ELVIRA
El papel de Elvira es el punto de inflexión de la carrera de María Callas. Si bien ya se había acercado a un primer rol belcantista al interpretar Norma, la regla era que la sacerdotisa druida era el terreno de las sopranos dramáticas, de modo que si bien Callas había causado cierta sensación con la exactitud de su coloratura, no se había colocado hasta entonces fuera del territorio de una cantante que tenía dentro de su repertorio los papeles más pesados de su cuerda.
Callas, por supuesto, había sido alumna de Elvira de Hidalgo, una coloratura, y en su etapa de estudiante, y en varios recitales, había cantando piezas de este repertorio, de manera que desde el punto de vista técnico estaba preparada para abordarlo. De hecho, contaba la soprano Augusta Oltrabella que Elvira de Hidalgo le había pedido que escuchara a Callas en Atenas, y Oltrabella le dijo a la profesora que no entendía por qué su alumna no se centraba en el bel canto, que era lo suyo, y no las piezas dramáticas.
En fin, que como dice el refrán, lo que es del cura va para la iglesia, y un buen día, mientras Callas se estaba cantando Brunhilda en Venecia, se presentó Tullio Serafin en su hotel a pedirle que considerara interpretar el papel de Elvira en I Puritani.
Por supuesto, Callas se mostró al principio bastante reticente hacia la idea, pero Serafin prácticamente le rogó que lo intentara, porque Margherita Carosio, la soprano contratada para cantar Elvira, se encontraba enferma y no habían podido conseguir ninguna sustituta.
Total que Callas dijo que iba a ver si podía con el compromiso, se puso a estudiar la partitura y en apenas un puñado de días, mientras cumplía además con sus funciones de Brunhilda, se aprendió el papel de Elvira.
Cuando la prensa se enteró de que Serafin pretendía llevar adelante I Puritani con la soprano dramática María Callas, se armó un escándalo de marca mayor, y ambos fueron calificados como irresponsables. Por supuesto, hay que entender que para los entendidos estaba sucediendo algo similar a lo que podríamos imaginarnos si, digamos, en los años 80 se hubiera anunciado que Eva Marton iba a cantar Lucia di Lammermoor.
El público veneciano estaba esperando esto y le ofrecían una soprano que cantaba Isolda y Turandot:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=xuxWoTqSTsM[/youtube]
Por supuesto, a veces las predicciones son equivocadas y María Callas se alzó con un triunfo de proporciones descomunales, ejecutando una de esas hazañas que son leyenda en los anales del canto lírico.
El 19 de enero de 1949, tres días después de la última función de La Valquiria en Venecia, María Callas debuta como Elvira en I Puritani, dirigida por Serafin, con un reparto encabezado por Antonio Pirino (Arturo), Ugo Savarese (Riccardo) y Boris Christoff (Giorgio). Para colmo, cinco días después de las tres funciones de I Puritani, volvió a cantar Brunhilda, esta vez en Palermo. Es decir, una agenda que no puede calificarse sino como demencial.
Por supuesto, la interpretación que hacía Callas de Elvira sí era algo totalmente distinto a lo que hasta entonces se había escuchado. La coloratura era precisa, pero no era parte de un show efectista, sino que estaba integrada en la expresión de la línea melódica belliniana, la cual encontraba en la voz de Callas un patetismo y una melancolía infinitos. De hecho, Callas llegó a decir en una entrevista que la coloratura, especialmente en Bellini, tenía que ser una coloratura dentro del legato, lección que debería aprender una que yo me sé, que grabó Amina recientemente y que es una Norma wannabe.
Si queremos imaginarnos lo que oyeron los venecianos en esos Puritani de enero de 1949, podemos escuchar el registro que hiciera Callas para la casa CETRA de la gran escena de Elvira, el 10 de noviembre de 1949:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=fzzIskhjpuk&feature=related[/youtube]
Pasaría algún tiempo para que Callas volviera a cantar el papel de Elvira. En agosto de 1951 lo interpreta en el Teatro Massimo Bellini de Catania, bajo la dirección de Manno Wolf Ferrari, con un tenor de nombre marciano, Wenko Wenkow (¿alguien sabe algo de este señor?), Carlo Tagliabue y Boris Christoff.
