
Reizen comparte con Ghiaurov muchas características. La primera y fundamental es que ambos huyen de exageraciones. Todo está en la música y no necesitan apoyarse en mugidos, bramidos o torturados golpes de glotis para transmitir la angustia de uno de los personajes más torturados de la lírica. La segunda es que ambos han interiorizado el personaje a la perfección.
Sin embargo, sus caminos divergen en dos sentidos (creo yo): el Boris de Ghiaurov es musicalmente irreprochable y alcanza su finalidad de conmovernos simplemente a través de esa música. Pero Reizen no sólo agota las posibilidades de expresión a través de las notas, sino que, además, hace vivir a su personaje en ellas. Ghiaurov da vida a un personaje con su canto. Reizen SE ENCARNA en ese personaje con su canto.
En segundo lugar, el Boris de Reizen va un poco más allá de la simple matización. Quiero decir con esto que Ghiaurov matiza todo lo matizable en la música y el texto, pero Reizen, habiendose encarnado en Boris, alcanza una dimensión que excede de lo previsible, de lo deseable o, incluso, de lo imaginable en este rol.
Se trata, por consiguiente, de una de esas interpretaciones sobre las que no se puede comentar mucho porque no está hecha (como la de Ghiaurov) de la suma de mil matices, sino que esos matices vienen dados por un estado de gracia musical. Al igual que -por ejemplo- en la Norma de la Callas o en el Lensky de Lemeshev o en el Werther de Kraus, el personaje se construye de dentro a fuera y no a la inversa.
Dicho esto, resumo afirmando que el Boris de Reizen debe ser escuchado íntegramente, pues sólo así se puede percibir la increíble verdad que rezuma y el nivel que ha podido alcanzar nuestro cantante.
Aún así, creo que los 5 greatest hits de esta obra, presentados individualmente en esta grabación de 1948 (la mejor que yo conozca de esta obra...y con mucho), bastarán no sé si para convencer a los foreros de que es mejor que la de Ghiaurov pero seguro que sí (viendo que si aprecian el de Nicolai son gente sensible e inteligente) para que tomen contacto con un monumento operístico de primer orden, el Boris Godunov de Mark Reizen.
Comencemos:
PRÓLOGO:
http://www.box.net/shared/0fkj54hqis
Entra Boris con su espeluznante y reveladora primera frase (00:11): Skorbit dusha! (Me duele el corazón!). El grave es fantástico, aunque debo decir que ciertamente el timbre de Ghiaurov era mucho más agraciado que el de Reizen (esto es, no que Reizen tenga un timbre feo, sino que en belleza, me resulta superior Nicolai).
Y en sólo esa frase, en sólo esas dos palabras ya nos encontramos un par de sutilezas...la ligerísima y poderosa a un tiempo regulación en
Skorbit y el aire afligido de
dusha. Dos palabras bisílabas en las que ambas partes de la palabra no están pronunciadas del mismo modo, sino que reflejan sentimientos distintos. Empieza el festival.
„El miedo de un presagio ominoso encadena mi corazón“ De 00:34 a 00:48 hay una frase musical descendente que Reizen (un fraseador de primera) dice de un modo memorable. Vemos su miedo y su angustia ante el futuro. De nuevo, en "skoval mne serdce" nos encontramos con sutilísimas regulaciones de sonido en las dos palabras bisílabas.
El espectáculo continúa: "O, pravednik, o, moy otiets, derzhavni"...os rogaría que prestáseis atención a cómo distingue (mediante la entonación) entre ese "pravednik" (santísimo), ese "moy otiets" (padre mío, dicho con una dulzura de hijo temeroso y a la vez devoto) y ese "derzhavni" (soberano).
Atención también a cómo dice "Vozzri s nebes na slyozy vernykh slug" ("Vuelve desde el cielo tu mirada"). Con una magnífica y dificilísima nota mantenida (y regulada) en „Vozzri“, seguida de un fraseo que nos introduce por el camino de un legato tan perfecto como se pueda imaginar, al corazón mismo del zar (impresionante el ataque en piano a "blagosloven'e").
El carácter de su canto cambia al llegar a la frase "Da budu blag i praveden, kak ti, da v slave pravlyu svoy narod...", en el que se muestra más digno, más autoritario, más regio (atención (2:15) a su magnífico grave sobre la palabra „narod“ (pueblo), de una belleza instrumental).
El final de la introspectiva plegaria nos deja con un Boris mucho más optimista. Las nubes parecen haber pasado y Reizen corona su interpretación con un par de agudos atacados sin ningún temor.
Decidme si en dos minutos se puede ofrecer más...
MONÓLOGO Acto II:
http://www.box.net/shared/dpett1u8yq
El monólogo constituye, claro está, la piedra de fuego de todo Boris que se precie, dada la altísima tensión que se desata en él.
