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La vía de Supervía (I)Los deslumbrantes inicios
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Conchita Supervía nació el 8 de Diciembre de 1895 en Barcelona, de una familia de origen andaluz. Bueno, el 8 es cuando celebraban su cumpleaños, según su hijo George, por aquello de (Inmaculada) Concepción, pero parece ser que en realidad nació el 9. Es más que una anécdota, porque en realidad sabemos poquísimo de los detalles de su vida, al menos de sus primeros años. El hecho de que muriera tan joven nos privó de buenas entrevistas o unas memorias (vaya, sólo es el primer párrafo y ya he desvelado todo
)
Empezó a estudiar canto en el Conservatorio del Liceo (El Colegio de las Damas Negras, dicen otras fuentes) cuando tenía 14 años, y ya
en 1910, con 15 añitos, hace su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, nada menos. Fue allí como parte de la troupe que el director y empresario Joan Goula i Soley (el descubridor de Viñas) había montado para hacer giras de óperas en español. La compañía hizo
Los amantes de Teruel, de Bretón (donde hizo de Zulima),
Cavalleria Rusticana de Mascagni (donde fue Lola) y
Blanca de Beaulieu, del hoy poco recordado compositor italo-argentino César A. Stiattesi. En esta última Conchita participó en el papel de Mère Marceau, una señorona, para lo que, según recuerdan en el Colón, tuvieron que maquillarla a conciencia.
A su vuelta a Barcelona prosigue sus estudios con Goula padre y Goula hijo, que deciden que en 1911, con 16 años, ya está preparada para debutar, debutar (no era algo raro: de sus coetáneas, María Barrientos había debutado con 15 en el Teatre Líric, Graziella Pareto con 17 en el Eldorado y Mercedes Capsir a los 19).
Y qué debut: va a Italia, donde canta de nuevo Carmen en Bari y recibe una oferta del Teatro Costanzi de Roma para participar en el
estreno italiano de Rosenkavalier. Hariclée Darclée fue La Mariscala, a quien vemos junto a Conchita en la bellísima primera escena de la ópera:
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Supervía tenía entonces 16 años, uno menos que el propio personaje de Oktavian. Seguramente es una de las pocas veces en la historia que una cantante tenía menos edad que su personaje.
Tras el éxito italiano, vuelve a Barcelona para hacer su
gran debut en el Liceo, con la Dalila de Saint-Saëns (:shock:) y con Carmen, en la primavera de ese año, en el Liceo. Ella era la atracción principal de la temporada de primavera y parece ser que cumplió las expectativas:
Rafael Moragas, crítico barcelonés escribió:
El éxito del Sansón y Dalila se reproduce ahora en la Carmen. La Supervía, que no hace ni quince días nadie sabía qué escondía en su prodigiosa garganta, acaba de cantar e interpretar una cigarrera, con la que uno entiende los mil y un disparates que por ella comete el pobre Don José. En La Habanera del I Acto la sala del Liceo ya se vino abajo. En el final casi les diré que estuve a punto de agredir al prófugo sargento, que mataba a aquella criatura tan salada y sandunguera! (sic). La que hace la Supervía es una Carmen digna de toda la admiración.
La traducción (del catalán) es mía, espero que ajustada. La crónica no es muy profesional, pero tiene el saborcillo del momento. En esas funciones Don José iba a ser Anselmi, que incluso aparece en los programas de mano, pero finalmente fue Remo Andreini (esos mismos programas que llamaban a Supervía
Soprano é contralto y a la Micaela,
Soprano dramática ).
En la temporada 1913-14 vuelve con
Carmen al Liceo, esta vez junto al Don José de Bernardo de Muro. Allí canta también la Santuzza de
Cavalleria, que arrasa el teatro. A estas alturas Supervía ya es fija del público barcelonés y al año siguiente canta
Mignon junto al tenor catalán Joan Nadal,
La Favorita y el
Barbero de Sevilla, en una de las primeras veces (si no la primera) en que Rosina volvía a ser interpretada por una mezzo. En diciembre de 1914 canta Orfeo en
Orfeo e Euridice de Gluck, en italiano, y en 1915 cierra la temporada de primavera de nuevo con Dalila y Carmen, ésta última con la Micaela -imagino que extraordinaria- de Mercedes Capsir (¡qué años en el Liceo!).
Tras estos éxitos se va a Italia, donde conocerá el amor, el desamor y la maternidad... Pero lo dejamos aquí
Ahora las audiciones del día
***Como hemos dicho, Supervía debutó el papel de Dalila en el Liceo, en italiano, en la primavera (cómo no) de 1912. A la batuta, Eduardo Mascheroni; Mario Gilion como Sansón e Inocencio Navarro como Gran Sacerdote. Las crónicas decían esto del estreno:
Manuel Rodríguez Alcántara, crítico de La Vanguardia, más serio que el anterior escribió:
Anoche se cantó en este coliseo Sansone e Dalila de Saint-Saëns para debut de la contralto señorita Conxita Supervia, otra de las muchas artistas que han salido de aquí.
La señorita Conxita Supervia es muy joven, tiene unos diez y siete años, y si no lo testimoniara su físico, nadie lo creería. Su voz es la que corresponde a una artista de su edad, es hermosa pero no está del todo formada, en cambio el arte con el que interpreta las situaciones dramáticas soprende de veras.
La hallamos tan admirable en algunas escenas que nos parece increíble que no hubiese recibido una enseñanza sólida antes de dedicarse al teatro. Y sin embargo es cierto, al decir de todos los que la conocen personalmente: por manera que a parte de algunas indicaciones generales, o mejor dicho sencillos consejos a propósito del teatro, todo cuanto hace es fruto de su propia intuición musical. Sea como fuere, en la función de anoche, todos los que tomamos nota de sus aptitudes, estuvimos de acuerdo en ver en la debutante a una artista de brillante porvenir.
Se caracterizó muy bien en los dos primeros actos; no así en el último, en el que apareció con aire demasiado infantil. El público aplaudió con entusiasmo a la artista catalana llamándola a las tablas un sin fin de veces.
El testimonio es interesantísimo, porque nos habla de esa fuerza escénica que debía de tener Supervía desde los primeros años y que sedujo al público durante toda su carrera. La grabación que escuchamos es de veinte primaveras después, en francés, dirigida por Gustave Cloëz en París para Odeón.
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Printemps qui commence
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El otro gran papel que deslumbra en estos primeros años es el de Oktavian. Escuchamos el dúo final con Sophie, cantado en italiano, en una grabación de 1927 en Milán, junto a Ines Maria Ferraris. La grabación se realizó para aprovechar el tirón del éxito del Rosenkavalier de ese mismo año en la Scala, por cierto, con Mercedes Llopart (la maestra de Kraus) como Mariscala. También se grabó la entrega de la rosa, pero eso lo dejamos para otro día
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Ist en traum
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Dedicado a
Printsessa Ninetta, que ha acabado los exámenes y le gusta la ópera bárbara cantada en italiano
NOTA: los datos de la biografía están sacados principalmente del texto de Roger Alier en el cd-libro dedicado a Supervía por el Palau de la Música, donde se encuentran también las citas de las crónicas de funciones. He corregido alguna cosa basándome en otras fuentes, como el libro de Appolonia sobre voces de Rossini o la nota sobre Supervía en el diccionario de voces de
Ritmo.