HOTTER. EL PRIMER WINTERREISE
Hans Hotter es, sin duda, (yo no lo dudo al menos) uno de los 2 o 3 más grandes liederistas de los que haya constancia discográfica. Y, por supuesto, el
Winterreise schubertiano fue uno de sus caballos de batalla (no en vano, este ciclo, para mí, es el mayor hito en la historia del Lied).
La versión más famosa del Viaje de invierno cantado por Hotter es, quizá, la de EMI, acompañado por Gerald Moore, pero hoy nos centraremos en una muy anterior en el tiempo...nos trasladamos a 1942...un Hotter de 33 años graba el ciclo completo acompañado de Michael Raucheisen, una absoluta estrella del piano acompañante, veinte años mayor.
Unas palabras sobre Raucheisen:
Más allá de la cuestión
nazi, que ni me importa ni viene a cuento, me gustaría resaltar la calidad y, sobre todo, la influencia de Raucheisen en el acompañamiento de cantantes.
Raucheisen se había labrado una inmensa fama acompañando cantantes (desde Frida Leider hasta Lotte Lehmann) y por su metódica concepción de esta labor: Raucheisen detestaba las versiones
operizadas del Lied, creía que había que ser más sutil, más comedido, más elegante...en pocas palabras, devolverle al Lied su auténtica naturaleza.
Por otra parte, Raucheisen no quería limitarse a ser un mero acompañante, sino que, abriendo la tapa del piano para conseguir un mejor equilibrio entre voz y música, procuraba en todo momento una perfecta fusión entre ambos elementos.
Raucheisen fue, por tanto, un precursor de los modernso acompañantes de Lied, un teórico y, sobre todo, un práctico. Su inmenso legado, recogido en una caja de 66 Cds de la casa Membran -por si lo queréis pedir a los reyes-, es excepcional bajo cualquier punto de vista.
Por sus méritos, Raucheisen fue nombrado en 1940 director artístico del programa ‘Lieder y Música de Cámara’ de la Berliner Rundfunk, en la que grabó con todos los grandes artistas de la época de la guerra.
Y en esta época bélica, de noche cerrada, de auténtico invierno, Raucheisen se sentó al piano para grabar con el joven Hans Hotter el mejor
Winterreise que pueda oirse...
No sé muy bien qué podría decir de esta grabación, uno de esos discos que me llevaría a una isla desierta. Hotter estaba pletórico de voz, sin asomo de problemas de ningún tipo, con graves rotundos y agudos sanos y poderosos; el centro, hermoso, suena como un maravilloso instrumento de cuerda, preciso y musicalísimo.
En cuanto al canto...lección tras lección: legato, matización extrema sin caer en manierismos (
il nome non dico), perfecta comprensión del texto, dicción exquisita...un raro caso de interpretación que, no teniendo ningún alarde, siendo muy comedida en la elección de los
tempi, las dinámicas etc, consigue alcanzar una rarísima perfección.
Antológico, canónico, portentoso...así es este Winterreise que os presento completo aquí (la grabación está tomada de vinilo, así que el sonido no es óptimo, lo siento, pero es lo que hay):
http://rapidshare.com/files/128315509/W ... E.rar.html
Y, como muestra, he subido unos cuantos Lieder:
Aquí:
http://www.box.net/shared/xu7rkjugwk
Podréis escuchar los Lieder 1, 5 y 7 (Gute Nacht, Der Lindenbaum y Auf dem Flusse, es decir, "Buenas noches", "el Tilo" y "en el río").
He elegido estos tres para mostrar el inicio del viaje, cómo Hotter casa perfectamente los sentimientos de amor por la mujer perdida (el final de Gute Nacht, con la frase "he escrito en tu puerta Buenas Noches para que veas que he pensado en ti"), de nostalgia del pasado (en Der Lindenbaum, toda la primera estrofa) con los de desesperación y obsesión. Atentos a las medias voces (espeluznante en la última parte de "Der Lindenbaum") a las sutilísimas inflexiones (en Auf dem Flusse, ese "wie still bist du geworden" -qué silencioso te has vuelto- es impresionante), a la salud de ese timbre de treintañero, a la prudencia y seguridad del acompañamiento...
En este otro link:
http://www.box.net/shared/wtabinfk0s
Encontraréis los Lieder 13, 15 y 20 (Die Post, Die Krähe y Der Wegweiser -El correo, el cuervo, la señal). Ya no estamos al principio del viaje, estamos casi al final...el viajero parece cansado, extenuado, lleno de desolación. El último de estos tres Lieder es uno de los más fantásticos de esta grabación y un hito...Hotter convierte las reflexiones del viajero ante la señal del camino en auténtica metafísica. El tono grave y siniestro de las últimas frases son preludio del final del ciclo.
Y aquí está una muestra de ese final del viaje:
http://www.box.net/shared/xqd9qhb8kk
He elegido los Lieder 21, 23 y 24 (Das Wirthaus, Die Nebensonnen, Der Leiermann - La posada, los falsos soles, el tañedor de zanfoña). Poco que comentar, hay que escucharlos para creerlo. Pura desolación (sin excesos), pura abstracción (sin frialdad), pura metafísica (esos falsos soles!), puro canto (esas medias voces!), pura música...perdón, MÚSICA. Con mayúsculas. Como nuestro cantante del mes. HANS HOTTER.