Reizen comienza poderoso, amargado...al contrario que otros cantantes, no hay nada de instrospectivo en sus primeras frases, sino todo lo contrario, es un lamento abierto, franco que luego se recoge al decir la frase (0:27) "mi espíritu torturado no conoce la paz“, en el que por dos veces apiana el sonido con una maestría y una sutilezas que no por repetidas dejan de causar asombro (iz
muchennoy du
she).
Todo el monólogo está dicho con una claridad de dicción y una distinción magnífica entre las secciones del mismo en las que habla del poder o de „política“ con las partes en las que habla de su alma o de sus hijos (un juego de tensiones y distensiones).
Por ejemplo, tremenda la larga frase en la que se refiere a su hija (1:25 hasta 2:03) "V sem'e svoyey ya mnil nayti otradu, gotovil docheri vesyoli brachni pir, moyey carevne, golubke chistoy" dicha toda ella en piano y sin escamotear el dificilísimo (y atacado también en piano) agudo en "pir".
Seguidamente, entramos en un juego de dinámicas...tensión al hablar de la muerte del prometido (enfatizando sin exagerar, como hacen muchos- la palabra "smert" -muerte), nuevamente distensión para refererirse a Dios como juez severo y tensión para referirse al alma culpable (atención al agudo –2:32).
(A partir de ahora iré más al grano, porque si me pongo a analizar todos los matices, acabo incluso más tarde que el Don Carlo de Siddharta o los MAestros cantores de Sharpless).
La distensión se acaba con la frase (2:47) „¡Si sólo pudiera atisbar un rayo de consuelo!“ a la que sigue una narración de Boris de sus miedos y temores...con mención especial a las conjuras de los boyardos...al citarlos, Boris se exalta (siempre dentro de la contención de Reizen) (4:02).
Una misma melodía, repetida obstinadamente señala la angustia de Boris...un nuevo agudo (4:47) marca la entrada a la parte final del monólogo, en la que, (5:11) Boris se altera al hacer referencia al niño asesinado hasta caer, postrado, suplicando a Dios en una frase final íntima dicha con mucho talento (y unos relucientes graves) por Reizen (5:44), con un „Moy“ final que se desvanece, con la música en un apianamiento de un poder expresivo brutal.
Sencillamente increíble.
ESCENA DEL RELOJ:
http://www.box.net/shared/8uv3td1k44 (track 2-2)
"Si en el alma una sola mancha... una sola,
por casualidad, cae, el alma se quemará,
el corazón se inundará de veneno,
y se hará tan opresivo,
tan insoportablemente doloroso,
como si un martillo golpease en los oídos
con reproches y maldiciones.
Mi garganta está seca... me sofoco...
me ahogo... la cabeza me da vueltas...
¡Ante mis ojos veo al niño... ensangrentado!
Allí... allí... ¿Qué es eso? ¡Allí en la esquina!
Se balancea, crece se acerca tiembla y gime
¡No, no! ¡No fui yo!...
¡Yo no soy tu asesino!
¡Detente, detente, niño!
¡No fui yo, no, yo no, no!
¡La voluntad del pueblo!...
¡Detente, niño!...
¡Fuera!...
¡No! ¡Vete!
¡Señor, Tú no deseas la muerte del pecador!
¡Ten piedad del alma del zar Boris!"
Tal es la letra de la alucinación de Boris ante el reloj...cómo cantarla sin caer en los gritos y en los pataleos es labor complicada que Reizen cumple con creces.
La interpretación, muy meritoria...sin caer en efectismos baratos, nos lleva desde el canto más puro al susurro, a la alucinación (1:51), a la desesperación y a la resolución final, en la que Boris, una vez más se encomienda a Dios (2:39), con una expresión tan patética por parte de Reizen que casi clama a compasión.
Y el acto acaba con la aniquilación musical más absoluta, que sigue al prácticamente inerte „Boris“ pronunciado por éste (magnífico Reizen), ya a las puertas de la demencia.
PLEGARIA Y MUERTE DE BORIS:
http://www.box.net/shared/40ld607lio
Sintiéndolo mucho por mi defendido, por mi rival duelista Spinoza y por todos los foreros, me niego a intentar describir este momento en la grabación de Reizen. Simplemente, poned a tope los altavoces, poned un texto delante y observad cómo cada palabra y cada frase encuentra su sitio justo. Intentad contar los pianissimi (asombrosos en una voz como la de Reizen), las regulaciones de sonido, cada una de las gemas que componen esta preciosísima rendición de esta página capital de la historia de la ópera.
Sencillamente, no podréis, porque hay interpretaciones, como ésta, que no se explican, sólo se sienten...
Si Spinoza le pone sobresaliente a Ghiaurov (merecidísimo), a mi Mark le pongo Matricula de Honor. Vosotros diréis ahora cómo los puntuáis...