En cualquier caso, nueva muestra de que en una gran voz de ópera siempre confluyen una naturaleza privilegiada y la técnica.

¿No me equivoco si pienso que es usted médico, no?

Si el gran significa grande, es claro que se necesita una naturaleza que posibilite esa voz grande y eso es algo evidentemente privilegiado.

Gran de "great" no de "big".

Pues entonces no creo que sea tan necesario. Pienso que es posible si se posee una técnica sobresaliente ser un gran cantante de ópera. Otra cosa es el repertorio que te tocará, que nunca será el dramático, claro.

No se líe, que no estoy hablando ni de voces grandes ni de las condiciones para ser un gran cantante.

Sólo de lo que siempre tiene que confluir en una voz extraordinaria: naturaleza y técnica.

Sin técnica sólo hay "material".

Ejem, en primer lugar el aire siempre tiene que pasar entre las cuerdas, otra cosa es cómo estén estas de tensas, desde () hasta II, dependiendo de la altura del sonido que hay que producir. En los sonidos graves hay más hueco, luego pasa más aire entre ellas y al estar más flojas, al frotarlas suena "grave"; mientras que en los más agudos pasa menos aire (pero pasa, porque si no no hay sonido que valga) y debe hacerlo con más presión para frotarlas y como cuando se frotan cuerdas tensas de un instrumento, el sonido es más agudo.

Dicho lo cual, me parece perfectamente posible lo de mejorar la voz con ejercicios específicos de entrenamiento de los músculos implicados, ejercitando al mismo tiempo la presión del aire necesaria para que se vean los resultados de ello, o sea "vocalizaciones" al fin y al cabo (cómo si no, si hasta cuando te meten hoy día un nasofibroscopio necesitan que hagas un sonido para que se vea el funcionamiento de las cuerdas...)

Respecto a lo del aumento de la voz post-embarazo, pues qué suerte. Yo conozco casos al contrario, y es que, la vida es así, el embarazo suele suponer en la mayoría de los casos un desgaste físico importante para la mujer. Durante el embarazo, pues todo lo que se ha dicho sobre la respiración y los cambios hormonales. Estos cambios afectan por supuesto a las cuerdas vocales como a tantas otras partes del cuerpo y sin irnos al embarazo, también en el caso de la menstruación o la menopausia. Es típica la sensación de tener las cuerdas como inflamadas con la regla (justo antes y después aparece un leve edema en ellas por retención de líquidos), lo que conlleva un sonido más sucio y dificultad para afinar, por aquello, digo yo que será, de que no calculas con la misma exactitud la tensión que debes poner para producir esa nota que quieres.

Sin embargo nadie ha comentado nada sobre lo de la laringitis y sordera de Flagstad por cantar Brunilda, una vez que ya era la bomba. Esto es en cambio lo que a mí más preocupada me ha dejado...

Interesante.
Supongo que a esos problemas de Flagstad ya llegaremos.

La guerra que todo lo ensucia


A finales de Mayo de 1938 emprende una gira por Australia, durante la cual se siente agotada. En Agosto, sin embargo, se reconcilia con su hija lo cual le devuelve nuevas energías. Da conciertos en Hollywood, Oslo, Estocolmo y Paris. A su vuelta a Nueva York, celebra sus 25 años de carrera cantando la Brünnhilde de Götterdamerung en el Met e invitando despues a una fiesta en un restaurante a absolutamente todo el personal del teatro.

1939 comienza con el mismo ritmo agotador. Sin embargo sus planes para los próximos años ya muestran su intención de pisar el freno, primero dejando de cantar en Estados Unidos progresivamente y después retirándose. Conciertos de caridad, el programa del Met, vacaciones en Noruega, mas conciertos, varias apariciones en la ópera de San Francisco, con su compañero Lauritz Melchior....



El 1 de Septiembre es declarada la Segunda Guerra Mundial. Noruega se declara neutral lo que no le vale de mucho: el 9 de Abril de 1940 es invadida por las fuerzas de ocupación alemanas, lo cual frustra los planes de Kirsten de volver a su casa con su marido, que si se encuentra allí.

Comienza a encontrar protestas al principio tímidas por la orientación sobre todo wagneriana de sus conciertos. Durante un concierto de caridad para el Hospital Noruego de Brooklyn cambia el final del programa para ofrecer solo canciones noruegas.

