1983-1990: Despedida y cierre
En 1983, Sutherland cumple 57 años, y eso se nota. Su voz viene avisando desde atrás y en éstos últimos años todos esos males que anteriormente eran mínimos se irán haciendo más evidentes. El timbre ya es aspero y seco, pierde seguridad en el grave, sonoridades salidas del pecho, y en el medio las notas veladas se hacen cada vez más evidentes. El agudo ya no mantiende la riqueza de antaño, sonando seco y trémolo y con el tiempo dejará de emitir una de las marcas de la casa. el mi bemol ya que le cuesta sacarlo, en diferencia el re sobreagudo seguirá ahí, incólume y perfecto.
Sutherland incorpora ya en estos últimos años dos papeles, Anna Bolena, le pilla tarde y mal, con las fuerzas bajas y sabiendo además que Bolena no es un papel virtuosístico (quizá por eso muchas naufragan) sino una carrera de fondo, y que ella ya está algo mayor para afrontarlo, no podemos hablar de otra cosa que no sea una mala intentona . Su estudio es de 1987 aún más tarde, pero nos queda un testimonio videográfico de 1984 y en el que sale del paso pero se hace ostensible su cansancio.
La Ophelié de Hamlet es el último papel que Sutherland suma a su enorme repertorio. Tampoco es un gran acierto, ya que Sutherland está incluso reticente y cree que es demasiado mayor para el papel, pero lo hace ya que según sus propias palabras, Bonynge la convence diciendo que si la gran actriz inglesa Ellen Terry bordaba Ofelia en su setentena, ella no iba a ser menos. En resumen, la escena de la muerte de Ophelie está soberanamente cantada, con un dominio de la coloratura envidiable para una mujer de 60 años, pero naufraga en el resto de la obra monstrandonos una especie de matrona (qué otra cosa iba a ofrecer con ese timbre?).
Sigue manteniendo papeles como Norma, cada vez peor, Lucia, del que se despide en Barcelona en 1989 (30 añitos con el mismo papel, tela), Marie de la Fille (the Grandmother of the regiment) en sus propias palabras, Elvira de los Puritanos (impresionante aún en 1986), la Leonora del Trovatore o Lucrezia Borgia con la que se va despidiendo progresivamente de los escenarios además de grabar novedades como la Elvira de Ernani o la Athalia de Händel (en una grabación que los puristas no le perdonan)
Se despide del MET con una gala, de Sidney (
la gran y vieja voz ha empezado a decir adios y quiero que os quedeis con un buen recuerdo mío) con unos Huguenots y su retirada para siempre se produce en la gala de fin de año del ROH en 1990, cuando la diva tiene ya 64 años, y en la que acompañada por su gran amiga Marilyn Horne y su compañero de batallas Luciano Pavarotti, dejó la escena a ritmo de su canción favorita: Home Sweet Home.
Retirada de los escenarios y a sus 83 años, Sutherland participa regularmente como jurado en los concursos de canto más prestigiosos de Europa. En 1997 presentó su autobiografía:
A prima donna's progress
y con dos años de retraso, ésto es todo
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