Bien, ahora que tengo un ratito, voy a comentar muy brevemente los dos últimso fragmentos que voy a colgar de Greindl cantando Rocco:
-Melodrama y dúo "Nur hurtig fort": pongámonos en situación...Fidelio y Rocco han bajado a la celda de Florestán, quien está desfallecido...atención a las voces -habladas- de Greindl y la sin par Flagstad...qué bien recitan!! Desde esa primera frase de Leonora: "Wie kalt ist es in diesem unterirdischen Gewölbe!" (Qué frío hace en estas grutas subterráneas!") nos transmite Flagstad perfectamente la angustia de Leonora, quien se sabe cerca de su amado...qué bien interpretado ese "Ihr meint es?" ("Usted cree?" -00:41) cuando Rocco le dice que a lo mejor está muerto...y qué hermosa su invocación a Dios: "Gott steh mir bei, wenn er es ist!" (1:08 ) ("DIos me ayude si es él")
Greindl, por su parte interpreta a la perfección un Rocco apresurado y agobiado por la labor que tiene que realizar...no tengo palabras para definir ese diálogo entre ambos, la angustia existencial de "Es ist so kalt!" (hace tanto frío! -1:46) dicho por una Flagstad emocionada, seguido de ese "So mache fort, im Arbeiten wird dir schon warm werden" (Entonces continúa, el trabajo te hará entrar en calor -1:48 ) de Greindl, absolutamente convincente, imperioso.
Y después del melodrama, llega el dúo, iniciado desde la orquesta con la cuerda grave (2:05) en una línea extraordinariamente siniestra. Con qué naturalidad han pasado Greindl y Flagstad de la voz hablada al canto (2:18 )...la voz de Greindl sonora, imponente, la voz de Flagstad tersa, hermosa, marmórea...y vaya interpretación de los dos!! cada palabra, cada frase tiene su intención, su color...
Y luego dicen que Flagstad era fría cantando: escuchad estas frases (4:27):
Wer du auch seist,
ich will dich retten,
bei Gott, bei Gott,
du sollst kein Opfer sein,
gewiß, gewiß,
ich löse deine Ketten ich
will du Armer, dich befrein!
Quienquiera que seas te salvaré,
por Dios,
que no serás sacrificado.
¡Seguro que soltaré tus
cadenas y te liberaré,
desdichado!
Graves tersos y poderosos, agudos suficientes, timbre pletórico...y emoción en el canto...y un Greindl al lado permitiéndose unas medias voces impresionantes (5:51) y rematar su actuación con un grave tremendo que, en conjunción con la voz de Flagstad, supone un hito de esta interpretación.
-Cuarteto: "Er sterbe!"
Aquí los ánimos se van a caldear y va a haber auténtico fuego en las tablas (y en el foso...lo de Furtwängler a estas alturas roza el milagro...la tensión, la pasión, el arrebato son casi telúricos).
De comienzo, oimos un diálogo tenso, de teatro de altura (oid a Greindl diciendo: "Geh, entferne dich!" -0:10- completamente metido en su papel).
COmienza el cuarteto, con la voz y el canto brutales, como de ángel exterminador de Schöffler...la violencia de su fraseo y la rocosidad de su voz contribuyen a generar esa atmósfera de muerte y opresión...contesta Patzak con pasión (1:27)...Julius Patzak está aquí en condiciones vocales penosas, pero la emoción y la calidad teatral son extraordinarias...
Cuando parece que Schöffler se va a comer el escenario, con Patzak incluido, entra con fuerza, espectacular, radiante, Flagstad (1:40) ante la conmoción general...otra vez el tópico por los suelos...la divina Flagstad, la fría, la marmórea, se desmelena...la unión de las cuatro voces es colosal y Flagstad se lanza a un agudo valiente, arrojado, vibrante por encima de consideraciones técnicas (2:06) en "Töt erst sein Weib!" ("mata primero a su mujer!") y las frases siguientes son de una emoción extrema, los cuatro viven sus personajes, luchan..hasta ese espeluznante "Noch einen Laut, und du bist tot!" ("Una sola palabra y estás muerto!" 2:58 ) de Flagstad que da paso al sonido de las trompetas y a la calma en medio de la confusión.
Entra Dermota a anunciar la llegada del ministro (4:01) y Greindl nos pone la carne de gallina con un "Gelobt sei Gott!" (alabado sea Dios! 4:07) emocionado, dicho con un nudo en la garganta, seguido de un radiante y burlón "Herr Governeur" dirigido a Pizarro (4:17)...el cuarteto desemboca en un espectacular final (4:24), con las cuatro voces pletóricas, conjuntadas, unidas en un único canto emocionado y arriesgado, dando todos más allá de sus posibilidades (los agudos de Flagstad están dados con el corazón, más allá de su capacidad a estas alturas de su insigne carrera) y el arrebato de un Furtwängler que nos deja sin aliento con unos acordes finales brutales, acoj*******.
Teatro, ópera, emoción...resultado: la carne de gallina y la inmortalidad para los que participaron en esta función de un lejano día de julio de 1950...