Recibe un telegrama de su marido exhortándole a permanecer en Estados Unidos, y se embarca en un tour de "conciertos escandinavos" en Nueva York, Washingon, Chicago, Minnesota, Wisconsin...Pero la mayor parte de la gente aún quiere escuchar su Wagner.

En Septiembre graba Haugtussa de Grieg, y despues un disco de duetos de Parsifal y Lohengrin con Melchior. En Noviembre, en un concierto en el Constitucion Hall, en Washington, canta temas de Beethoven, Strauss y Wagner. En la sala se halla el embajador noruego que se ofende gravemente por la elección del programa. Además, en el palco contiguo hay un alto cargo alemán que el embajador interpreta equivocadamente que se encuentra allí por invitación de Kirsten.

El olor a podrido aumenta....

Henry Johansen, su marido, le pide ahora que vuelva a Noruega con el. Kirsten pide a su manager, Marks Levine, que anule todos sus compromisos para poder viajar lo antes posible. Este le advierte de que hacerlo así podría dar lugar a elucubraciones sobre las ganas que tenía Flagstad de volver a una Noruega nazi. Cambia de opinión: volverá, si, pero después del último compromiso firmado, en Abril de 1941.

En Febrero de 1941 canta Leonora en en el Metropolitan bajo la batuta de Bruno Walter, con clamoroso éxito. Tres días después, canta su centésima Isolda. En Abril canta por última vez con Lauritz Melchior, y después toma un avión que le deja en Lisboa, y desde el que vuela a Oslo donde le espera su marido.

Henry Johansen, empresario práctico, se había hecho miembro del Frente Nacional en 1934. Su familia y su mujer le obligan a abandonarlo en 1941, aunque sigue haciendo negocios con las fuerzas de ocupación. Estas ofrecen a Kirsten participara en un programa de radio diseñado para animar a los marinos noruegos a que regresen a su patria. Se niega: "Por un lado, no estoy en venta, y por otro, no he vuelto a casa para hacer propaganda de nada en absoluto"

Esta foto no la esperabais, eh?

Durante este tiempo entrena diariamente su voz, pero no cantará en Noruega. Viaja en Mayo a Zurich a debutar Rezia en Oberon (Weber); además canta Fidelio y Götterdamerung. De camino a Zurich da un concierto en Estocolmo y allí se sorprende de las sospechas que la prensa está volcando sobre ella y sus motivaciones para volver a Noruega, así como las distorsiones sobre sus ingenuas declaraciones (cuando se le preguntó sobre qué pensaba de Suiza respondió: "Oh, es bellísimo, bellísimo, bellísimo!"). Decide guardar silencio a partir de entonces.

En Junio de 1943 vuelve a Zurich para debutar Alceste[img] de Gluck, además de cantar Isolde, con Max Lorenz como Tristán, y Brünnhilde en Götterdamerung. Parte de la prensa estadounidense publica que estas actuaciones han tenido lugar en Alemania. Los lobos aullan. Kirsten decide hacer oídos sordos, puesto que para ella su primer deber es estar en su tierra natal y con su marido, dejando en segundo lugar lo que se espera de ella como figura pública.

Kirsten Flagstad no vuelve a ser la misma. Perdida la inocencia, la ingenuidad, bajo su estoicismo siempre estará agazapada la desconfianza. En Junio de 1944 se le deniega el permiso para viajar a Zurich para el festival de Junio.

En Febrero de 1945 Henry Johansen es detenido por la Gestapo durante ocho días. A su liberación promete a su esposa contarle los motivos cuando termine la guerra, cosa que presume sucederá enseguida.

El 9 de mayo se anuncia el final de la guerra. Cuatro días mas tarde Henry es detenido por miembros de la Resistencia y llevado a prisión, bajo cargos relacionados con la colaboración de su empresa con los nazis. Será el último día que se vean.

La prensa involucra a Kirsten en el asunto. Sus bienes están confiscados, su pasaporte retenido. Aunque no hay cargos contra ella, debe permanecer en Noruega para que se investiguen sus intereses. En estas circunstancias cumple 50 años en Amalienborg, sola.



El 16 de Julio empieza el juicio contra Henry. Se alarga indeciblemente y Kirsten no puede arrojar mucha luz sobre sus asuntos económicos. En Febrero de 1946 Kirsten se entera de que su marido está muy enfermo. Muere el 23 de Junio de cancer de pulmón.

