HOYGAN YO HE VOTADO LA TERSERA,
No quería meterme en la dicusión porque me aburre, pero no soporto ver a Siddharta tan tristón.
En primer lugar, quiero decir que cuanto más escucho a los barítonos de la
golden age (voy poco a poco, ¿vale?), cada vez estoy menos de acuerdo en que se llame "baritonal" al timbre de madurez de Caruso. Era engolado, pastoso, romo... como el de
algunos barítonos (no todos), pero también como el de algunos tenores (sin ir más lejos, el propio De Lucia... que, por cierto, me gusta mucho).
En segundo lugar, y consecuencia directa de lo anterior, decir que ese timbre con el que a todos se les hace el culo chocolate a mi no me dice gran cosa. ¿Voluptuoso? Si digo que la voz de Bonci me parece más dulce y más mórbida, ¿en qué me equivoco? A mi la de Caruso me parece una voz de belleza razonable, viril en el sentido de "hombre de mediana edad" (lo cual en ningún momento asociaré con "voluptuosidad", allá ustedes con sus subconscientes), y con algunos defectillos que es imposible negar. El vibrato duro y difícil es uno de ellos, constante a lo largo de toda la carrera (y no me vale echar la culpa al fonógrafo). La ostensible falta de flexibilidad es una consecuencia de su "engrosamiento" vocal, y por lo tanto caracteriza únicamente al Caruso de fama mundial, no al las primeras grabaciones.
En tercer lugar, decir que está muy bien sacar a relucir un
Bianca al par de un Caruso yogurinesco y decir que no está mal de dinámicas y tal.
Yo mismo lo hice. Pero no seamos trapaceros: Caruso no hizo carrera con esa voz ni con ese estilo. Es como si me dicen: Alagna
es un gran tenor, mira cómo
cantaba Romeo con 20 años...
En cuarto lugar, que me parece fabuloso reconocer sus virtudes dramáticas y musicales pero que, al igual que al Dengaku del año 2090 se la pelará Domingo, a mí Caruso me la seguirá pelando hasta entonces. Yo escucho la Celeste Aida de Slezak, con ese tempo mortecino y esa expresividad atrabiliaria, pero
con esa voz (buscad por aquí la definición de
morbidezza, por favor), y es que no lo dudo ni un instante.