Razón tiene, Mr Yllanes, ¡y menudo panorama! Si ni siquiera en los teatros serios se recuperan las ventas prepandemia, los de medio pelo lo tienen muy crudo.

Así fue, como un mes antes con las BOHEME y el pasado diciembre con las varias TRAVIATA a que se representaron con estado de alerta plenamente vigente.
Repito, a una ARIADNE con elenco mediocre y poco conocido, pues el aficionado de calle y más proclive a la ópera de repertorio tradicional, no arriesga y por supuesto, no acude.
¿ miedo al Covid en un teatro tan preventivo como el Liceo y con un índice de vacunación más alto que hace meses atrás ? A mí este argumento, en líneas generales, no me cuela.
En cambio, la gente ¿ si acude a botellones y a cenas en restaurantes sin terraza, sin temor al Covid?

Tampoco vivimos ni lo debemos, encerrados en una burbuja del “ temor “. Ni tanto ni tan poco

Se me ocurre que lo de Paris se explica en parte porque allí se exige un pase sanitario, y un cierto número de franceses (tampoco demasiados) se opone a dicho sistema. En Nueva York no sé si piden algo, pero es posible que el miedo al virus sea más tangible, y también más justificado que aquí en España.

Pero en Francia el pase se exige para todo.

En el Met solamente vacunados, hasta el punto de que los menores de 12 años no pueden entrar (y en el Boris Godunov va a cantar una mezzo en vez de un niño, como estaba previsto). Esto lo han decidido después de numerosas encuestas a los espectadores sobre las medidas a tomar.

Mucha gente está dispuesta a ir a un teatro en su ciudad pero no a viajar, mucha gente de la más lanzada acudió a los primeros espectáculos que se hicieron porque eran la única oferta (no ya operística, sino casi de ocio en general) pero ahora tienen otras opciones, muchos han perdido la costumbre o se han contentado con la mayor oferta de retransmisiones, etc.

Creo que es aventurado extraer demasiadas conclusiones sobre la asistencia a una producción concreta, cuando se están vendiendo pocas entradas en muchos sitios. Y también la gente estará comprando con menos antelación. Ya se irá viendo.

Y la percepción del riesgo en este tipo de casos (probabilidades bajas, consecuencias importantes) es algo que se nos da muy mal a los humanos de forma innata y colectivamente va fluctuando, como fluctúa la pandemia, pero no siempre ligado de forma totalmente racional a ella.

Además lo de la vacunación algunos ya lo tiene claro que no inmuniza.

Baja eventualmente las consecuencias de un contagio, pero la gente no quiere contagiarse, ya que ello puede ir a de estar confinado en el domicilio a en una cama de hospital.

Claro que inmuniza, aunque no sea perfecta. Las probabilidades de contagiarse con mucha gente vacunada alrededor son muchísimo más bajas.

En cualquier caso, alguien puede considerar que no es seguro ir todavía a un teatro, pero no que es más inseguro que el invierno pasado.

Depende del concepto especializado que se tenga de inmunización.

Un amigo especialista en la materia, así lo expresa: no inmuniza. El contagio es igual de factible, solo que las consecuencias del mismo serán más llevaderas.

Lo de inmunización de rebaño, es una sensación de seguridad para motivar a la vacunación.

Ello se agudiza con lo de las variantes que cada vez son más contagiosas.

Pueden tenerse cincuenta personas alrededor vacunadas, que si una de ellas está contagiada y el dichoso bicho es a uno a quien lo escoge, lo otro no vale.

Ciertamente hablamos de probabilidades, pero ahí están.

Yo por lo menos tengo el horizonte lejano para movilizarme a pesar de tener la dos dosis.

Pongo el ejemplo fatalista: no sería nada agradable, cruzar el charco para unas vacaciones de dos o tres semanas y que a los pocos días de llegado me contagien y que deba pasar guardado el resto del tiempo, eso suponiendo que no devenga en nada mayor.

Viaje perdido.

Es la realidad o el gran riesgo de ella.

Pues yo viajé sin dudarlo a todas las funciones del Liceu que no se suspendieron en la temporada. Todavía hoy no estoy vacunado, y seguiré acudiendo puntualmente esta temporada; los teatros no pueden ser ni de lejos espacios en los que se contagia fácilmente. Si he podido trabajar, hacer las compras para dos familias y desplazarme en transportes públicos durante toda al pandemia hasta ahora, me da la impresión de que la ópera no me supone muchos riesgos añadidos. Eso sí, salir de España ni me lo planteo, porque de momento tengo obligaciones que me retienen.

Pero eso no es verdad. Si una persona vacunada y otra no vacunada están en el mismo sitio, es más fácil que se contagie la no vacunada (independientemente de la gravedad). Por contagiarse podemos entender dar positivo en una PCR. Pero lo más importante es que tanto uno como el otro se beneficiarán de un entorno en el que todos estén vacunados y el riesgo base sea por lo tanto mucho más bajo, aunque no sea cero.

En cualquier caso, está claro que viajar a los EE. UU. ahora mismo, por ejemplo, es bastante arriesgado porque hay muchísima gente contagiada, sobre todo en algunas zonas.

Pero si ya se vive en el país (en ese o en el que sea), ir a un teatro no aumenta significativamente el riesgo de una persona que esté yendo a trabajar, a cenar fuera, etc.

A eso me refería en mi caso, que debo desplazarme.

En mi patio, bien que mal uno ve como se las arregla, pero a larga distancia lo tengo claro que no en este momento y con un horizonte incierto.

Yo no viajaría a los EE. UU. ahora mismo para ir a ver óperas, desde luego.

A USA quizàs no salvo que sea por obligaciones profesionales, pero si viajaré próxima semana a Firenze y de paso coincidiré con Traviata allí programada para la que tenemos entradas. Viaje a priori, sin temor alguno

Es que para eso exigen la vacuna, y si no PCR o test de antígenos. Más luego una absurda burocracia digital de entrada a cada país.

Precisamente, puesto que de todos modos no voy a viajar, de momento me ahorro someterme a tales brimades xD

Dentro de la UE al final lo que hace falta suele ser rellenar un formulario que lleva dos minutos.