Algunos de sus amigos de América, entre los que se encuentra Lauritz Melchior, le dan la espalda en estos momentos. Edwin McArthur, su acompañante en todos los conciertos, viene a Noruega para agilizar la investigación que retiene a Kirsten sin pasaporte. Por fin, en Noviembre, lo recupera.

Sin demora Kirsten viaja a Estocolmo y después a Zurich a pasar la Navidad.

De acuerdo. Pecado de redacción




A mi también (no la laringitis, que me parece hasta normal con ese programa), sino la sordera. Quiero pensar que sería una otitis serosa. No he encontrado mas datos al respecto que los que nos aporta la misma Flagstad. De todos modos, te animo a que lances hipótesis o lo relaciones con las futuras características vocales de esta mujer. Gracias!

Ostras, que triste historia. No tenía ni idea Gracias naietta por ilustrarnos

Cúanta perspicacia Gobernador.

Un saludo.

Todo interesantísimo. Muchas gracias, Naietta

Flagstad

El retorno

El año 1947 comienza con varios conciertos en Paris y Londres, y la representación de Tristan e Isolda en la Scala, con Victor Sabata como conductor.

En Marzo viaja a EEUU principalmente para ver a su hija y a su nieto. El día 15 da una rueda de prensa. Gran parte de los medios todavía la miran con hostilidad. En sus actuaciones en Boston, Nueva York y sobre todo en Filadelfia se encuentra con manifestantes fuera y dentro de las salas de conciertos que protestan por su presencia.



La prensa noruega se hace eco de estas protestas y en Junio, varios artistas y organizaciones publican en el periódico de Oslo Aftenposten un artículo en su defensa llamado "La persecución de Kirsten Flagstad".

En Noviembre canta en Chicago Isolda, y despues viaja a Londres para actuar en el Covent. Allí conoce al actor Bernard Miles que le describe su proyecto para un pequeño teatro isabelino, el Mermaid Theatre, donde quiere a Kirsten cantando Dido, de la opera de Purcell.



En Julio da un concierto para ayudar a la United Jewish Relief Appeal, y despues parte en gira por Sudamérica, gira que termina en el Teatro Colón de Buenos Aires donde canta Isolda; Max Lorenz es Tristan.

Sigue dando conciertos en EEUU y después en Europa; canta Die Walküre en la Scala, con su hermana Karen Marie como una de las walkirias. En verano actua por primera vez en el festival de Salzburgo, en Fidelio con Furtwängler.

En Septiembre de 1949 actua en la Opera de San Francisco en un concierto, no sin que algunos protestaran enérgicamente por la presenta de "aquella nazi". Los críticos coinciden en que el tiempo pasado no ha debilitado su voz ni su posición como la mejor soprano wagneriana.

(Sin duda es de agradecer que durante este tiempo de reposo relativo no se hubiera vuelto a triplicar de tamaño su voz y no hubiese dañado generaciones de oídos con el volumen! )

En Noviembre por fin sale la sentencia del caso contra Henry. Es exculpado pero su empresa es condenada a pagar 1085000 coronas al Tesoro. Kirsten es declarada miembro de honor de la Sociedad Noruega de Músicos. En una carta que escribe a Edwin McArthur le habla de un pequeño dolor en el brazo y signos de psoriasis.

En febrero de 1950 canta en Barcelona. Así lucía en su Isolda:



Mientras tanto se da a conocer que Rudolph Bing, el nuevo director del Met, ha persuadido a Flagstad de que vuelva a cantar allí. Eso provoca que Melchior y Helen Traubel abandonen el Met como protesta.

A petición de Richard Strauss Kirsten estrena las Cuatro Ultimas Canciones, con Furtwängler como director, en Londres. Canta todo el ciclo del Anillo en la Scala, y en el concierto del Carnegie Hall se encuentra con manifestaciones de protesta por última vez.

Sin embargo, en su reaparicion en el Met las medidas de seguridad son férreas. Canta Tristan e Isolda bajo la batuta de Reiner, con un éxito apabullante. Si tras la guerra, al cantar Fidelio, ya le resultó difícil separar la vida de Leonora de la suya propia, imaginaos su mirada cuando canta la primera frase de Isolda: "Wer wagt mich zu höhnen?" "¿Quién se atreve a burlarse de mi?".


Los aplausos fueron atronadores. Tuvo que salir a saludar 19 veces entre los actos I y II.