Interpreta luego la ópera belliniana en enero de 1952, en uno de los teatros que para entonces era su hogar artístico, el Comunale di Firenze, bajo la batuta de Serafin, con el tenor norteamericano Eugene Conley, de nuevo Tagliabue y Nicola Rossi-Lemeni.
Unos meses más tarde, en mayo de 1952, canta Elvira en la Opera de Roma, acompañada por el veteranísimo Lauri Volpi, Paolo Silveri y Giulio Neri, esta vez con Santini en el podio.
De finales de ese mismo mes data el único testimonio en vivo que nos queda de la Elvira de María Callas. Esa cantera invaluable que son las grabaciones de Ciudad de México es la fuente. Dirigida por Guido Picco, esta grabación nos permite apreciar lo que era la Elvira de Callas en escena. Una creación conmovedora. Su compañero es Giuseppe di Stefano, todavía en sus buenos años, y aunque está en “overdrive” y al borde de sus facultades, todavía ofrece su voz de belleza incomparable, a pesar de excesos (el dúo “Viene fra queste braccia” a mí me emociona, a pesar de que está cortado y que reconozco que el estilo es un poco demagógico).
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=QRpPFKehr6U&feature=related[/youtube]
Nota: en relación con la polacca, contaba Meneghini que en su debut en el papel, Callas cometió un error de pronunciación y cantó “Son vergin viziosa” en lugar de “Son vergine vezzosa”.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=HSHz0sIy-gQ[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Q22lBBV5HA4[/youtube]
En marzo y abril de 1953, Callas lleva el papel de Elvira al disco, de la mano del sempiterno Serafin, de nuevo con di Stefano, y con el Riccardo de Panerai y el Giorgio de Rossi-Lemeni. Esta sería una de sus primeras grabaciones para EMI, realizada en Milán (irónicamente, este fue uno de los roles famosos de Callas que nunca cantó en La Scala). A mí me gusta mucho esta grabación, pero confieso que a veces la toma de sonido es un poco dura y nada halagadora para el instrumento un tanto ingrato de nuestra soprano. El “Ah! Vieni al tempio” resulta particularmente afectado, porque las subidas al agudo suenan un poco más estridentes de lo que sería apropiado.
De todas formas, aquí pueden apreciar el dúo de Callas con Rossi-Lemeni, lleno de delicadezas por parte de la soprano, y su histórica interpretación de “O rendetemi la speme”.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=-KedU5Q-fRw[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=L-lzsJ5862o[/youtube]
Las dos últimas actuaciones de Callas como Elvira tienen lugar en Chicago, en octubre de 1955. El Arturo es di Stefano (Dios, ¡hay que tener valor para imaginar a Pippo como Arturo en 1955!) y las dos voces graves son Bastianini y Rossi-Lemeni, dirigidos por Rescigno.
No obstante, quedan después dos testimonios en vivo de Callas interpretando fragmentos de la ópera.
Uno de ellos viene de una transmisión radial de la RAI desde Milán. Se trata de un programa compartido entre Callas y Gianni Raimondi (no hay dúos), la cual data del 27 de septiembre de 1956, un mes antes del debut de Callas en el MET. En esta oportunidad se marca un “Ah! Vieni al tempio” sencillamente espectacular, que –según creo- no es tan conocido.
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Por otra parte, de un ensayo en Dallas, dirigido por Rescigno, que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1957, nos queda –sin interrupciones- el “O rendetemi la speme”, con la cabaletta coronada por un sobreagudo bastante bueno para la época de la que estamos hablando.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vQZxEt6gClY&feature=related[/youtube]